Acuaponía de agua dulce y de agua salada ¿por que no trabajar con las dos?

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

martes 16 de enero de 2024

Acuaponía de agua dulce y de agua salada ¿por que no trabajar con las dos?

Lo más interesante de la acuaponía de agua dulce como técnica de producción de alimentos, es sin duda el máximo aprovechamiento del agua en un sistema de recirculación.


En una costa donde el agua dulce escasea, cualquier tecnología de producción de alimentos que use eficientemente el agua, debe ser tomada en cuenta de manera prioritaria. Si además en Perú, exploramos el camino de la acuaponía de agua salada, la receta para solucionar los problemas de seguridad alimentaria e incremento de la producción de alimentos hidrobiológicos, podría estar a la vista.


La acuaponía de agua dulce gana popularidad día a día como una forma eficiente y sostenible de cultivo que combina la acuicultura y la hidroponía, peces y vegetales, dos métodos de producción de alimentos que se complementan entre sí. Sin embargo, la acuaponía de agua salada ha sido mucho menos explorada, a pesar de las posibilidades que ofrece para la producción de alimentos en áreas costeras y marinas. Se habla mucho sobre la acuaponía de agua dulce, pero poco o nada sobre las perspectivas y los desafíos de la acuaponía de agua salada y las oportunidades que puede brindar para el cultivo sostenible de alimentos en entornos marinos.


La acuaponía de agua salada utiliza el mismo principio básico que la acuaponía de agua dulce: la interacción simbiótica entre plantas y peces. En un sistema acuapónico, los peces producen desperdicios en forma de amoníaco y otros compuestos nitrogenados. Estos desperdicios pueden ser tóxicos para los peces si se acumulan en el agua, pero son una valiosa fuente de nutrientes para las plantas. En la acuaponía, el agua de los acuarios de los peces se bombea hacia los lechos de cultivo de las plantas, donde las raíces absorben los nutrientes y filtran el agua antes de que sea devuelta a los tanques de peces, creando un ciclo cerrado y sostenible.


La principal diferencia entre la acuaponía de agua salada y la de agua dulce es el tipo de organismos que se cultivan. En la acuaponía de agua salada, se pueden criar peces marinos, como el lenguado, la chita o la corvina, que son altamente valorados en el mercado nacional y que los peruanos estamos domesticando. Además, se pueden cultivar mariscos y algas, que también tienen un alto valor comercial. Al igual que en la acuaponía de agua dulce, las plantas también se cultivan en los sistemas acuapónicos de agua salada para mejorar la calidad del agua y aprovechar los nutrientes disueltos en ella.


La acuaponía de agua salada ofrece varias ventajas y oportunidades en comparación con los métodos tradicionales de cultivo marino. En primer lugar, al combinar la acuicultura con la hidroponía, se pueden optimizar los recursos y maximizar el rendimiento en una misma área. Al alimentar las plantas con los nutrientes que provienen de los desperdicios de los peces, se eliminan la necesidad de fertilizantes químicos y se reducen los potenciales impactos ambientales asociados a la acuicultura tradicional, como la acumulación de nutrientes y la contaminación del agua.


Sin embargo, la acuaponía de agua salada también presenta desafíos y limitaciones. En primer lugar, los organismos marinos tienen requisitos de agua más estrictos que los peces de agua dulce. El control de la salinidad, la temperatura y la calidad del agua puede ser más complicado en comparación con los sistemas de acuaponía de agua dulce. Además, los sistemas de filtración y el tratamiento del agua pueden ser más complejos y costosos en la acuaponía de agua salada, debido a la mayor diversidad de organismos y a los niveles de salinidad.


El gran desafío es la selección de las especies de peces y plantas adecuadas para la acuaponía de agua salada. No todas las especies son compatibles entre sí y pueden requerir condiciones específicas para crecer de manera óptima. Es importante llevar a cabo investigaciones y experimentos para determinar qué combinaciones de especies tienen un buen rendimiento y son viables desde el punto de vista económico y ambiental.


Ya existen algunas plantas que podrían encajar perfectamente en un proyecto de acuaponía de agua salada:


1. Salicornia: Esta es una planta halófila muy común en los bordes costeros. Tiene la capacidad de tolerar altos niveles de salinidad. La salicornia es apreciada por su sabor salado y se utiliza en la cocina en algunos países costeros. Además, sus tallos y hojas son ricos en nutrientes, lo que la convierte en una excelente opción para la producción de alimentos en sistemas acuapónicos de agua salada.


2. Atriplex halimus: También conocida como huella marina, esta planta es otra opción interesante para la acuaponía de agua salada. Es muy resistente a la salinidad y puede crecer en suelos salinos. Además, sus hojas son comestibles y tienen un sabor salado suave, similar al de las espinacas.


3. Zostera marina: Este es un tipo de hierba marina que se encuentra en áreas costeras y océanos. Es una planta que puede tolerar niveles moderados de salinidad y su sistema de raíces puede ayudar a oxigenar el agua en el sistema acuapónico.


4. Ceratophyllum demersum: Esta es una planta acuática que puede adaptarse a diferentes condiciones, incluida una ligera salinidad. Sus tallos y hojas sumergidos proporcionan un refugio y alimento para los peces, y también ayudan a oxigenar el agua. Aunque no es una planta terrestre, puede ser una opción interesante para agregar a un sistema acuapónico de agua salada.


Debemos tener en cuenta que la adaptación de las plantas terrestres a un entorno acuapónico de agua salada requiere de cierto ajuste y experimentación. Algunas especies pueden tolerar una salinidad moderada, mientras que otras pueden requerir condiciones más específicas. Es recomendable analizar los cultivos de plantas acuáticas y halófitas antes de seleccionar una especie para un sistema de acuaponía de agua salada.


Es importante recordar que, además de las plantas, las algas pueden ser una opción interesante. Muchas especies de algas son resistentes a la salinidad y se pueden cultivar de manera exitosa en sistemas acuapónicos de agua salada. Las algas pueden ser una fuente valiosa de nutrientes y pueden proporcionar un refugio para los peces. Además, algunas especies pueden tener aplicaciones comerciales, como la producción de biocombustibles o alimentos.


Las algas marinas son conocidas por ser muy resistentes a la salinidad y pueden crecer en condiciones adversas en el océano. Estas características hacen que las algas sean ideales para la acuaponía de agua salada, donde pueden cubrir varias necesidades. Entre las especies de algas que se pueden cultivar en sistemas acuapónicos de agua salada se encuentran:


1. Alga nori (Porphyra spp.): El alga nori es muy popular en la cocina japonesa y se utiliza para hacer sushi. Se puede cultivar en cables o esteras en sistemas acuapónicos de agua salada.


2. Alga kelp (Laminaria spp.): Las algas kelp son grandes y crecen rápidamente. Son una fuente rica en nutrientes y se pueden utilizar para la producción de alimentos para animales, fertilizantes orgánicos e incluso biocombustibles.


3. Alga spirulina (Arthrospira spp.): La spirulina es un superalimento rico en proteínas y nutrientes. Se puede cultivar en estanques o en sistemas de acuaponía de agua salada y puede servir como una valiosa fuente de alimento para peces y humanos.


Estos interesantes avances en tecnología de producción de alimentos, deben ser tomados en cuenta por los planificadores y tomadores de decisión en el estado peruano. El reto es convertir al Perú en un líder mundial de la producción de alimentos hidrobiológicos y el desarrollo de la acuaponía debería ser una prioridad en las políticas de estado.