Cuando una mano deshace lo que hizo la otra mano

Autor: Francisco J. Miranda Avalos

lunes 17 de diciembre de 2012

Cuando una mano deshace lo que hizo la otra mano

Amigos de Oannes, un sabio oriental decía que para hacer una cosa bien, esto debe ser completamente bien, ya que la palabra “bien” no define un porcentaje, sino un todo. En buena cuenta, no existe el mas o menos, “medias tintas”, ni el “medianamente bien”, ni el vaso medio lleno del optimista. Es mas, hace unos años existía una tendencia muy marcada en las escuelas de ejecutivos que sugería que un buen ejecutivo de una empresa, lograba hacer las cosas bien, cuando lograba cumplir con 7 u 8 de sus objetivos. Nada mas falso.

Principalmente por que nuestro sabio buscaba la excelencia, algo que en estos tiempos todos debemos buscar para crecer en este mundo competitivo. Las cosas son negras o blancas, se hacen bien o se hacen mal. No existe un termino medio.

La justicia peruana, ha usado ya este criterio para condenar a la cárcel a un ex presidente, que sin duda hizo muchas cosas buenas para el país, que todos reconocemos y respetamos, pero fue mas allá de los limites de los derechos fundamentales del ser humano y comprometió al estado y a todos los peruanos que contribuyen al erario nacional, en hechos terribles, que deshicieron todo lo que pudo haber sido hecho de bueno.

El argumento del “fin justifica los medios”, es un asunto moral, que nos ha llevado a los seres humanos por la barbarie a través de la historia. Y la historia es y debe ser siempre la maestra consejera de nuestras conciencias, ya que cambiando las variables, los hechos pueden repetirse una y otra vez, si no somos capaces de aprender de ella o de los profundos conceptos que los acontecimientos históricos y sus consecuencias nos muestran. Yo le llamo a esto el valor de las “ciencias humanas”, algo en lo que muchos profesionales sin formación en estas ciencias no son capaces de comprender. Ya que si bien la ciencias exactas nos forman en principios lógicos, las humanas nos dan el complemento de la experiencia histórica y su análisis filosófico. Y la Filosofía, es la madre de todas la ciencias.

La gestión política de Gana Perú en el Ministerio de la Producción, es una de las mas lamentables de la historia de la pesquería nacional, así quedara escrito y deberá ser analizada por las futuras generaciones para no cometer los mismos errores, que la soberbia de sus funcionarios inspiro.

Atrás y tapados por el registro de sus errores, quedaran los pocos aciertos, de los que podría enumerar algunos como la norma que prohíbe la red de encierro activada por buzos o la creación de la nueva autoridad sanitaria nacional.

En el camino de su soberbia, quedan como despojos de un bombardeo cruel y execrable, prestigiosas entidades como el Instituto Tecnológico Pesquero, que tantos lauros tangibles ha brindado al sector; el merito de desarrollar cientos de productos para el procesamiento de anchoveta y su uso en el consumo humano directo, es algo que jamás olvidaremos los que sabemos reconocer el trabajo de profesionales. O el desorden y descontrol de una pesquería que creíamos ordenada o en camino a su ordenamiento, hoy inmersa en el caos ocasionado por un decreto que pretendía ordenar y fomentar el consumo humano directo de la anchoveta, y que solo ha tenido el efecto contrario: fomentar la depredación y producción de harina y aceite ilegal o “negra”. Ni que decir del reordenamiento administrativo del Vice Ministerio de Pesquería, un verdadero zafarrancho, que solo puede terminar en una resaca, producto de los vapores de la vanidad ignorante.

Ahora la pesquería nacional, cierra un año de desaciertos, con un futuro nada promisor. Ni el mas entendido consultor pesquero nacional, se atrevería que decir que es peor: que se vayan los funcionarios de turno que nada han aprendido o que vengan otros a aprender sobre el sector, jugando un albur una vez mas. Por que nos queda absolutamente claro que Gana Perú, no confía en la gente que ha manejado el sector durante todos estos años y para ellos solo queda la idea de que todo aquel que ha trabajado en el sector tiene solo los deméritos suficientes como para ser ignorado en cualquier consulta. Su afán de búsqueda de académicos de escritorio, solo nos ha dado soluciones de escritorio, en un mundo donde la olas, el viento y la espuma del mar, mojan la experiencia de sus hombres, en una de las profesiones, que la Organización Internacional del Trabajo, considera como la mas peligrosa en el mundo.

Para muestra solo un botón: Si alguien quiere hacer productos de consumo humano directo de anchoveta, deberá esperar a que la temporada de pesca de anchoveta termine. Por que hoy, todas las embarcaciones de “consumo humano directo” de anchoveta están dedicadas a la pesca negra para harina. Los industriales no tienen acceso a la materia prima que necesitan para producir conservas o congelados de anchoveta y muchos de ellos no pueden cumplir con contratos pre establecidos con sus clientes. Esto es una realidad suprema.

Esta es una situación además absolutamente ridícula y vergonzosa, por que se ha probado en plantas, que la materia prima que proviene de embarcaciones con sistemas de refrigeración RSW, con las que cuentan muchos industriales, trae la anchoveta de la mejor calidad de frescura. Mejor incluso que la que proveen las famosas embarcaciones habilitadas para “consumo humano directo”.

Desde hace bastante tiempo atrás, algunos industriales pesqueros probaron separar en contenedores isotérmicos (mas conocidos como Dynos) con cremolada, algunas toneladas de anchoveta que traían en su bodega RSW, y el resultado fue espectacular. La calidad y frescura de la anchoveta era la máxima conocida en el país. Pero según las absurdas normas, esas embarcaciones están habilitadas para el “consumo humano indirecto”, ya que solo deben proveer anchoveta para los procesos de harina y aceite de pescado entero.

Lo que no saben muchos quizá, incluidos los actuales funcionarios del Produce, es que el sistema de refrigeración RSW fue hasta cierto punto impuesto por los compradores de harina de pescado, cuando esta era usada mayoritariamente como insumo para la alimentación aviar. La razón? muy simple, la anchoveta que no venia fresca y era procesada como harina de pescado, era la causante de una enfermedad que mataba poblaciones completas de pollos, me refiero al endurecimiento de la molleja o mas conocida como “vomito negro”.

Al principio a los mismos industriales les costo trabajo comprender por que tenían que hacer estas inversiones tan importantes en sistemas de refrigeración y posteriormente en procesos como el secado al vapor. Pero era obvio, los principales clientes no querían darle de comer a sus animales un producto que causara cualquier mortandad. Lo que querían era engordarlo con rapidez para ganar dinero.

Hoy se necesita solo de una decisión ministerial para permitir que todo aquel industrial que cuenta con una embarcación con sistema de refrigeración RSW, pueda usar parte de su propia cuota, separando parte de la pesca de su bodega en Dynos con cremolada, para usar ese pescado de altísima calidad y frescura, en sus conservas o proyectos de desarrollo de productos de anchoveta, deben comprar la anchoveta a embarcaciones de terceros habilitadas para "consumo humano directo" que no traen el producto con la frescuras que sus propias embarcaciones si pueden traer. Pero el ministerio es incapaz corregir esto y su ignorancia le hace dar mas prioridad a la constitución de un CITES sobre las cenizas de un ITP, que supuestamente servirá para innovar tecnológicamente la producción de cueros, vinos, o productos agrarios, sin el equipamiento adecuado, ya que el ITP no fue diseñado para ese fin, y quizá lo mas importante, con los recursos que provienen del sector pesquero, que ya son escasos para el sector; que no puede mantener al BIC Olaya, ni las investigaciones del IMARPE y ahora con gran imaginación, descubren que dado que el sector pesquero contribuye poco al erario nacional, hay que revisar la carga impositiva de los industriales.

Tampoco son capaces de darse cuenta, que han dado licencia para matar a una flota de “consumo humano directo” que ha entrado a una temporada de pesca sin control satelital, ni control de descargas. Ya que tienen plazo de 80 días para poner control satelital a sus embarcaciones y el sistema de control de descargas no funciona. Y esta flota esta pescando sin control alguno dentro de las 10 millas un gran paquete de anchoveta juvenil, que no esta considerada en la cuota otorgada de 800,000 mil toneladas.

Y lo peor aun, detectados los ilegales, son incapaces de poner mano dura sobre ellos. El reportaje que hizo el programa Panorama, no pudo ser mas revelador. Pero antes que ponerse en acción, solo informaron al publico que ya lo sabían y que los ilegales son reincidentes archi conocidos...Plop!

No quisiera seguir con la enumeración de errores, la lista es larga y los ayayeros están a la orden del dia. La navidad se acerca presurosa y con ellos las fiestas familiares de unión, compresión y deseos de prosperidad que Oannes también desea para todos sus miembros. Pero la incompetencia en la gestión de la pesquería nacional, no puede estar mejor representada, que con los actuales funcionarios a cargo. Sin embargo, tengamos claro que el peor pecado es de quien los pone en su puesto, el es el mayor representante de la soberbia.

Los pesqueros peruanos estamos aquí desde siempre, la pesquería nacional forjo a una de las mas antiguas civilizaciones de América Precolombina 4000 años antes de Cristo y sobre la base de esa sabiduría ancestral, seguramente seremos capaces de sobrevivir, a pesar de los pesares. Finalmente ellos son solo aves de paso, que miran curiosos un sector que no comprenden.

Nosotros nos iremos de vacaciones desde el 23 de Diciembre hasta el 6 de Enero, a aislarnos como parias o ermitaños barbudos, a algún lugar de nuestra hermoza costa peruana, para reconectarnos con el mar que tanto amamos, pescar el alimento de cada día y regresar a nuestras raíces tribales. Buscando la reflexión y la buenas vibras en lo primitivo y elemental. Seguros además que estos funcionarios; tontos e ilusos, serian incapaces de sobrevivir en el mar o de el, como nosotros si lo hacemos hasta ahora y gracias a Dios, al igual que muchos de nuestros amigos pescadores o navegantes, hermanos en el mar.

Así que solo me queda desearles a todos ustedes unas Felices Fiestas navideñas y un Prospero Año Nuevo, en compañía de sus seres queridos, familiares y sus mejores amigos. Finalmente en el mar…la vida es mas sabrosa.