Trabajando en un pequeño faro a merced de los vientos

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la Junta Directiva de la ONG Oannes

lunes 1 de mayo de 2017


Las columnas del tren eléctrico limeño eran un monumento a la corrupción; quiza lo sigan siendo. Pero los peruanos vimos ese monumento inconcluso durante mas de 20 años, mientras Lima se llenaba de trafico y un transporte publico cada día mas caótico. Tuvo que regresar el presidente que lo inicio, para terminarlo e inaugurarlo.

Hoy no solo Lima esta beneficiada por este moderno sistema de transporte publico que existe en muchísimas capitales y grandes ciudades del mundo, y que moviliza a millones de ciudadanos. Sino que ademas el solo hecho de que se inaugurara la primera etapa, sirvió para que se construyera la segunda y se avanzara en la linea dos y en el diseño de las demás lineas. Demostrando su utilidad y necesidad, aunque nuevamente el fantasma de la corrupción amenaza con detener obras tan importantes para los ciudadanos. Y no sabemos aun cuando se culminara la linea 2 o la 3, y cuantas mas se necesiten. En el Perú, hacer obras trascendentales es muy dificil.

Hace también algunos años atrás un gobierno “de facto” construyo grandes complejos pesqueros, basándose en políticas de desarrollo del consumo humano directo (CHD) muchos decían que eran “elefantes blancos” en alusión a fantasiosas y super-dimensionadas obras. Sin embargo hoy muchos de esos “elefantes blancos” son centros de produccion de muchas empresas que alquilan los servicios y son grandes exportadores, beneficiándose de la infraestructura construida, pero tratando de olvidar al constructor.

Hoy promovemos una política de CHD, que no solo era acertada antes, sino absolutamente necesaria, pero la idea no vino del gobierno “de facto”, vino desde 1907, mucho tiempo atrás. Hace mas de 100 años que el Perú busca el camino de un uso sostenible y eficiente de sus recursos hidrobiologicos para generar riqueza y progreso a los que trabajan en el sector y para alimentar un mundo hambriento y muchas veces mal nutrido.

En este día, no solo quiero felicitar a los trabajadores. Sino también a todos aquellos visionarios que desde hace mucho tiempo atrás nos vienen diciendo como se deben hacer las cosas, para que muchos de nosotros tengamos trabajo.

En este mundo de intereses encontrados, donde la política se confunde con la demagogia, donde resulta mas conveniente tener a un pueblo sin educación, que permitir que rompa las cadenas de la ignorancia. Nuestra organización ha sido durante mas de 20 años una pequeña vela encendida a merced de los vientos, luchando por no apagarse para seguir iluminando cual diminuto faro, el rumbo de los hombres que aman el mar, que viven de el, que quieren seguir trabajando en el, y que desean fervientemente dejar un legado para las próximas generaciones.

Mucha gente cree que ganamos o manejamos millones, otros que trabajamos para los intereses de alguien en particular, hay quienes nos insultan y también el que nos alienta. Pero en estos mas de 20 años, solo hemos sido fieles a los ideales que dieron origen a nuestra fundación:

"Difundir y promocionar una cultura orientada al desarrollo oceánico mediante la utilización de cualquier medio de difusión publico o privado, educando día a día sobre los diversos temas del mar y su administracion.

Promocionamos, desarrollamos y ponemos en operación estudios y/o proyectos relacionados con el océano, los seres que el habitan o que dependen económicamente de el.

Y mantenemos una red de comunicaciones estable y permanente, que integra universidades, institutos de educación superior, institutos de investigación marina, públicos y privados, empresas relacionadas con la actividad marítima, docentes, profesionales y estudiantes de todo el mundo".

La ONG Oannes, se esfuerza por ser objetiva en la informacion que distribuye, no somos un medio de prensa, somos un sistema de comunicación que promueve el dialogo y el intercambio de informacion para el desarrollo de los pueblos ribereños, la sostenibilidad de sus recursos y el uso eco-amigable de los mismos. Nuestros fines son academicos, no el lucro, ni la defensa de intereses subalternos.

Y la objetividad tiene un costo, es muy común que hagamos un trabajo silencioso y solitario. Pero aquí desde este humilde espacio, hemos logrado formar una gran comunidad, con gente que cree en nuestros ideales, incluso antiguos escépticos hoy son nuestros principales aliados.

Debemos tener fe en el CHD y en su desarrollo. Es el camino que la pesqueria y acuicultura nacional deben seguir, la ademas ley lo considera preferente. Pero mucho camino falta aun por recorrer. Muchas mentes por convencer. Muchos mitos por derribar.

Creemos firmemente en el trabajo perseverante y disciplinado, muchas veces no es necesario dinero para lograr un objetivo, sino una gestión con tesón y la verdad de tu lado. Pero también muchas veces la verdad incomoda. No importa, educando mostraremos al peruano que no debe vivir de espaldas al mar, que en el esta su futuro, su distracción, su riqueza y su satisfacción de alimentar a un mundo hambriento.