La Mar como catarsis

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

lunes 18 de marzo de 2019

La Mar como catarsis

*Fotografia submarina a pulmón de Javier Castagnetto Naters

Desde pequeño escuchaba siempre de diversas personas muchas sugerencias e ideas muy creativas, sobre las cosas que se deberían o podrían hacer. Pero finalmente nadie las hacía, así que del dicho al hecho, el trecho no solo era largo, en algunos casos era infinito.

La apatía de las personas y las propuestas que se quedan siempre en el parloteo, es tan abrumadora, que bautice a mucha gente en mi mente con un calificativo que los identificaba plenamente; los llame los “hayque”. Es que siempre decían: hay que hacer tal cosa o hay que hacer tal otra. Pero nunca la hacían, esperaban que otros la hicieran, y cuando alguien se animaba a hacerlo los “hayque” aparecían fulgurantes para criticar, más que para coadyuvar.

Mis compañeros de estudios, se acordaran y no me dejaran mentir. Pero cuando pase por las aulas de la Facultad de Oceanografía y Pesquería de la Universidad Nacional Federico Villareal, me revele contra la apatía; contra ese flojo ambiente de la inacción, donde reinan los “hayque”.

La facultad tenía un espacio para los estudiantes, con muchos marcos de peceras de lunas rotas arrumados en un rincón como basura, sin destino. Alguien por ahí, dijo que hay que arreglarlas y lo escuche muchas veces, pero nadie lo hacía.

Los estudiantes normalmente no tenemos dinero en el bolsillo, pero yo aprendí a bucear y a pescar a pulmón desde muy joven y además era un emprendedor empeñoso, que compraba langostas vivas en Mancora, las traía por avión a Lima y las ofrecía vivas a los hoteles y restaurantes de primera clase. No era un negocio espectacular, pero ponía dinero en mi bolsillo con mis 20 años de edad y aun estudiando en la universidad.

Así que un día, compre unos vidrios con las medidas de los marcos de las peceras, limpie los marcos, y con un poco de silicona reconstruí varios acuarios. Como era aficionado y amigo de varios acuaristas, conseguí también algunos motores y otros equipos regalados y de pronto tenía los acuarios listos, pero me faltaban los peces.

En aquella época, todavía existían los “Chorrillos” en la Costa Verde, y aunque parezca mentira, en los canales que derivaban al mar habitaban muchos “guppys”. Así que hice una pequeña expedición con mis amigos, capturamos algunos guppys barranquinos y los llevamos en bolsas a la facultad para que habitaran nuestros acuarios.

Pero solo pudimos ocupar un acuario, había otros acuarios reconstruidos que no tenían residentes. Recordé entonces que mi padre tenía un amigo exportador de peces amazónicos y le pedí que nos donara algunos ejemplares. El exportador, de quien me avergüenzo hoy no acordarme de su nombre, hizo una magnifica selección y me envió por avión 20 cajas con diferentes ejemplares de peces loretanos.

De pronto, los acuarios estaban ya habitados y lo que fue basura, se convirtió en el centro de un ambiente lleno de vida, donde mis compañeros hacían tiempo entre clase y clase para estudiar y por supuesto apoyar con el cuidado de las peceras.

Nadie me dijo nada, yo tampoco lo esperaba. Y un día; el Dr. Primo Pacheco Guillen, catedrático ya fallecido de la facultad a quien aún no conocía, me llamo a su oficina y me pregunto: ¿Tienes idea de lo que has hecho? Asustado por su pregunta y pensando lo peor, solo atine a mover negativamente la cabeza. Con sus enormes cejas y cuerpo regordete, Primo se paró de su escritorio, me abrazo y me dijo: ¡Como todos mis alumnos tuviesen tu iniciativa! ¿Entiendo que además eres pescador submarino a pulmón?, a lo que respondí afirmativamente y todavía asustado, más que sorprendido. Pero el agrego: Pues mira; soy presidente de la Federación Peruana de Caza Submarina y Actividades Subacuáticas y me gustaría invitarte a una reunión.

Ese día comenzó una larga relación con él y con muchos deportistas del buceo que jamás imagine conocer. Algunos de ellos, no solo resultaron siendo deportistas notables como Luciano Barchi, tercer lugar en el mundo o Luis Carlini Migliaro, Enrique Gallia campeones nacionales y verdaderos personajes. Estaba también Andrés Perona Miguel del Priego el primer fotógrafo submarino a pulmón del Perú. El Gral (r) Javier Tantalean Vanini, el primer Ministro de Pesquería de la historia del Perú, y el ultimo: Javier Reátegui Rosello, que luego resulto siendo el primer Ministro de la Producción, y hasta un Vicepresidente de la Republica; el Vicealmirante (r) Luis Giampietri Rojas.

El Dr. Primo Pacheco Guillen, me abrió la puerta de un mundo desconocido para mí, muchos maestros singulares, que me enseñaron cosas, y con los que viví experiencias extraordinarias en el mar, que no se aprenden en las aulas universitarias. Y todo porque no quise ser un “hayque” mas.

Hoy 40 años después, gracias a la Lista Oannes y las redes sociales de la ONG Oannes que funde hace 23 años, con más de 20,000 seguidores y miembros, leo o escucho a la gente hablar por doquier, e identifico de inmediato a los “hayque”; hay muchos, demasiados para mi gusto. Opinologos, congresistas, viceministros, ministros, funcionarios públicos, catedráticos, pseudo pescadores, en fin…la lista es larga.

Ian Montagne Ucovich, a quien no conocía, hablo conmigo hace unos meses por recomendación de un amigo común, me dijo: soy Biólogo Acuático y Magíster en Estrategias Ambientales. Mi abuelo materno, era capitán de marina mercante y me transmitió el gusto por los barcos, la navegación y la aventura. Mis abuelos paternos y mi padre, me transmitieron el gusto por la pesca deportiva. Ambos en conjunto, me nutrieron de esa curiosidad y respeto por el mar y sus habitantes en toda su extensión, con el tiempo me contagiaron su admiración por la naturaleza. Hoy practico surf y buceo con o sin tanque, y tengo una certificación PADI avanzada.


Además administro una empresa de asesoría en fertilización biológica de cultivos, biotratamiento de aguas, proyectos de paisajismo y manejo de áreas verdes (Bioforesta). Fabricamos microorganismos benéficos certificados para la agricultura orgánica. Y trabajo con otra empresa se está iniciando en los rubros agroforestal y ecoturismo en la sierra de Huánuco. Vivo en la costa norte, en la caleta El Ñuro, cerca de Los Organos, donde usualmente está fondeada mi embarcación “Alice”, rodeada de pescadores artesanales, lobos, tortugas marinas y aves guaneras. Y me gustaría hacer una expedición con “Alice”, porque buscando una guía náutica de la costa peruana con información de los servicios que ofrecen los distintos desembarcaderos, como venta de combustible, alojamiento, alimentación, compra de víveres, etc., para navegantes deportivos. No encontré lo que buscaba.

Inmediatamente me di cuenta que no tenía a un “hayque” frente a mí.

La ONG Oannes por su parte, con su pequeño presupuesto estaba avocada a promover la fotografía submarina “a pulmón” como una herramienta para la documentación, sensibilización e investigación marina costera, así que de pronto surgió la propuesta de combinar la guía, con una expedición de ecología marina, y se gestó el proyecto de investigación y sensibilización: “Recursos del Borde Costero Peruano, Litoral e Islas” (1ra etapa) que tiene el lema “De Tacna a Tumbes a Puro pulmón”.

La iniciativa de Ian y la ONG Oannes ha unido esfuerzos con la Asociación Deportiva de Pesca Submarina, el Centro de Tecnologías Avanzadas de Manufactura CETAM de la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Marina de Guerra del Perú (MGP), la Federación Deportiva Peruana de Actividades Subacuáticas (FEDEPASA), la Federación de Integración y Unificación de Pescadores Artesanales del Sur - Moquegua (FIUPAR), el Instituto de Estudios Histórico Marítimos del Perú (IEHMP), el Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola (IHMA), el Instituto del Mar del Peru (IMARPE), la ONG The Nature Conservancy (TNC), Trasub S.R.L. de Ilo, la COPMAR de Marcona, el Ministerio del Ambiente (MINAM) y el Ministerio de la Producción (PRODUCE).

Y ha conseguido hasta ahora, el patrocinio económico de diversas empresas y organizaciones como: Austral Group S.A.A., CFG – Copeinca, CLS Perú S.A., ECOTRONICA SRL, Pesquera Diamante S.A., Tecnológica de Alimentos S.A. (TASA), Certificaciones del Perú S.A. (CERPER), la Start UP H2Drones, Bioforesta y la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP).

Los “hayque” están por todos lados, son terriblemente tóxicos. Nos cargan de negativismo con su inacción, no solo son personas naturales, también son personas jurídicas o instituciones, llenas de funcionarios “hayque”, que obstruyen el camino del progreso y de las buenas iniciativas. Pero los peores “hayque” son los que te critican malamente.

Entre ellos hay algunos sujetos que hablan mal de algunos de nuestros patrocinadores, gente verdaderamente dispuesta a invertir su dinero, su tiempo o su gestión para lograr la realización de un proyecto de enorme trascendencia futura para la administración del borde costero peruano y sus recursos.

La verdadera ironía de esta experiencia es que el estado mismo ha reconocido la gran importancia de este proyecto, en los muchos oficios de respuesta que tenemos a nuestras solicitudes de apoyo y patrocinio hechas a entidades estatales. Pero el dinero para este proyecto hasta hoy viene de puro patrocinador privado. El estado solo nos ofrece su colaboración.

Algunas colaboraciones son fundamentales, necesarias e importantísimas, como la de la Marina de Guerra del Perú, por mencionar solo una. Pero otras son insuficientes o ausentes, porque dentro de estas instituciones hay muchos “hayques”. PROMPERU por ejemplo, ni siquiera se dignó recibirnos.

El proyecto pasara en los próximos días a su etapa de ejecución. Ha sido verdaderamente armado “A puro pulmón”. Pero dentro de todo su desarrollo ha estado envuelto en diversos avatares de los vaivenes de la política, algo inevitable cuando se trabaja con entidades del estado. De hecho, el reciente cambio de Ministro de Producción de alguna manera lo afecta. Mas si la ONG Oannes, está acostumbrada a pronunciarse en sus editoriales.

Una organización como la nuestra, no puede mantenerse al margen de la vida diaria en la administración de los recursos del mar. De alguna manera debe expresarse, para no ser una institución “hayque”. Escuchamos y leemos todo lo que nuestros miembros nos dicen…y son muchos.

Los temores de una regresión a la administración Humalista han vuelto a remover el sector, cuando ya se creían superados los absurdos criterios de personajes como la Ex Ministra Triveño, tan alejada de la comprensión del mar. Una nueva ministra, antigua funcionaria de la administración Humalista es nombrada y la incógnita se nota en las caras de todos los que trabajan en la pesca y en la acuicultura nacional.
La administración estatal de la pesquería nacional es tan intrincada, como incomprendida. Para el estado peruano y sus gobiernos de turno, el sector es un candelero al que prefieren asignar un abogado, un economista, un militar o a un antropólogo, antes que a un pesquero o acuicultor…y los hay muchos con gran experiencia profesional. Es muy difícil entender por qué no se sigue la lógica de nombrar a un médico como Ministro de Salud, o a un ingeniero agrónomo como Ministro de Agricultura.

Las perspectivas futuras de uno de los sectores más importantes de la economía nacional se vienen abajo cuando entra un funcionario nuevo a administrar un sector que no es de su competencia. Nuevamente hay que comenzar de cero. Y ese es el reino de los “hayque”, creativos inútiles que proponen cosas inadecuadas o dan importancia a lo menos importante.

Siempre decimos que un administrador sin conocimiento “solo tira la moneda al aire para decidir”, por que aunque escucha las propuestas del asesor “a” o “b”, no tiene el criterio suficiente para reconocer el camino correcto. O peor aún, no es capaz de hacer las preguntas adecuadas a sus funcionarios encargados de aconsejarlo, por que no tiene propósito, ni dirección que seguir. Es una veleta que baila con el viento de la presión política, sin determinación.

Compartimos con todos los que nos han escrito, su sentir. Ojala que la nueva administración tenga mucho sentido común, aunque algunos dicen que es el menos común de los sentidos. Para conocer el mar, hay que mojarse en él. Y esta no es una frase retórica. Tiene mucha profundidad. Eso es algo que los “hayque” nunca comprenderán.

Es imposible para nosotros, no sentirnos afectados por cualquier mala dirección que pueda tomar el sector. Obviamente nos ocasiona stress. Y para el stress lo mejor es una catarsis. Decir lo que se piensa sin tapujos ayuda mucho. Meterse al mar, pescar, bucear, navegarlo, fotografiarlo, es mejor y además convierte al mar en nuestra catarsis. Y eso es algo que jamás se podrá hacer desde un escritorio.