Institucionalidad y etica para el desarrollo de la pesca y acuicultura

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

lunes 4 de diciembre de 2017

Esta semana dos conceptos han estado flotando en el aire, ambos se refieren a las instituciones supuestamente solidas, que deben ser capaces de brindar confianza al sector y al país, el SANIPES y el Congreso de la Republica. 


No cabe duda que el SANIPES ha estado en el ojo de la tormenta, y la suspension de su Director Ejecutivo hasta que acaben las investigaciones, relacionadas con los parasitos encontrados en mas de una de las conservas importadas de China, podría hacernos perder la confianza en el organismo sanitario pesquero nacional. Una confianza que ha costado mucho esfuerzo construir y que nos lleva a reflexionar sobre como buscamos a las personas que elegimos para hacerse cargo de un puesto tan importante.


Hay sin duda una falta de institucionalidad que no es de ahora. Diría que es la razón por la cual CERPER es solo un laboratorio y no la autoridad sanitaria pesquera que fue, antes de ser “privatizada” y convertida en una empresa privada. Algunos quizá no recuerdan que antes del SANIPES, el sector pesquero estaba bajo el control de una autoridad Sanitaria Pesquera propia, que DIGESA del Min. de Agricultura reemplazo, por que el gobierno de Fujimori privatizo la autoridad sanitaria pesquera (CERPER) y la desapareció. Por eso se creo el SANIPES.


Pero no pretendo ahondar este tema, que ya esta muy trillado y ademas fue motivo de nuestra editorial anterior. Vamos a nuestro punto.


El 17 de Noviembre, El Sindicato Unico de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú y el 24 de Noviembre, la Federacion de Pescadores del Perú; han ingresado en mesa de partes del Congreso de la Republica, una denuncia contra un congresista, a la Comisión de Etica del Congreso de la Republica, adjuntando una grabación de una conversación telefónica.


En ella el parlamentario, ademas de adjudicarse “méritos”; como haberse “tumbado” a la Ex Ministra Triveño y al ex Vice Ministro de Pesca y Acuicultura Phompiu, en el gobierno anterior. Asegura que la dirigencia de los principales gremios de pescadores del Perú ha sido corrompida por el empresariado pesquero. Razón por la cual estos dirigentes no defienden los intereses de sus representados; y azuza a los pescadores en contra del empresariado pesquero, en un acto contrario a los principios éticos que se le exigen a un parlamentario. Pero también, asume que entidades como el IMARPE son capaces de hacer un informe falseado a conveniencia de intereses particulares.


Y quizá lo mas insólito; asegura que el paquete de estudios que el IMARPE ha realizado este año para elevar su informe sobre el estado de la anchoveta, no forma parte de una metodología científica rigurosa, que busca una mejor colección de datos, ya que a mayor información, mejores conclusiones. Sino que es una suerte de acciones improvisadas por los temores de “7 familias” que según, el serian serian dueñas de la anchoveta en el Perú.


Ser congresista, por supuesto también es importante, de hecho el Congreso de la Republica es también una institución que exige diversos principios éticos a los parlamentarios, y existe a su vez una Comisión de Etica Parlamentaria que vela por que los congresistas cumplan con ser veraces, respetuosos, que busquen el bien común, que sean íntegros mostrando un comportamiento coherente y por supuesto que busquen la justicia, orientando su conducta al logro de la armonía y el equilibrio general con un claro respeto de la legalidad, específicamente en los derechos humanos.


Un congresista de la república, debe por tanto ser un promotor del dialogo permanente, escuchando primero, leyendo e informándose de manera permanente, para buscar soluciones o sinergías. En sentido común también nos dice que para opinar respecto a algo, es necesario estar bien informado o tener un buen sistema de información.


Por supuesto quizá este de mas recordar, ya que seria el colmo; que un congresista no es un consultor privado que desarrolla una estrategia para acelerar la burocracia. No debe ni puede, recibir pago de un grupo determinado de actores de la pesca, para “mover su caso” o “influenciar” a un ministro, o provocar su caída. A un “Congresista de la Republica” se le paga un buen sueldo con los impuestos de todos los peruanos para que cumpla con esos principios éticos que le impone su institución, pero que deberían estar sembrados y muy bien anclados en su conciencia.


Nos queda claro que el “cliche” de las “7 familias”, es una vez mas usado para sembrar division y discordia en un sector que necesita informacion veraz, union y amplia cooperación de todos sus actores para alcanzar su destino. Un destino que como ya hemos dicho esta bien definido: Ser el país líder mundial de la alimentación con proteínas provenientes de una pesca o acuicultura sostenible.


Nosotros insistimos en esto a manera de cantaleta, por que estamos realmente convencidos. Nuestro contacto con todas las partes del sector, nos permite ver que somos capaces de hacerlo como país, con nuestros profesionales, con nuestros recursos hidrobiológicos, y por supuesto con nuestros errores y aciertos. No esta escrita la historia de la administración de los recursos del mar peruano; nosotros la vamos a escribir buscando la sostenibilidad, la palabra que marca el norte.


Pero, volviendo al punto, es falso que 7 familias sean las dueñas de la anchoveta en el Perú. De hecho la industria pesquera peruana que representa la Sociedad Nacional de Pesqueria, tiene el 60% de la cuota global, son mayoritarios, es cierto. Pero también existe una flota de acero independiente que tiene el 20% y una flota de madera que tiene tiene el otro 20% restante.


Y cuando vemos la distribución de Empresas Armadoras, propietarias de embarcaciones con permiso de pesca para la anchoveta, la realidad resulta muy diferente. La flota de acero asociada a la SNP representa solo el 2.43%, mientras que la otra parte de la flota de acero no asociada a la SNP representa el 18.22% y la flota de madera que no esta asociada a la SNP representa el 79.35%.


¿Donde esta entonces la fortaleza de la SNP? En una inversion de mas de US$7 Mil millones, representada por sus barcos y el numero de plantas distribuidas a lo largo de la costa peruana. De las 104 plantas que existen en el Peru, 71 son de la SNP y 33 de empresas no asociadas. Sin embargo la empresa pesquera peruana mas grande asociada a la SNP, solo tiene un 8.2% de la torta del mercado mundial de harina de pescado. Y esta es información del PRODUCE, no de la SNP.


Del PRODUCE tambien sabemos que la industria pesquera formal en el 2016 realizo aportes totales al fisco de US$41.27 Millones, que incluyen un 50% de fiscalización pesquera, 21% de aportes extraordinarios a fondos de jubilación, 4% correspondiente al Fondo de Compensación para el Ordenamiento Pesquero y un 26% de derechos de pesca. Mientras que por la extracción de otros recursos los derechos por TM son de US$0.7 x TM, el sector pesquero anchovetero paga US$2,6 x TM. Y estos derechos son solo una parte de todos los impuestos que estas empresas pagan.


Las empresas pesqueras formales, están trabajando con algunos congresistas proactivos y con los mas representativos gremios de pescadores jubilados, para convertir un aporte voluntario de US$19.5 x TM extraída, que acaba en el 2018, en un aporte permanente que asegure la estabilidad del fondo de pensiones de los ex pensionistas de la fenecida Caja de Beneficios del Pescador, que fue esquilmada por pésimos funcionarios. A los informales, ilegales y fantasmas, esto por supuesto no les interesa.


No pretendemos acudir en defensa de la industria pesquera formal. La verdad, ella se defiende sola, las cifras y un análisis frío de su situación con la información del mismo PRODUCE basta para ello. Pero no queremos que los cientos de estudiantes que participan en nuestro foro tengan información falsa y tendenciosa, que la prensa recoge sin ningún análisis o verificación, de supuestos expertos.


Ojala muy pronto todas las empresas del Perú, incluyendo por supuesto a todas las pesqueras o acuicolas, sean formales. Es deber de todos contribuir con nuestros impuestos al desarrollo sostenible del país. Esa debe ser la lucha, no contra quien ya es formal. Los formales cargamos en nuestras espaldas la responsabilidad de forjar empresa en nuestro país ¿Quien podría tener mas fe en su patria, que el que invierte en ella?.


Tomemos debida nota que el principal enemigo de la pesca formal que busca la sostenibilidad, es por supuesto la pesca ilegal, con sus embarcaciones clonadas o permisos obtenidos de forma irregular. Y lo que es peor, que simplemente que pescan sin permiso. Los ilegales no aportan al estado peruano, no pagan ningún impuesto, ni derecho de pesca. Y por supuesto no contribuyen a la investigación que permita la sostenibilidad de los recursos. Pero ademas, parece que tienen congresistas afines especialistas en desinformación y creación de conflictos.