Crisis ecológica y dogmas políticos: Cómo la falta de criterio alimenta la demagogia

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la Junta Directiva de Oannes

miércoles 30 de julio de 2025

Crisis ecológica y dogmas políticos: Cómo la falta de criterio alimenta la demagogia

“El capitalismo es la causa de la crisis ecológica, porque es un sistema intrínsecamente insostenible que destruye la naturaleza, priorizando la acumulación de capital sobre las necesidades humanas y los límites planetarios. La sociedad y la naturaleza se separan por la producción capitalista que sobrepesca y rompe procesos ecológicos fundamentales como los ciclos de nutrientes en los mares. Ante esto se necesita un cambio de constituciones o leyes, un cambio radical del sistema económico y social, alineando la actividad humana y la protección de la naturaleza. Debemos alinearnos a estrategias comunes a escala global, reconociendo la crisis ecológica como problema mundial que requiere cooperación y justicia social entre países y regiones… ”


¿Suena bonito? Quizás. Sin embargo, estos pensamientos que enfatizan la necesidad de superar el capitalismo mediante la acción colectiva y abogan por proteger la naturaleza respetando límites ecológicos a través de la transformación con estrategias de lucha articuladas; tienen un origen dogmático y mucho que ver con la demagogia política que los difunde, más que con conceptos filosóficos o científicos. Seguramente escucharemos o leeremos esta retórica de manera frecuente, camuflándose, entre otros conceptos, a lo largo de la campaña electoral que está por comenzar. ¿O ya comenzó?


Este tipo de pensamiento cuenta con elementos ya conocidos: el fin justifica los medios y acciones anárquicas como: ¡miente, miente que algo queda! Pero solo son una justificación y la herramienta perfecta para dividir a una sociedad que es incapaz de analizar a fondo los problemas reales y que no muestra criterio para discernir entre lo que es un dogma y lo que significa la ciencia.


El dogmático, en la religión o en la política, solo considera a aquellos que piensan igual que él, y es fácil de identificarlos a través de la lectura de sus documentos, incluso científicos; aludiendo exclusivamente a aquellos estudios que favorecen su posición, sin considerar a los contrarios, creando un dogma con “dioses indiscutibles”, para que todo lo demás sea “herejía”.


Por ejemplo, en temas de administración pesquera y sostenibilidad: El Dr. Daniel Pauly es conocido por su postura crítica sobre el manejo global de las pesquerías; sosteniendo que la sobrepesca es un problema generalizado y utiliza estadísticas de capturas para argumentar que podríamos enfrentar un colapso de todas las pesquerías hacia 2048. Y aunque últimamente ha moderado este mensaje, Pauly sigue afirmando que los datos de captura, combinados con la sub declaración crónica de desembarques, evidencian una crisis pesquera mucho mayor de lo que se suele reportar.


Por otra parte, el Dr. Ray Hilborn, cuestiona el uso exclusivo de los datos de captura como indicador y defiende que los datos de evaluaciones independientes de biomasa e índices científicos muestran la recuperación y sostenibilidad de muchas poblaciones bien gestionadas. Además, critica la aplicación generalizada de áreas marinas protegidas como una panacea, abogando por un manejo pesquero, adaptativo y sustentado en ciencia. Hilborn reconoce también que el principal problema global no es que la gestión tradicional haya fallado, sino que muchos recursos aún no se gestionan adecuadamente.


Este debate entre Hilborn y Pauly marca un eje central en la discusión internacional sobre sostenibilidad y gestión de las pesquerías: Pauly, es citado cientos de veces por organizaciones ambientalistas, como un “Dios” con una visión alarmista y aparentemente precautoria, Pero ignoran premeditadamente a Hilborn que lidera el argumento de que la gestión científica permite el uso sostenible de los recursos pesqueros, siempre que se sigan buenas prácticas y regulaciones. Sin embargo, La FAO y el Banco Mundial ya han ido adoptando varias ideas y enfoques que son coherentes con la visión de Hilborn.


No es casual que estas organizaciones argumenten el mal manejo del sector y desacrediten, por ejemplo, las opiniones de capitanes de pesca, que pasan sus vidas en el mar y que son reales expertos. Frases como: “ellos son parte interesada y parcializada, por lo que sus argumentos no son válidos” se esgrimen permanentemente. De la misma manera los resultados de algunos estudios científicos, se tergiversan para atacar a la pesca industrial, argumentando que la disminución de la población de aves guaneras es producto de la sobrepesca, omitiendo la hipótesis de que la gripe aviar es la causante, indicada además en el mismo documento científico.


¡Miente, miente que algo queda!, porque es válido engañar a los donantes de sus organizaciones o a un creyente romántico, pero ignorante de estos temas, convirtiendo sus postulados en “dogmas” y justificando los medios. ¿Demagogia? Esta quizá es la razón por la que algunas organizaciones eligen políticos demagogos para dirigirlas. El objetivo no es la verdad, sino ganar la opinión pública con conceptos que todos quieren escuchar y los fondos de los donantes.


Cuando Colon, pretendía navegar hacia el oeste y llegar a la India, ya existían los “terraplanistas”. Ellos no reconocían, como válidos, los mapas árabes, posibles copias de otros mapas chinos más antiguos, que representaban de manera plana una geografía más esférica, o a los antiguos griegos, egipcios o indios que percibían la esfera geoide terrestre desde hacía muchos años. Pero aunque Colon demostró la forma esférica de la tierra y hoy tenemos satélites que orbitan nuestro redondo planeta, 533 años después, seguimos teniendo “terraplanistas”, que difunden su dogma, frente a una nueva generación global que ha perdido educación y pensamiento crítico, siendo víctimas de su ignorancia y convirtiéndose en tontos útiles, que solo escuchan lo que desean escuchar de encantadores demagogos.


Desde el 2018, que comenzamos con el proyecto de ciencia ciudadana de sensibilización e investigación “Recursos del borde costero peruano, litoral e islas”, hemos ofrecido numerosas charlas y talleres con pescadores artesanales de orilla, principalmente buzos.


Solemos preguntar a los buzos artesanales asistentes antes de comenzar con nuestra exposición: ¿Por qué creen que especies de peces de roca, como la pintadilla, chino, cherlo, o las viejas, han desaparecido en los últimos años? La típica respuesta suele ser: “La pesca industrial depreda todo…” Y entonces comenzamos la presentación de los avances del proyecto, junto con las numerosas fotografías tomadas por nuestros buzos voluntarios en las competencias de Pescafotosub y lanzamos nuestras hipótesis. Al término de la charla, volvemos a hacer la misma pregunta, y después de un silencio sepulcral, la respuesta frecuente suele ser: “… Es que si no lo pesco yo, lo pescará el otro”.


El pescador puede ignorar muchos temas, pero es muy inteligente, pícaro y vivaracho, quizá por la dieta permanente de proteína de calidad. Pero al final plantea el verdadero problema; la competencia por la supervivencia de cazadores y recolectores, en un medio ambiente que tiene límites. Los pescadores no tienen una adecuada formación en valores de sostenibilidad frente al usufructo de pequeñas, pero valiosas pesquerías, donde las malas prácticas pesqueras, son un medio justificado con la finalidad de ganar esta competencia, aunque sea con “trampa”.


Hace 29 años, Oannes promueve un uso responsable y prioritario de la materia prima de la pesca: Creemos que debemos esforzarnos para que los recursos del mar se destinen prioritariamente al consumo humano directo, como reza nuestra actual Ley General de Pesca. Donde los residuos, naturalmente, pueden usarse para producir subproductos como harina, aceite, fertilizantes, que además es posible utilizarlos en el desarrollo de nuestra acuicultura de carnívoros, o en alimentación humana como complementos alimenticios. Para lograrlo, es preciso valorizar tecnológicamente y responsablemente, recursos como la anchoveta, para vencer mitos de consumo y crear mercados.


Defendemos la sostenibilidad pesquera desde la ciencia y la lógica: Y somos críticos de la visión externa, negativa o simplista, de la pesca en general. Todo involucrado en la pesca responsable, quiere una gestión sostenible para mantener el recurso a largo plazo, porque en la pesca se aprende y se renueva, a diferencia de actividades no renovables como la minería.


Apoyamos al manejo precautorio y adaptativo basado en evidencias científicas. Presentamos propuestas para mejorar flotas, técnicas y equipos. Promovemos elevar la capacidad técnica, para alcanzar certificaciones internacionales que valoren la sostenibilidad y la calidad. Creemos en la acuicultura de especies nativas, no solo como herramienta productiva, sino también por su utilidad para el rescate de especies en peligro, y sostenemos que el uso de arrecifes artificiales nos ayudara a la renovación del medioambiente marino y su biodiversidad.


Defendemos la idea de un sector pesquero formal y empresarial, rechazando la acusación de depredación de la pesca formal, resaltando su compromiso con la sostenibilidad y el aporte económico y social impositivo que podría generar un cambio de mentalidad y valores de sostenibilidad en las comunidades costeras artesanales. Los derechos de pesca de la pesca industrial deberían invertirse en estos fines.


Promovemos el diálogo multisectorial entre científicos, expertos, empresarios y autoridades. Porque consideramos al pescador, capitán o patrón de pesca como un experto, cuyo conocimiento empírico debe ser validado y tomado en cuenta. Es esencial promover esta cooperación para fortalecer políticas y prácticas responsables que equilibren la conservación ambiental y el desarrollo socioeconómico.


Mantenemos un serio compromiso con la educación y sensibilización ambiental, participando en la difusión de conocimientos e iniciativas diversas, como la ciencia ciudadana, uso de medios de comunicación y redes sociales, así como la donación de libros especializados, para la promoción del conocimiento. Ofrecemos plataformas donde los expertos; científicos o empíricos, pueden expresarse con libertad, fomentando una cultura responsable y consciente del valor del recurso marino.


La observación, la recolección sistemática de datos, el planteamiento de hipótesis razonables, teorías y demostraciones que se convierten en ley; son parte del método científico legado por Descartes, Galileo, Bacon, Aristóteles, sabios árabes, mesopotámicos, egipcios y chinos. Que definieron las bases de la lógica y el razonamiento, aplicando métodos experimentales similares al moderno, en una evolución que produjo la revolución científica. Los dogmas no son lo nuestro.