Fuente: CNN en Español, Atlanta

EE.UU. Sobreviviente de naufragio disenha una balsa salvavidas

martes 23 de abril de 2002

Steve Callahan podría haber reducido su travesía de dos meses y medio a dos
semanas si hubiera tenido su invento
22 de abril, 2002

Actualizado: 5:21 PM hora de Nueva York (2121 GMT)

Por TAMMY OAKS

LONDRES, Inglaterra - Steve Callahan ha utilizado la experiencia que le dio
estar perdido en alta mar durante dos meses y medio para diseñar una
embarcación que ayude a sobrevivir a quienes pasen por situaciones
semejantes.

Callaham describe su invento como una balsa utilitaria que funciona mejor en
el agua que una bote salvavidas convencional. Casi 20 años después de su
aventura, la fabricante náutica HydraNova Boatworks ha adoptado su diseño.

En 1982, Callahan (ahora de 50 años) se encontraba a 1.300 kilómetros al
oeste de las Islas Canarias en un viaje Atlántico en solitario cuando su
barco, el Napoleón Solo, diseñado por él mismo, se hundió por razones
desconocidas -- Callahan sospecha de una ballena u otra gran criatura
marítima --, obligándolo a abandonar la embarcación.

Callahan dijo a CNN: "Uno escapa del barco hundiéndose, y una vez dentro del
bote salvavidas eres presa de la desorientación. Te empiezas a preguntar
'¿Cómo puedo sobrevivir aquí?".

Hubo momentos en los que Callahan pensó que no lograría sobrevivir, pues
sólo el hecho de conseguir agua y comida ya era un tremendo esfuerzo.
Intentando normalizar la situación, se fijó una rutina diaria. Hacía
ejercicio todas las mañanas e ideó una forma de medir el tiempo y la
distancia.

Puede que el factor más importante de su travesía fuera un banco de peces
que le siguió a través del océano.

"Los peces me ofrecieron compañía. Me dieron alimento. Casi me mataron. Y al
final, me trajeron la salvación", declaró.

Los peces que siguieron a Callahan eran Dorados o Mahi-Mahis. El náufrago
detalla la relación que entabló con ellos en un libro titulado "Adrift" (A
la deriva).

Fabricó un arpón para pescar los peces que nadaban cerca de su bote. Después
de un tiempo, explicó, los peces aprendieron la distancia a la que llegaba
el arpón y se mantuvieron a cierta distancia de él.

En cierto momento, un enorme pescado rompió el armón y lo clavó en la cámara
de su balsa salvavidas, lo que estuvo a punto de hundirla.

Callahan aprendió que cuando aprendió que cuando apretaba sus rodillas
contra el fondo de la balsa, los peces se congregaban alrededor para frotar
o golpear el fondo, permiténdole capturar algunos con su arpón.

"Los peces se dieron cuenta de que yo era bastante peligroso para ellos. No
obstante, siguieron a mi lado. Al final del viaje, incluso metía mis manos
en el agua y los tocaba", agregó.

La concentración de peces atrajo a los pajaros, lo que, en última instancia,
condujo al rescate de Callahan, cuando un pesquero vio las aves y supuso que
habría peces cerca. Este barco lo llevó a una isla cercana a Guadalupe el 12
de abril de 1982.

Mientras trataba de sobrevivir y esperaba el rescate, Callahan dice que se
dio cuenta de las limitaciones del bote salvavidas convencional y pensó cómo
podría haber satisfecho mejor sus necesidades.

"No me propuse diseñar un nuevo bote salvavidas pero me di cuenta de que se
necesitaba uno que cumpliera mejor las funciones de un bote salvavidas. El
'clam' -- como él llama a su invento -- es un bote utilitario".

Esta embarcación ofrece, según él, todas aquellas funciones básicas que
consideró necesarias durante su estancia en alta mar.

Una marquesina incorporada a la balsa protege a los usuarios del sol y la
lluvia. El fondo está hecho de fibra de vidrio, lo que ofrece alguna
protección de la vida marina. Y lo más importante, se puede izar una vela
que permite navegar en una dirección, en lugar de dejarse llevar a la
deriva.

La travesía de Callahan se hubiera acortado notablemente si hubiera podido
navegar con la balsa que utilizó hace 20 años.

"Podría haber alcanzado una modesta velocidad de tres nudos y llegados a
Cabo Verde, en Africa, en dos semanas, en lugar de en dos meses y medio",
indicó.

La aventura de Callahan no acabó con su amor por el mar. El y su esposa
Kathy planean pasar los próximos años viviendo en un barco -- equipado con
dos "clams".