Marino, buzo, héroe nacional, gran amigo y mejor consejero. ¡Gracias Luis Giampietri!

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

viernes 6 de octubre de 2023

Marino, buzo, héroe nacional, gran amigo y mejor consejero. ¡Gracias Luis Giampietri!

¡Muy buena foto Pancho, la reunión estuvo espectacular!... ¡Nada Luchito! Respondí. ¡Estamos encantados, ha sido un placer para todos los socios del club invitarlos, atenderlos y agasajarlos, gracias por traer al Mico!... ¿Te diste cuenta como el "Mico" entro y como salió de la reunión? Le pregunté. 


¡Si! Al principio estaba renegando como siempre, entro a la casa caminando como un viejito, y salió listo para irse a un baile o a bucear. Todo el camino de retorno a La Punta, estuvo pletórico, feliz, fue un gusto verlo sonreír. Me respondió.


Recuerdo el diálogo con claridad porque sucedió después de mostrarle la memorable foto de la reunión, que ahora comparto públicamente. La reunión fue una invitación de los socios del club "Rascapalayas" (El club de submarinismo más antiguo del Perú) y tenía como propósito homenajear a los "Tíos" como cariñosamente los llamábamos; Lucho Giampietri, Luis Carlini (Carloncho), Luciano Barchi (Mico), Jorge (Mikey) Alvares Von Mack, Juan Enrique Gallia, Miguel Angel Gallia (Lamentablemente fallecido hoy 5 de octubre 2023 mientras terminaba de redactar estas palabras) y Luis Beingolea. La razón era simple, juntos habíamos pasado momentos inolvidables en el mar y en la foto, hay cientos de horas de agua en el mar.


Si mal no recuerdo, llevar a Luciano Barchi, era el favor que le habíamos pedido a Lucho Giampietri. Luciano ya no podía bucear, estaba casi ciego y muy deprimido, todos nos habíamos desconectado. Luciano (ya fallecido) sigue siendo el buzo deportivo más destacado de la historia peruana, su clasificación en el tercer lugar del Campeonato Mundial de Pesca Submarina, organizado por la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas (CMAS) en Chile en 1971, no ha sido superado por ningún peruano. La invitación y agasajo, organizado por el club, buscaba juntar a un grupo de hermanos en el mar. 


La foto se hizo luego de una grata humorada, con el marco de un espejo, parte de la remodelación de la casa de nuestro anfitrión. La chacota era que "Los Rascaplayas se salían del marco, pero por gorditos". No recuerdo a quién se le ocurrió la idea, pero fue motivo de chanza y mucha diversión.


Mi padre y él se conocían, no sé en qué circunstancias, imagino que en ámbito militar por su profesión, sea como sea, mi padre me lo confirmo y Lucho siempre me lo recordó. Pero yo conocí a Lucho cuando fue Presidente de la Federación de Caza Submarina y Actividades Subacuáticas. Luego de un campeonato de pesca submarina, me vio moqueando y llorando porque el ají del ceviche estaba fuerte, al pasar me palmeo el hombro diciéndome: "No llores, la sarna con gusto no pica, además no te ha ido tan mal en el campeonato" y con lágrimas en los ojos, le pedí conversar sobre un proyecto de libro, que tenía en mis manos sobre la pesca submarina en el Perú. Él gentilmente me recibió días después, en su casa en la urbanización Neptuno, hoy La Molina.


Conversamos mientras ojeaba el proyecto y a pesar de los 19 años de diferencia establecimos un contacto, principalmente telefónico, porque luego se mudó a La Punta, y yo seguí viviendo en La Molina, donde vivo desde hace 48 años. Recuerdo una llamada en particular. Él era presidente del IMARPE y yo gerenciaba una flota orientada a nuevas pesquerías, un proyecto que comenzó en SIPESA:


¿Pancho por qué me enmiendas la plana? ¡Cómo jodes! Me decía a través del teléfono. ¡Pucha Luchito! - le respondí - es que la estadística que te han puesto en el discurso de la pesca de profundidad y algunos de los conceptos no están bien pues, no sé quién te ha escrito el discurso, pero quien lo haya hecho; es un teórico. Hablamos sobre las diversas pesquerías alternativas a las pesquerías peruanas tradicionales y como desarrollarlas. La inmediata consecuencia fue la oportunidad de hablar largo y tendido con el Dr. Marco Espino, a quien invitamos por recomendación de Lucho a almorzar en el barco de unos amigos de Vladivostok, que estaban de paso por Callao. Un hermoso barco dedicado a la pesquería de líneas de anzuelos y trampas, que nos mostraron con total apertura.


Durante su presidencia en el IMARPE se presentó una propuesta para transformar barcos retirados de la pesca de anchoveta, en calamareras. Lamentablemente, nadie presto atención a su interesantísima propuesta. Hoy el escenario de la pesca del calamar, sería muy diferente.


En otro momento nos ilusionamos mucho con la posibilidad de que una inversión japonesa construyera un acuario en La Punta. Lucho durante el tiempo que paso por el IMARPE, impulso esa idea y su apoyo para lograr ese objetivo fue total durante el tiempo que fue congresista y vicepresidente. Fue una lástima que no se pudiera concretar. "Con un acuario, no solo se desarrollan muchas cosas, sino que además se pueden estudiar las especies por las que tanto jorobas, me decía con una sonrisa".


Los recordatorios también eran frecuentes, desde él: ¡Apóyanos con Oannes, para que la Marina tenga su buque velero pues!... hasta sus comentarios sobre El Niño, días antes de su fallecimiento: "No estamos preparados para recibir El Niño y menos un despelote como el que se está armando. Estamos simplemente curando heridas y esto no es suficiente. Creo deberías sacar o comenzar una campaña para alertar sobre el descuido en el que estamos cayendo. Esta es mi opinión y la mantengo, no han hecho nada de prevención y en algún momento los daños van a impedir que los equipos se desplacen hasta los lugares donde se tiene que trabajar y esto aumentará la desconexión del Perú, ya no solo en el sur por razones políticas, sino también en el norte por razones físicas."... Lo tengo registrado en mi chat.


A pocos días de la publicación de nuestro último libro "Bajo las Olas" lo visité en su casa en La Punta, para regalarle algunos ejemplares. Fue una tertulia de amigos, devorando un par de panes con salchicha y un café. ¡Qué momento más grato! ¡Recordamos a los amigos comunes y tantas cosas! Hasta que finalmente me hablo de la detección del "cangrejo": "Pancho estoy tan lesionado que me puedo morir de varias cosas, ahora súmale el cangrejo, la verdad ya me da risa"... y ese día nos reímos de la muerte por unos minutos. Lucho sabia de mis accidentes y del cáncer que supere hace años, se lo comente una vez, hace mucho tiempo, pero él lo recordaba bien, por lo que era común que me preguntara casi siempre: ¿Y como va la Yapa? A lo que siempre respondía: ¡De repente estamos predestinados Lucho, si la parca no nos quiere aún, por algo será, seguro algún asunto tenemos pendiente!


Luego de la muerte de su esposa, Lucho, incluyo la palabra "soledad" en su lenguaje. Era un afecto inmenso que enternecía a cualquiera. Me hice el propósito de que cada vez que fuera a La Punta, lo contactaría para ver la posibilidad de visitarlo un rato. Felizmente, fue posible varias veces. Él siempre recibía con absoluta cordialidad a todo aquel que lo visitaba. 


Algunas personas son definitivamente trascendentes en la vida y en la historia, Lucho es una de ellas. No solo por su enorme amor por el Perú y su vida al servicio de la patria o de los peruanos. Si no por su don de gente, su carácter siempre firme, sereno y valiente. 


Luis Giampietri Rojas, marino, héroe nacional, gran amigo, extraordinario consejero; ha sido un honor conocerte.