Buzos y maricultura, una sinergia evolutiva

Autor: Francisco J. Miranda Avalos - Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

miércoles 26 de julio de 2017

<Los colores se cruzan en una armoniosa danza frente a ti, un apresurado burbujeo lleno de matices ingresa por tus oidos, crispa un poco los nervios, pero sabes sin ver, que en fondo hay rocas y no arena; son los mensajes de la mar. No hay olores, solo colores, sonidos sordos y gran movimiento, siempre señal de vida, pero además una gran cuota de misterio tras el azul verdoso donde tu visión se pierde. A veces, sobre todo en el Perú, la ingravidez se hace evidente, mas con aguas azules cristalinas cuando sientes que flotas sobre un mundo misterioso, ahí la mente siempre divaga mientras solo escuchas tu respiración, la imaginación te juega juegos; y al amanecer los rayos del sol resultan ser los suaves hilos oblicuos de un arpa solar que penetran el azul, en lo hondo. O quizá solo un pentagrama natural donde se dibujan corcheas y semicorcheas, blancas y no blancas. De pronto una roca blanca llena de erizos negros y pequeños caracoles esboza una caverna, que esconde y descubre, al son de la fría corriente y de las macro algas que se mueven a su compas. Y ahí vamos…hacia la profundidad, tras la presa escondida, con solo el aire de tus pulmones…y un veloz movimiento de *“coup de reins”>

Describir la experiencia del buceo a pulmón libre es una tarea difícil, pero fue un ejercicio que hice hace algunos años atrás en un cuento, de donde este extracto sale hoy a la luz. Todo aquel que ha buceado a pulmón libre lo entenderá y aquel que no, debería hacerlo; por que es una experiencia inolvidable.

En toda la costa peruana, hay numerosos y diversos restos de cerámica y murales, que nos muestran que los pobladores costeros de las culturas mas antiguas del Perú, obtenían recursos del mar que solo eran posibles de alcanzar con un buceo profundo. Lamentablemente se trata de historias perdidas. Pero si los antiguos peruanos tuvieron contacto con los polinesios, es mas que probable que hicieran también como ellos, visores de madreperla pulida y usaran grandes arpones para capturar peces, así como ganchos artesanales de hueso, para extraer pulpos de sus huecos bajo las rocas y seguramente usarían calabazas y mallas de algodón, como carcales flotantes, para llevar mariscos como caracoles, choros y conchas, que eran producto de su extracción.

El buceo a pulmón esta descrito en diversas culturas, las “Amas” de Japón mantienen vivo hasta hoy, un tipo de pesca con más de tres mil años de historia. Hoy solo quedan unas 2.000 en todo Japón. Ha habido un descenso pronunciado desde las más de 17,000 que había hace medio siglo. Ellas siempre resurgen de las profundidades junto a su boyas lanzando uno de esos evocadores silbidos agudos conocidos como “Isobue”. Un inconfundible sello distintivo de las “Amas”.

En oriente, este tipo de trabajo ha estado tradicionalmente reservado a las mujeres, que según se dice, son capaces de aguantar la respiración durante más tiempo que los hombres y tienen más grasa subcutánea que ellos, aislándolas mejor del frío.

En Corea del Sur, existen también las “Haenyeo” que son capaces de bajar hasta 10 metros en el mar a pulmón, por mas de 3 minutos, sin aparato respiratorio. Ellas recogen mariscos y capturan los peces que les dan sustento. Hoy la cultura de las “Haenyeo” que ha sido declarada por la UNESCO como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, esta también en decadencia. La mayoría de “Haenyeo” tienen más de 50 años de edad (algunas siguen buceando a sus 80 años) y son cada vez menos. Ya en 1970, solo un 14% tenía más de 50 años y hoy día, las generaciones más jóvenes están cada vez menos interesadas en esta riesgosa profesión. Ellas al igual que las “Amas” de Japón, también tienen un sonido característico que hacen al salir a la superficie, se llama “Sumbisori”. Este silbido que hacen es la combinación de la inhalación de oxigeno y liberación de dióxido de carbono que acumularon en sus inmersiones de entre 1 y 2 minutos (las más expertas incluso hasta 3 minutos). Y gracias al “Sumbisori” pueden trabajar más horas con menos periodos de descanso necesarios.

Más de una vez la cuerda que llevan atada a su cintura se atascó en una roca del lecho marino, o se enredó en las algas, ocasionadores un susto mayúsculo. Pero en cada ocasión, mantienen la calma, logrando de esta forma regresar sanas y salvas a la superficie. El buceo a pulmón libre es un deporte de calma y serenidad, de relajación y extrema objetividad. Nos ayuda a centrar pensamientos y a sobrevivir con lo que el mar nos brinda. Muchas veces bajar el ritmo de la vida diaria, a menudo tan vertiginoso, nos deja pensar, desarrollando nuestra creatividad e incluso soñando con lo que queremos alcanzar en nuestras vidas. Algunos buzos a pulmón libre (apnea) suelen decir que su mente queda en blanco dejando solo su lado vegetativo activo, pero suena tan irreal como la inmensidad de sensaciones que esta actividad nos brinda.

Mas de un pescador artesanal ha practicado esta actividad, mas de uno comprende lo que hoy escribo. Sabemos que en el mar se deben hacer las cosas con objetividad y cierta calma reflexiva, hay momentos en que debemos ser firmes y veloces, e instantes en que la flexibilidad nos permite mecernos con las olas, o capturar con una línea y un anzuelo, una cabrilla en un fondo corrientoso, sintiendo cuando pica mas allá de la fuerza de la correntada.

Mensajes como el del Ministro de la Producción, respecto a las posibilidades de desarrollo de la acuicultura costera como una alternativa de vida del pescador artesanal, suenan muchas veces etéreos. Pero no son una fantasía, la llave del reino es la formalización de las asociaciones en las que todos los pescadores artesanales están constituidos. Sin ello, enfrentar la burocracia que los créditos y la administración de una empresa imponen, son tareas imposibles.

El pescador en general tiene conocimientos basados en su experiencia que son sumamente valiosos, pero mayormente ignoran su valor. Antes de que profesionales formados en las universidades salieran de sus aulas, en Japón por ejemplo ya se había desarrollado el cultivo de la Seriola (Fortuno, Pez Limón o Jurel Mexicano). El mecanismo fue simple, un grupo de pescadores construyo jaulas de bambú con redes de algodón y con las mismas redes capturaron los juveniles que luego comenzaron a engordar en las jaulas.

Hoy el cultivo de la Seriola, que tiene mas 600 años de antigüedad, se esta convirtiendo en una técnica de acuicultura pujante y prospera. Pero no creció solo con la experiencia, creció fundamentalmente con la ciencia de todas esas camadas de profesionales que salieron de las aulas universitarias con conocimientos de biología o ingeniería pesquera. Una unión de experiencia y ciencia, la asociación del progreso.

Muchos buceadores o pescadores submarinos en apnea, aunque conservan las técnicas básicas producto de la experiencia de buceadoras ancestrales como las “Amas” y “Haenyeo”, que con sus extraordinarios 3 minutos de apnea podían bajar 10 metros, hoy pueden llegar a los 40 metros de profundidad con aletas de palas de fibra de carbono, mascaras con vidrios especiales (incluso con medida), snorkels flexibles de caucho, trajes isotérmicos de neopreno y fusiles de alta tecnología, capaces de atravesar un grueso atún de 300 o 400 Kg.

La combinación de empirismo y ciencia nos permite progresar, sistematizando las experiencias para estudiarlas y mejorarlas cada vez mas con la tecnología resultante. Las “Amas” y “Haenyeo”, o aquel buceador Mochica del antiguo Perú, no han desaparecido como se creería, han evolucionado a una raza mundial de buzos apneístas, que con la mejor tecnología disponible están rompiendo todos los limites de sus ancestros, basta ver muchos de sus videos guardados en Youtube. Para muestra un botón: https://youtu.be/NDuAZFTMhvw un extraordinario video filmado por el mismo Alfonso Chávez, uno de los mas extraordinarios deportistas subacuáticos a pulmón que el Perú tiene.

En la acuicultura ha llegado ya la hora de la evolución, las asociaciones de pescadores artesanales deben evolucionar hacia una formalización, constitución de una forma empresarial o cooperativa, que permita gerenciarlas y administrarlas como una compañía, donde el profesional biólogo o ingeniero pesquero pueda ser uno de los ejecutivos o asesor, complementando los conocimientos empíricos ancestrales del pescador artesanal. Debemos pasar de la simple recolección de conchas de abanico, para engordarlas en corrales de fondo, al cultivo tecnificado abastecido de una larva que proviene de un laboratorio o hatchery. No es imposible, basta ver la historia de las asociaciones de Sechura que en los buenos tiempos, lograron cuantiosas utilidades superiores a los 60 millones de Soles (Con 10 millones se construye un extraordinario hatchery).

La visión del mar, depende mucho de los ojos que lo ven. Pueden ser los ojos de pasado conservador o puede ser la mirada de un soñador innovador. Pero siempre desde fondo; el “Isobue”, “Sumbisori” o simplemente la hiperventilación técnica de buzos fenomenales como el peruano Alfonso Chávez seguirán escuchándose. Por que el buzo es el trabajador del mar del futuro, aquel que revisara una jaula flotante o dará el mantenimiento a linternas de conchas de abanico de su cultivo suspendido.



*El “Golpe de riñones” o “Coup de reins” es una técnica usada por los buzos a pulmón para sumergirse rápidamente, inclinando el cuerpo en un ángulo recto, para luego levantar las piernas paralelas y proyectarse al fondo.