El pescador y los peces...la distancia que nos separa

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la Junta Directiva de Oannes

martes 8 de noviembre de 2016



El mar y su extraordinaria vida, son motivo de inagotable pasión para mi. Mi vida en general a girado en torno al mar, primero como pescador submarino en apnea (a pulmón), después como estudiante universitario de ingeniería pesquera, luego como empresario en productos hidrobiológicos, como consultor pesquero y acuícola, como vacacionista playero, y finalmente como un empecinado estudioso del sector pesquero y acuícola...pero los años pasan. Y a su paso, me alejo poco a poco y paulatinamente del mar, seguramente llegara el momento en que solo me quede contemplarlo desde la orilla, o desde un buen mirador. Sin embargo para la mayoría de los peruanos, esto es precisamente lo común, mirarlo desde la orilla. 
 
La vivencia de visitar los fondos marinos es única. Solo la sensación de ingravidez que tienes al bucear, hace que sea una experiencia de otro mundo. Pero hay tambien una extraordinaria explosión de vida, inemensa diversidad, miles de colores, variedad de formas, y movimientos, que hacen que esta vivencia sea mas que extraordinaria. Pero la inmmersion frecuente en este medio ambiente les lo que hace que comiences a comprender sus interacciones mejor que los demás. Un gran privilegio sin duda, y algo de lo que estoy inmensamente agradecido a la vida. Lo que he visto en el mar, por debajo y sobre el, han sido cosas maravillosas, asombrosas y también alguna vez terroríficas...de verdadero miedo. Sin embargo al final son un cumulo de experiencias fantásticas, que uno siempre quiere compartir de alguna forma a través de lo limitado que es para el caso el lenguaje escrito. 
 
Hace unos días, después de regalarle un par de pescados a una vieja amiga, ella me preguntaba capciosamente: "Pancho antes venias con una caja llena de pescado y ahora con tu bolsita térmica; antes eran pescadazos y ahora son mas chicos...¿Por que?". Casi sin pensar respondí: "Es que con el paso del tiempo, la distancia entre el pescador y los peces se hace cada vez mas grande" 
 
El trivial momento y la frase veloz, me dejo dándole vueltas a la impensada respuesta. Claro que me refería concretamente a la pesca submarina en apnea, que es el deporte que practico y sobre el que tengo amplia experiencia. Por que mi respuesta es exactamente adecuada a mi circunstancia como pescador submarino y los mas de 35 años que llevo practicando este deporte. 
 
A los 20 años en la plenitud de tus condiciones físicas, estudiando en la universidad; tu mundo es totalmente diferente al que vives hoy con 57 años cumplidos. Recordé que en aquellos años, vivía solo en un balneario del sur, ya tenia un pequeño negocio de abastecimiento de langosta viva a hoteles, restaurantes y casas de buffet, estudiaba en la universidad y mi vida se limitaba a controlar el negocio, los estudios y bucear casi todos los días desde Playa Arica hasta Pucusana, que era entonces mi zona de pesca o mi "coto de caza". Ciertamente como bien decía mi amiga, los pescados eran mas grandes, las pescas eran mas abundantes y mi refrigerador siempre estaba lleno de pescado, que mas de una vez se renovaba al "trueque" con el carnicero o pollero del mercado. Realmente pocos a esa edad podían vivir como yo. 
 
Pasados los años; los días de trabajo en la oficina y el esfuerzo por cientos de emprendimientos, redujeron las faenas de pesca a los fines de semana, y eso, que solo cuando el mar estaba limpio y tranquilo, realmente valía la pena ir a bucear el fin de semana. Lo que redujo sustancialmente las faenas de pesca a una o dos por mes. Habiendo temporadas de casi tres o cuatro meses sin poder bucear. La conservación del estado físico, por supuesto podía de alguna manera lograrse nadando rutinariamente en una piscina. Sin embargo el paso de los años, no tiene forma de evitarse.  
 
Con el tiempo mi gusto juvenil por la equitación, el motociclismo y la vida acelerada, responsable de muchos de mis accidentes graves, comenzaron a pasarme factura. Algunas fracturas de huesos antiguas comienzan a doler, aparecen cientos de achaques y dolencias, haciendo que la lucha por mantenerse en forma para seguir practicando un deporte tan exigente como pesca submarina en apnea, sea cada vez mas difícil. Llega entonces el momento en que encuentras tedioso nadar todos los días durante una hora en una piscina, felizmente gracias a la tecnología las aletas, la mascara y el snorkel son mas cómodas y ergonómicas, pero apareció el reproductor musical a prueba de agua y con eso, el aburrido mundo del entrenamiento en una piscina tomo el ritmo de la samba brasilera, haciendo que nadar 3000 metros todos los días siga siendo un gran esfuerzo que puedes hacer alegremente. 
 
El mar ya no es el mismo de hace 37 años, ha cambiado de muchas formas y muchas veces, hemos tenido periodos de escasez y periodos de abundancia, periodos fríos y otros mas cálidos, también tiempos de aguas cristalinas como de aguas turbias o simplemente largas temporadas de aguas movidas y pocas calmas o viceversa. En lo biológico, algunas especies se han ido, otras nunca se fueron y otras están volviendo. Sin embargo en ese medio ambiente costero y bentónico al que accedemos los buzos a pulmón, que esta entre los 0 y 25 metros de profundidad y a una distancia promedio de media milla de la orilla, la acción del hombre ha sido notable, algunas especies, no se fueron simplemente, sino que fueron depredadas sin control alguno por parte del pescador o por parte de la desidia de las autoridades de turno, esto es mucho mas notorio en los animales que tienen limitaciones de movimiento. No así con los peces, que por su amplia movilidad, pueden desplazarse a lugares mas protegidos, desarrollando además un sentido de supervivencia que los pone lejos del alcance del humano depredador. 
 
Esto es mas fácil de apreciar para un pescador submarino como yo, cuando tienes aguas extraordinariamente claras, con visibilidades de mas de 25 metros, que son tan raras en el Perú como los mares calmos. Solo hace un par de fines de semana, se dieron ambas condiciones, fuimos a bucear a un lugar cuyos fondos me gustan mucho; se trata de un sitio de altos acantilados rocosos, cuyas paredes se han ido desprendiendo en tiempos geológicos, y formando roquerías en el fondo del mar que van descendiendo hacia el fondo marino.  
 
Mientras buceaba entre los 0 y los 10 metros de profundidad, veía como el hábitat rocoso estaba casi desierto de peces grandes, las cavernas formadas con las rocas que cayeron del acantilado, que antes alojaban peces grandes, estaban vacías o los pocos peces capturables eran tan rápidos que ni bien sentían mi descenso, huían raudos a otros huecos, sin dar la oportunidad de ser capturados. Intente entonces darle una mirada a los lugares mas profundos y mas alejados de la orilla y grande fue mi sorpresa, cuando al llegar a los 16 metros, pude ver gran movimiento de peces de buen tamaño a unos 5 o 6 metros mas abajo, precisamente adonde ahora ya no puedo llegar y antes si. Sin embargo hace solo algunos años, ese movimiento de peces, era razón suficiente para lanzarse a pescarlos, pero claro se daba en otras zonas...a 10 metros mas arriba.  
 
Hoy el estrato superior de los fondos rocosos costeros, esta inundado de especies pequeñas o juveniles, miles de chitas, castañuelas, pintadillas, tramboyos y demás fauna de menos de 10 o 15 cm, pero los peces mas grandes, siguen ahí, a mayor profundidad; protegiéndose de su principal depredador, un pescador submarino como yo.  


De hecho, algunas especies costeras del Perú, son extremadamente resistentes a todas las variaciones de nuestro mar. Un gran ejemplo de ellas es la Chita, viven en cardúmenes a lo largo de toda la costa peruana, y gustan de lugares rocosos con abundante oxigeno, ahí donde rompen las olas, en muy poca profundidad. Pero también pueden encontrarse a mayor profundidad, normalmente en horas de las tarde. Esta especie se ha adaptado a la variabilidad del mar peruano de manera asombrosa, escapando incluso del depredador humano y de alguna forma además logro llamar la atención de biólogos e investigadores del IMARPE, que lograron hace un par de años su reproducción en laboratorio y desde entonces han avanzado exitosamente en su domesticación, brindándole a esta especie, no solo la capacidad de supervivir, sino además de ser una de las especies marinas del Perú, con mejor potencial para la acuicultura. 


El lenguado, es también otra especie sumamente resistente, que el estado peruano, a través del FONDEPES y el IMARPE sigue intentando domesticar y con quien ha logrado importantes éxitos a lo largo del tiempo. Hoy es la única especie de peces del mar Peruano que es posible encontrar en un restaurante gracias al desarrollo de la acuicultura. 


Ambas especies son casos interesantes ya que ambas han sido muy depredadas, la chita sobrevive increíblemente a la explotación del "traqueteo", un tipo de red de encierro operada por buzos, con la cual se pueden lograr capturas espectaculares y muy valiosas. Y aunque la red de encierro operada por buzos esta prohibida, la descripción que hace la normativa del arte, se refiere a una variable que se usa mas en el norte del Perú que en la zona sur, donde este arte de pesca es un tanto diferente aunque la técnica de captura es mas o menos la misma. Lo que resulta realmente común es que no existe ningún control por parte de las autoridades pertinentes y aunque el arte esta prohibido, los "traqueteros" siguen con su accionar depredando y depredando. 


El lenguado mas bien tiene otra historia de depredación, donde sin duda muchos buzos a pulmón y las embarcaciones rederas que limpian las orillas de playa, tenemos gran responsabilidad. El lenguado peruano suele dormir en playas tranquilas y arenosas, esto lo saben muchos pescadores. Así que algunos buzos a pulmón, conociendo el alto valor de la especie, comenzaron a pescarlo de noche en estos lugares, logrando capturas importantes. Pero la depredación, puede que sea menor que la que ocasionan los botes que usan pequeñas redes de arrastre o la de los "chichorreros" de orilla. El "chichorro" es un arte regulado, mas la pesca nocturna del lenguado por buzos no. Faltando aquí hacer cumplir las normas existentes para el caso del "chinchorro" y por supuesto regular la pesca nocturna de lenguado por buzos. 


La enorme diversidad de especies costeras peruanas, hace que también existan diversos métodos de captura, que la mayoría de los peruanos que miramos el mar desde simplemente la orilla ni siquiera conocemos. Mientras dormimos, algunos malos pescadores usan explosivos para pescar en diversas puntas o arrecifes costeros. Aquí mismo en Lima y Callao, en la Costa Verde, en Peña Horadada, La Chira o La Isla san Lorenzo, son frecuentes lugares de captura de los "bomberos"...nadie los ve, nadie los oye, nadie los denuncia; y eso que la pesca con explosivos esta totalmente prohibida.  


Cuando los moluscos bivalvos abundan, los buzos que trabajan con aire comprimido, tienen trabajo y ni miran a los peces. Pero cuando no hay conchitas de abanico, choros, caracoles, lapas o erizos, lo mas probable es que el buzo tome un arpón de pesca submarina se siente con su dotacion de aire comprimido en un fondo marino, rompiendo algunos mariscos, para atraer a los peces, mientras hace una sesión de "tiro al blanco" que depreda muchas especies de peces, que no tienen ni la talla mínima para alcanzar su maduración. Es muy fácil encontrar en los mercados muchas cabrillas de 300 gr. Atravesadas por un arpón. Para un buzo "a pulmón" esas capturas serian imposibles, por que puede matar una, dos o tres cabrillas antes de que estas se profundicen y se pongan fuera de su alcance. 


La pesca con arpón y el uso del aire comprimido, esta prohibida en muchos lugares del mundo, pero aquí en el Perú no. Además, aunque se han establecido tallas mínimas de varias especies, aun continúan muchas fuera de la lista. Y ni que decir del control, que por ser pesquerías de menor cuantía, ni existe. 


La abundancia relativa de especies, no depende solamente de la anchoveta, jurel, caballa, perico, pota, estas son especies abundantes del medio ambiente pelágico y semi pelagico. Pero no olvidamos de que los mejores placeres del mar. han estado siempre muy cerca a nosotros y han sido la captura tradicional del pescador artesanal. La gran mayoría de las especies costeras del mar peruano, son de gran valor por su sabor y calidad de carnes, que dan a nuestra gastronomía ese prestigio internacional. Quien no da valor a un cebiche de lenguado, a una chita frita o un chupín de tramboyo. Estas especies son también domesticables, los esfuerzos por convertirlas en especies útiles para la maricultura, son de los mejores esfuerzos que podemos y debemos hacer. Pero primero hay que protegerlas y eso depende mucho del estado peruano y del mismo pescador.  


Quizá la distancia que cada vez separa mas al pescador de los peces, no esta en la edad y condición física del pescador submarino, como inicialmente pensé al responder a mi amiga. Sino mas bien en la capacidad de comprender mejor a las especies de las que nos alimentamos. Lograr la sostenibilidad de sus capturas depende fundamentalmente del conocimiento que tengamos sobre su biología, pero conociendo su biología el siguiente paso es su domesticación. Es una larga distancia, pero no inalcanzable.