Fuente: Infobae, Buenos Aires

Argentina - Lavan narcodinero comerciando con aletas de tiburon

miércoles 9 de marzo de 2005

Los traficantes de drogas colombianos han encontrado en esa industria una nueva fuente para la evasión fiscal. Así lo reveló el grupo conservacionista internacional WildAid

EFE.- La implicación de los traficantes de drogas en este mercado fue documentada por WildAid durante una larga investigación en la llamada región Tropical Oriental del océano Pacífico, que alcanza a Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica.

El estudio fue presentado hoy en Bogotá por esa organización internacional, con sede en Londres, y la Fundación Malpelo, entidad privada colombiana con tareas de conservación en el mismo océano.

Según la investigación de WildAid, los narcotraficantes de Colombia "ahora participan en el comercio de aletas, como un método para el lavado de dinero".

Esa participación ha generado un activo mercado de aletas en la frontera costera suroccidental de Colombia con Ecuador, añade la investigación, titulada "Tocando fondo: la desaparición de los tiburones en el Pacífico Tropical Oriental".

La fuente precisa que en Buenaventura, principal puerto colombiano sobre el Pacífico, un pescador puede recibir de 120.000 a 180.000 pesos (de 51,61 a
77,42 dólares) por cada kilogramo de aletas de tiburón.

En Ecuador, adonde son trasladadas las cargas, ese mismo kilogramo alcanza un valor de 140 dólares, según WildAid, que observó que desde este país algunos "exportadores" etiquetan las aletas, ya secas, como "plástico", y las envían a destinos asiáticos, como Hong Kong, donde un restaurante de lujo cobra hasta 100 dólares por una sopa de aleta.

Hong Kong es el primer mercado de las aletas de escualo que son exportadas desde Colombia, país del que salen legalmente al mes unos 1.800 kilos, según la misma fuente, que advirtió de que en este país, como en los otros tres, las cifras se corresponden apenas con los registros oficiales.

"Unas 10.000 toneladas de aletas son comercializadas al año en todo el mundo, lo que implica la muerte de más de 100 millones de tiburones", dijo en Bogotá la experta Susie Watts, investigadora de WildAid.

La especialista observó que la población de tiburones en la región ha sido diezmada como consecuencia de una pesca indiscriminada e ilegal, por lo que reclamó de los gobiernos y los organismos internacionales acciones rápidas.

WildAid dijo que son, en general, taiwaneses y chinos los que controlan el mercado de las aletas en los cuatro países mencionados, que en 2002 crearon el Corredor Biológico del Pacífico, mediante un acuerdo tendente a la conservación y el desarrollo sostenible del recurso marino.

El llamado Corredor Pacífico tiene un área de 211 millones de hectáreas y comprende las áreas protegidas insulares de Galápagos (Ecuador), Gorgona y Malpelo (Colombia), Coiba (Panamá) y del Coco (Costa Rica).

La directora de la Fundación Malpelo, Sandra Bessudo, dijo que WildAid estableció que sólo en 2003, en la parte colombiana, fueron sacrificados 63.000 tiburones, con el corte de las aletas.

Como en otras partes del Pacífico, de las aguas colombianas han desaparecido algunas especies de tiburón, como el martillo, mientras que de otras, como el mako y el sedoso, quedan poblaciones de ejemplares que no han llegado a la vida reproductiva.

En las aguas colombianas pescan unas 495 embarcaciones, 350 de ellas con banderas de países extranjeros, como Japón, Taiwán, Ecuador y México.