De la Ola al Empleo: La Náutica Deportiva y su Potencial para las Comunidades Costeñas en Perú

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

lunes 11 de noviembre de 2024

De la Ola al Empleo: La Náutica Deportiva y su Potencial para las Comunidades Costeñas en Perú

 


La náutica deportiva es una actividad incomprendida en el Perú. Muchas personas la discriminan, pensando que son actividades de “ricos”, sin ser capaces de comprender que alrededor del mundo es una de las actividades recreativas más populares, que además de fomentar la interacción con el medio marino y promover un estilo de vida en contacto con la naturaleza juega un papel crucial en la economía de numerosos pueblos costeros.


Las marinas le brindan servicios a la náutica y ambas crean empleo no solo directamente relacionado con la misma industria náutica, sino también como guías de turismo, instructores de deportes acuáticos, mecánicos de embarcaciones y personal de mantenimiento, y también en sectores afines, como el alojamiento, la gastronomía y el comercio minorista. Incrementando la oferta de trabajo, más allá, de las actividades económicas tradicionales, como la pesca, que pueden tener un impacto limitado debido a la sobreexplotación o a los cambios en las regulaciones.


Siempre la llegada de deportistas y turistas atraídos por la náutica deportiva fomenta un flujo de ingresos en todas las comunidades costeras. Hospedaje en hoteles, hostales y casas de huéspedes, la alimentación en restaurantes, y la compra de equipamiento o souvenirs son solo algunas de las maneras en que los visitantes alimentan la economía local. 


Está demostrado que todas las regiones donde la náutica deportiva ha sido impulsada, se ha observado un aumento en las tasas de ocupación hotelera y un crecimiento en los ingresos por turismo, lo que refuerza la importancia de esta actividad para las comunidades costeras.


El Perú, con aproximadamente 3,500 kilómetros de costa, posee un inmenso potencial para desarrollar la náutica deportiva. Las diversas condiciones climáticas, la biodiversidad marina y la variedad de paisajes costeros hacen de este país un destino atractivo para los entusiastas de deportes acuáticos. Desde el surf con olas de renombre, la pesca deportiva en las aguas ricas de la costa central, hasta el simple turista que se recuesta en la playa a tomar el sol, el potencial es vasto.


Facilitar y no encarecer la importación de embarcaciones, permitir el turismo náutico por la costa peruana y la construcción de instalaciones portuarias adecuadas es fundamental para favorecer el desarrollo de la náutica deportiva. En la actualidad, la costa peruana carece de los servicios y la infraestructura necesarios para apoyar el desarrollo de esta actividad. Por lo que considerar una política náutica que incluya puertos deportivos, marinas, zonas de lanzamiento para embarcaciones, así como instalaciones para el alquiler de equipos y escuelas de formación resulta fundamental.


Las marinas, por ejemplo, no solo sirven como un refugio seguro para embarcaciones de recreo, sino que también son centros neurálgicos para la comunidad náutica, donde se pueden realizar eventos, competiciones y actividades de formación. La creación de marinas adecuadas, con acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad y conexión a internet, permitiría atraer más turistas y fomentar un estilo de vida náutico entre los habitantes locales. 


Además, las instalaciones de pesca recreativa pueden ayudar a regular la actividad marítima, garantizando la sostenibilidad de las especies marinas y convirtiendo a la pesca deportiva en una experiencia que respete el medio ambiente. La implementación de programas de educación y concientización sobre prácticas sostenibles en la náutica deportiva también será vital para proteger los ecosistemas marinos.


Solo para graficar con un par de ejemplos: El Producto Bruto Interno (PBI) relacionado con la náutica deportiva en países como Francia e Italia, por ejemplo, muestra cifras significativas que reflejan la importancia de este sector en sus economías.


En Francia, el sector de la náutica de recreo ha mostrado un crecimiento notable. Según la Federación Francesa de Industrias Náuticas (FIN), en el periodo 2021-2022, el sector aportó con 5.400 millones de euros a las ventas de la industria y servicios náuticos. Brinda empleo a 42.898 personas y cuenta con aproximadamente 5.788 empresas. El valor añadido bruto (VAB) del sector náutico francés se estima en 3.034 millones de euros , con un total de 343.368 empleos generados.


Italia también presenta un panorama positivo. El VAB del sector náutico italiano es considerablemente más alto que el francés, alcanzando los 7.186 millones de euros En términos de empleo, genera alrededor de 92.000 puestos directos, y el impacto total del sector se extiende a aproximadamente 669.200 empleos en toda la economía.


Algunas áreas específicas en la costa peruana, como Lima, Ica, Áncash, Piura o Arequipa, podrían beneficiarse ampliamente del desarrollo de la náutica deportiva por su acceso al océano Pacífico y una creciente cultura marina. Lima, podría convertirse en un centro para eventos náuticos internacionales. Las playas del norte son ideales para deportes acuáticos y podrían atraer a turistas interesados ​​en actividades como el surf y la pesca. Y Arequipa y Moquegua, con una zona costera llena de atractivos turísticos por descubrir, pueden complementarse con diversas ofertas náuticas.


Pero cambiar de bandera un yate y nacionalizarlo como peruano, implica una serie de trámites engorrosos y onerosos requisitos establecidos por la SUNAT que alcanzan el 5% del valor del yate, además de otros costos.


No solo las autoridades son las que deben comprender que la navegación y la pesca deportiva no son actividades exclusivas de “ricos”, sino que además de aportar económicamente al desarrollo de las zonas costeras, tendrán presencia con sus naves en nuestro dominio marítimo. También los pobladores de la costa, deben tener una visión de desarrollo al respecto.


Sin duda la mayor miopía es de la autoridad tributaria que cataloga a las embarcaciones no extractivas como bienes suntuosos, cuando no necesariamente es así, pues dentro del inmenso abanico de precios globales muchas de estas embarcaciones tienen costos más bajos que un departamento para vivienda. No se comprende de donde concluye que todas las embarcaciones son de lujo, propiciando un esquema tributario que desincentiva e ignora además que toda embarcación deportiva genera en promedio 5 empleos entre directos e indirectos.


En Panamá, por ejemplo, se paga un impuesto único al momento del registro. US$1,500.00 si el propietario es extranjero y US$1,000.00 si el propietario es panameño. Además, existe una tasa bianual que se paga cada dos años de: US$1,000.00 para propietarios panameños y US$1,500.00 para propietarios extranjeros.


Supongamos que alguien quiere traer su yate o velero con bandera extranjera para pasar una temporada de vacaciones en la costa peruana. Enfrentará una compleja tramitación que implica una “importación temporal del navío” que implica incluso una carta fianza y casi un mes de tramitación. 


Sin embargo, en la mayoría de los países del mundo, un navegante extranjero, informa su llegada por radio a capitanía al llegar a un puerto o caleta, y después recibirá la visita de la capitanía a bordo, que solicitara los documentos del barco, de los embarcados, hará una inspección, les dará la bienvenida y preguntaran cuando zarparan, recordándoles que deben registrar él zarpe antes de irse. Solo se paga por conceptos elementales como atraque o derechos portuarios.


Pero como siempre, los peruanos hacemos todo complicado, sin la visión suficiente respecto a la gran oportunidad que representa el desarrollo costero, bien planificado, eco amigable y sostenible.