El pescador, el hombre de mar del Perú

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

domingo 24 de junio de 2018

El poblador costero peruano ha comprendido el mar desde hace centurias y el prehispánico es un periodo lleno de mensajes del tiempo pasado, frisos con motivos marinos, representaciones de aves marinas, de peces, crustáceos y moluscos en vasijas cerámicas de todo tipo de uso, anzuelos de hueso de diseños asombrosos, redes de pesca de algodón con diversos diseños, calabazas como boyas, rocas agujereadas cual plomada.

Este peruano, sabia extraer del mar delicias gastronómicas con diversas texturas y sabores…y !hasta sus redes eran totalmente orgánicas y reciclables!.

Algunos cronistas incluso mencionan que los pescadores estaban entre la población indígena considera como “de elite”, por su eficiencia para obtener alimentos en un medio tan distinto al del continente, siempre en movimiento sobre sus caballitos de totoras y balsillas de madera balsa, algunas con velamen ademas. Eran muy respetados.

Esa sabiduría ancestral del pescador peruano, existe a lo largo de toda la costa, transmitida de padres a hijos, y entre familias de pescadores a lo largo del tiempo.

Imaginemos a un pescador Caralino de hace 5000 años; probablemente usaría redes de algodón, calabazas y piedras para plomada, que podría lanzar desde un caballito de totora, con un remo de bambú, es posible que su bote tuviera un pequeño mástil, a la antigua usanza norteña, se navega contra el viento por la madrugada, para regresar con el por la tarde.

Los bonitos, las corvinas, cojinovas, robalos, fortunos, lenguados, chitas, tramboyos y decenas de otras especies que están representadas la cerámica preinca, eran piezas frecuentes en las capturas. Por lo visto el antiguo peruano comía muy bien y tenia todo lo que necesitaba para pasarla bien. Y cuando escaseaba la pesca de escama o fina, la anchoveta mataba el hambre muy bien, la seguridad alimentaria mantuvo una comunidad prospera.

La anchoveta que era abundante, se secaba y salaba, almacenandose en sacos para diversos usos: podían comérsela como charqui, o usarla como fertilizante para sembrar plantas de maíz..o papa. ¿Un par de cabezas de anchoveta en cada raíz? Seguramente ese maíz o la planta que fuere crecería fuerte y vigoriza.

Si hubiera sido un laborioso agricultor de los valles occidentales del Perú de aquella época, me interesaría ser amigo de ese pescador. Cambio papa, maíz, carne de alpaca y otros productos por los excedentes de la pesca, que sin duda eran abundantes, por que las comunidades costeras prosperaron gracias a la abundancia de los recursos pesqueros, que esos primitivos pescadores supieron aprovechar por un largo periodo de tiempo.

Un tiempo prolongado donde ademas al parecer, reino la paz, ya que los arqueólogos no encuentran armas de guerra. Pero igual había que ser recio, un caballito de totora no es un bote como los de ahora, y en aquella época no había “wet suites”. Algunos murales nos muestran buzos explorando los fondos marinos por mariscos. Las aguas peruanas son frías sin trajes para el agua.

Fresca, seca, o seca salada, la anchoveta ha sido valiosa para el Perú, y figura en la recetas de algunos conventos registradas en la época colonial. Pero sin embargo no era muy difundida por la abundancia de otras especies. Ya en la era republicana con la importancia del guano, su valor como alimento de aves guaneras era estratégico. Finalmente hoy no solo es un ingrediente marino o concentrado de proteínas, mal llamada harina de pescado. Sino que ademas de nutrir el desarrollo de la acuicultura de peces carnívoros alrededor del mundo, incluido Chile, hoy comprador de este insumo; también puede nutrir a los seres humanos en programas de enriquecimiento de alimentos de panadería, pastas o arroz.

La anchoveta ha sido un recurso tan versátil a lo largo de la historia peruana que podemos decir que ha nutrido el desarrollo del país. Es la interesante perspectiva del libro “El Consumo Humano de Anchoveta en el Perú, recuento histórico del prehispánico a 1970” de la Licenciada Mariella Miranda Lamela, presentado el pasado 20 de Junio, en el Colegio de Ingenieros del Perú.

Ojala Mariella, quien fuese nuestra Directora de Asuntos Academicos por algunos años, y otros historiadores sigan documentando el desarrollo de los pueblos costeros y ribereños del Perú, sus habilidades como navegantes y pescadores, el uso de sus recursos. Y en el futuro le cuenten al mundo, como la primera pesquería del mundo, no solo sobrevivió a sus miles de errores, sino que logro la sostenibilidad de sus recursos y con el desarrollo de la acuicultura de especies nativas, se convirtio en un país líder mundial del abastecimiento de productos hidrobiológicos.

La primera edición impresa de este libro, como cualquiera de los libros que edita Oannes, merced a los convenios subscritos con diferentes organizaciones y asociaciones; se distribuirá de manera gratuita a los asistentes a su presentación, como también a todas las bibliotecas que lo soliciten, dando especial prioridad a las bibliotecas de las universidades que forman profesionales de las ciencias del mar, de la pesca, acuicultura y medio ambiente.

Queremos un futuro hombre de mar del Perú, con un conocimiento de sus posibilidades y de los recursos a su disposición, y para ello venimos trabajando 22 años juntos.