Colegios e Universidades ¿Centros de Ideologización? ¿De quien?

Autor: Francisco J. Miranda Avalos - Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

miércoles 23 de agosto de 2017

En 1982, estábamos en pleno ataque de Sendero Luminoso, tenia 23 años de edad. Mi padre asumió en Enero de ese año la Comandancia General del Ejercito y Jefatura del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Muchos amigos y conocidos míos murieron durante la guerra contra la subversión. Algunos oficiales y suboficiales del ejercito, fueron asesinados y previamente torturados por el terrorismo de manera terrible en los primeros años, mientras se transportaban de su casa a sus cuarteles en los ómnibus de servicio provincial. Los terroristas los identificaban por que no portaban Libreta Electoral, sino un documento blanco llamado Carnet de Identidad Personal; uno como el que yo tuve alguna vez, como familia de militar, antes de cumplir los 18 años y obtener la mayoría de edad.

Mi padre me hizo pasar a su escritorio en Diciembre del 1981, cerro la puerta y me dijo: “Eres mi único hijo hombre, aun eres universitario, pero también has seguido cursos de comunicaciones, inteligencia y manejo de armas en el ejercito, eres reserva de la institución. A partir del 1ro de Enero una parte de nuestra vida cambiara y obviamente la tuya también. Todo lo que tu y yo conversemos desde entonces será absolutamente confidencial y debes mantener el secreto por la seguridad de nuestra familia, de mi cargo y por supuesto del país. Vivimos tiempos difíciles, ya te has dado cuenta, pero ahora además somos un objetivo valioso para subversión, van a querer matarnos o dañarnos, tienes que ayudarme a protegernos y es hora de que madures”.

Mi disipada vida de activo playero, pescador submarino y universitario relajado, con su propio negocio de abastecimiento de langostas vivas a hoteles y restaurantes, tuvo de pronto un encuentro con una realidad diferente y muy cruda. Y desde el 1ro de Enero de 1982 hasta el ultimo día de ese año, me convertí en una suerte de asistente personal de un General de División, recogiendo los informes de inteligencia que el ejercito hacia llegar a la casa todos los días y leyéndolos en voz alta mientras el General se afeitaba.

No era la primera vez que mi padre tenia este tipo de conducta conmigo, ya antes cuando solo tenia 12 años de edad y fue Agregado Militar del Perú en Argentina, íbamos todos los sábados a su oficina en la Embajada en Buenos Aires y mientras me dejaba como tarea resolver 100 problemas de un odiado Baldor, el iba preparando y comentándome su informe semanal. Dos años después cuando tuvo que hacer sus estudios en el CAEM (Centro de Altos Estudios Militares), me dejaba copias de sus separatas para leer, que luego como un examen, me consultaba y comentaba, al practicar equitación juntos, también los sábados.

Dudo mucho que mi padre quisiera que fuese militar. De hecho nunca estuvo de acuerdo con enviarme a un colegio militar, cosa que mi madre si penso. En una oportunidad se lo pregunte y solo obtuve como respuesta el clásico: “se lo que quieras ser, pero lo que seas hazlo bien y con pasión, no pierdas el tiempo en cosas que no te gustan”.

La verdad es que antes que militar, mi padre era un gran maestro, duro e inflexible con las calificaciones y muy hábil con las ciencias matemáticas en particular. Ciencias que trato de inculcarme “a como diera lugar”, y cuando se cansaba de mi cabeza dura, contrataba un profesor. Para el la lógica que las ciencias matemáticas brindaban eran la base de cualquier pensamiento racional.

A lo largo de mi vida estudiantil he tenido tantos profesores particulares como maestros en el colegio. Todos fracasaban tarde o temprano, por que aprendí como seducirlos y llevarlos a que me enseñaran las materias que realmente me atraían. Cosa que irritaba a mi padre y eran motivo de la despedida cordial de mi docente particular. Los profesores particulares eran para mi torturadores, que solo me quitaban el tiempo libre después del colegio.

Recuerdo con mucho cariño a un físico peruano, profesor universitario en Buenos Aires, del que por desgracia no me acuerdo su nombre. El tuvo la vil tarea de fortalecerme en algebra, curso que aun no llevaba en el colegio. Pero mi padre creía que debía aprender algebra y cuando el decía que debía aprender algo, nadie se lo sacaba del pensamiento. El buen profesor, termino hablándome del espacio, las galaxias y los agujeros negros, cuando cansado de tratar de meterme el algebra por las narices, finalmente cedió a mi seductoras e inquisitivas preguntas sobre las otras materias que el dominaba. No duro un mes antes de ser despedido…pero me regalo un libro que guardo con cariño: “Algebra Recreativa” de Yakov Perelman (http://www.librosmaravillosos.com/algebrarecreativa/pdf/Algebra%20recreativa%20-%20Yakov%20Perelman.pdf); que pena que no me lo dedicara, hoy recordaría su nombre.

Educar es una actividad pasional. Y sin duda, la pasión es lo que mas valoro en un maestro. Sin embargo, su vocación, compromiso y amplia dedicación por encima de su salario hace que abusemos de su pasión. Explicando de alguna forma el trato inhumano que el estado y el peruano en general le da a los maestros. Con los bajos salarios que perciben, olvidamos que los maestros también tienen familias.

Un maestro puede cambiar la vida de una persona, puede construir el carácter de un joven y encaminarlo por un rumbo en particular. Su influencia en nuestras vidas y en la vida de todos los educandos es fundamental. En mi caso en particular la influencia de mis padres como maestros fue un privilegio adicional, mi madre me enseño a leer y escribir antes de ir al colegio, mi padre me enseño las matemáticas hasta el cansancio, siendo el eje básico de una formación donde además suyo, intervinieron muchos maestros mas, la mayoría memorables.

Mi ejemplo sin embargo no es el de todos los peruanos. Y esto es algo que Sendero Luminoso conoce muy bien, ya desde su creación, su primer objetivo fue la formación de cuadros, usando a los catedráticos en un trabajo de concientización de estudiantes. Guzmán, llego a ser directivo universitario y durante el tiempo que tuvo ese cargo, logro introducir un conjunto de cambios curriculares incluyendo asignaturas basadas en los manuales marxistas que se caracterizaban por imponer esa doctrina intransigente, que reclama ser poseedora de la verdad universal. Exigiendo antes que nada, la renuncia a la propia individualidad y la sumisión absoluta al pensamiento y doctrina del partido.

Desde sus inicios, Sendero siempre considero a los colegios y a las universidades como “Centros de Ideologización”. Y hoy con sus nuevas fachas, pero con la misma ideología, muchos maestros infiltrados utilizan la misma estrategia, les pagamos con nuestros impuestos para que antes que <formar a sus alumnos en la “ideología burguesa” que el estado Peruano propone con su actual plan curricular nacional, los formen con una “ideología senderista”>. Sendero Luminoso no ha desaparecido, solo cambio de ropa. La ultima exposición hecha por el Ministro Basombrio ante el congreso debe ser vista en su totalidad (https://www.youtube.com/watch?v=IMQCZxqZ9rw) por que nos muestra al Sendero Luminoso que conocí, un enemigo real que el Perú no ha terminado de vencer.

Por cierto, solo un pequeño grupo de maestros cultivan la ideología senderista, no todos. Pero incluso con un pequeño grupúsculo, pueden lograr gran influencia sobre los demás, y es una guadaña pendiendo sobre la cabeza de los educandos peruanos y de ese sistema de vida “burguesa” que ambicionamos para nuestros hijos, basado en la libertad, el dialogo democrático y la unión sobre la base de consensos que permite el desarrollo.

Una mente abierta a la educación, se forma desde el vientre materno hasta los primeros 5 años, con alimentos ricos en proteínas y otros muchos componentes que proporciona una dieta de productos hidrobiológicos. Las deficiencias alimentarias en estos primeros instantes de nuestras vidas, producen mentes con poca capacidad de discernimiento y comprensión, cosa que se refleja en las pruebas PISA de comprensión de lectura, por ejemplo. Por eso resulta importantísimo impulsar siempre estas fuentes de alimentación. Los pesqueros y acuicultores peruanos tenemos una responsabilidad evidente, pero los políticos también y esta huelga magisterial con todos sus bemoles, lamentablemente nos toca a todos.

Amigos de Oannes, la desinformación es el caldo de cultivo del caos. En cualquier materia, tema o sector. Y en esta era de la información, la desinformación reina. Parece una paradoja y ciertamente lo es. Hoy en día basamos nuestros criterios y decisiones en la credibilidad de la fuente, mas que en la veracidad de la información.

Si un amigo “confiable” nos compartió un video de un discurso de Vladimir Putin, con subtítulos que no son la traducción real, podemos creer que Putin es capaz de decir todas esas barbaridades que nos dicen los subtítulos en castellano, sin percatarnos que en realidad se trato de un discurso por un aniversario de la gran “Guerra Patria”. Y muchos probablemente ni sepan que la “Guerra Patria” es para los rusos nada menos que la II Guerra Mundial.

Evaluar la información que recibimos, resulta entonces tan importante como evaluar a los maestros, o la misma fuente de información. Sin embargo resulta también importante desarrollar nuestro sentido critico, basándonos en una lógica racional, una solida base de conocimientos y buena formación en valores sociales. Esto en buena cuenta crea la diferencia, entre un individuo manipulable y otro que no lo es. Ademas es una buena “ideología”.

Para un ministro o administrador que conozca el sector pesquero y acuícola, por ejemplo, un asesor representara una forma especial de ver una situación, y tomara sus decisiones sobre la base de sus conocimientos y valores. En cambio para quien no lo conoce, el asesor o asesores serán su única forma de comprender al sector y cualquier decisión será siempre igual que lanzar una moneda al aire. Hacer políticas de administración del sector pesquero, requiere de conocer las diferencias de una red de cerco, con una de arrastre o con una almadraba; tanto como que es un pescador artesanal, un armador artesanal o un pescador industrial. Lo mismo que en acuicultura es básico conocer las diferencias entre cada variante de tecnología acuícola existente. Pero también resulta vital comprender la interacción del sector con otros sectores de la vida diaria nacional, por que no somos una isla.

Si algo aprendí leyendo tanto informe a mi general mientras se afeitaba, fue que los enemigos externos e internos existen, son reales, tienen planes y propósitos reales de destruirnos, son capaces de hacerlo y están activos siempre. Y nuestra mejor arma para defendernos, no es estar siempre atentos, sino un paso adelante. La desinformación que permite la manipulación, se combate con información a tiempo, pero sobre todo con veracidad.

Y esto juega, para todos los ámbitos de la vida nacional, la pesca, la acuicultura, las políticas de administración del mar y sus recursos, la educación de nuestros niños y jóvenes, así como por supuesto la adecuada selección y calificación de los maestros de las próximas generaciones.

No abandonemos a su suerte a colegios y universidades, ya que debe ser nuestra “ideología” la que se difunda en nuestros “Centros de Ideologización”, dando nosotros ese paso por delante de todo tipo de desinformador y manipulador, tengamos claro que tipo de técnico o profesional queremos formar; por que de ahí saldrán los futuros ingenieros pesqueros, acuicultores, administradores portuarios, capitanes de barcos o de pesca, oficiales de nuestra MGP, pescadores y todos los futuros peruanos que gobernaran nuestras vidas y las de las próximas generaciones.