Marearse en el mar o en una campaña electoral

Autor: Francisco J. Miranda Avalos - Presidente de la Junta Directiva

sábado 9 de abril de 2016


Cada vez que conversamos entre amigos no marineros surge el tema del mareo en el mar, la pregunta suele ser siempre la misma ¿Cómo haces para no marearte? A decir verdad, creo que existe gente que es inmune al mareo y otra que se acostumbra. En lo personal pertenezco al segundo grupo, pero no me di cuenta de mi condición sino hasta los 17 años.

Aprendí a bucear a pulmón desde muy pequeño, tenia algo mas de 6 años, cuando mi padre me empujo a una piscina sin saber nadar…ahí aprendí a bucear. ¡Aguanta la respiración y trata de flotar! me dijo ¡Pero de ninguna manera intentes pararte, así tengas piso! Como comprenderán mi padre no era un salvaje, si me paraba tenia piso. Pero le perdí el miedo al agua, aprendiendo a aguantar la respiración, antes de aprender a nadar.

A los 15 años era un buen nadador, no competitivo por supuesto, por que era flojo y para ser competitivo hay que ser muy perseverante y entrenar mucho. Pero nadaba los cuatro estilos y había hecho muchas incursiones en el mar, buceando a pulmón.

Las buceadas, muchas de ellas infructuosas pronto se trasladaron a un bote que alquilábamos como plataforma de buceo en Pucusana, resultando normal llegar al sitio de buceo y arrojarse al agua rápidamente, por que el botero cobraba por hora y en esa época, vivíamos como mucho joven adolecente, de magras propinas que se ahorraban con sacrificio, a fin de juntarlas para las expediciones del fin de semana.

Pero un día al llegar a la zona de buceo, me di cuenta que había olvidado la mascara y el snorkel en casa, sin ello era imposible bucear. Así que por primera vez en mi vida me toco quedarme 2 horas esperando a mis amigos en el bote, a merced del movimiento del mar y tuve la experiencia horrorosa de mi primer mareo.

En general no me mareo mucho en las embarcaciones, me he acostumbrado a movimiento del mar y colocando la vista siempre en el horizonte, el mareo no ha sido un mal recurrente. Pero las embarcaciones grandes, como un buque de la armada, arrastreros de gran porte, cruceros e incluso algunas bolicheras, mas que mareo me provocan un sueño irresistible. Su lento bamboleo me arrulla.

Esta ultima campaña electoral en el Perú, cuya primera etapa culmina mañana, ha sido realmente de mareo. He tratado de ponerme en la posición de cualquier elector común y he sentido grandes deseos de vomitar. Pero como siempre hay que acostumbrarse y aprender a mirar el horizonte.

En una embarcación es mas fácil marearse si uno pierde la vista del horizonte, pues en la política también.

Las ultimas 4 campañas presidenciales, he trabajado como un “cachuelo” para algunos amigos extranjeros que tienen muchos intereses en la política peruana. Esta relación nació de una conversación de café y cervezas, hace 25 años. Ellos escucharon atentamente mi particular percepción de la política peruana y a son de apuesta me ofrecieron un trato. Pagarían mi trabajo solo y solo si, mi análisis prospectivo tenia un alto porcentaje de acierto, debía ser superior al 85% sobre unos criterios que establecimos aquel día, en los que no entrare en detalle. Debo decir que desde entonces, van cuatro elecciones presidenciales que lo han pagado. Si acierto en la quinta, me habré convertido en un gurú, de las apuestas electorales. En honor a la verdad, este reto de amigos, me permitió desarrollar un un método de análisis prospectivo muy original y bastante objetivo, que solo fallo y por muy poco, en la segunda vuelta del año 2001 en que García y Toledo compitieron y donde la diferencia a favor de Perú Posible fue de 5.4% sobre el APRA.

El principio del análisis es en esencia el mismo principio que uso para evitar el mareo en el mar: Mirar siempre al horizonte. Esto en la practica significa no confiar nunca en las encuestas o en la prensa, su peso en el análisis debe ser el mínimo. Y mas bien concentrar el análisis en los planes de gobierno de cada posición política, desde una perspectiva realista, observando si lo que se propone tiene un sustento económico, si al elaborarlo se ha trabajando en propuestas para todos o la mayor parte posible de los sectores de la vida económica del país y finalmente una pequeña parte subjetiva, ¿Como perciben los jóvenes, entre 18 y 30 años que son la mayor masa electoral, esta propuestas?. Esa primera parte del análisis tiene un peso que determinamos para nuestro acuerdo. Pero no es lo único que observamos.

También nos fijamos en la organización de los partidos y el trabajo que hacen a nivel de comités distritales o provinciales. Para eso tenemos un método, que no detallare. Pero esta parte, resulta muy interesante, por que la organización distrital y provincial de los partidos políticos es clave para ganar una elección. Si no esta no existe, las posibilidades de ganar una elección son prácticamente nulas.

No entrare en mas detalles de nuestro método “sui generis” para convertirnos en “brujos políticos” al final no es mas que eso, una apuesta electoral entre amigos, que siempre puedo perder o ganar. Si me equivoco, no gano nada y no me equivoco puedo sacar a mi familia a comer a buenos lugares y algo mas. Pero si debo decir, que en todos los casos, nuestros análisis han diferido por completo de las percepciones y análisis que la prensa y las encuestas nos brindan. Al final, como dicen algunos candidatos con acierto, el peruano elector tiene una semana de silencio de encuestas para pensar y un par de minutos en cámara secreta para tomar su decisión. Tampoco les diré mi pronostico, eso es una apuesta privada, que espero ganar una vez mas.

Además después de tantos años navegando en una gran diversidad de embarcaciones, aprendí una gran lección que se la dejo a todos ustedes para terminar.

Luis Carlini Migliaro, es un empresario agricultor y productor de vinos y piscos con mas de 85 años de edad, ha sido un extraordinario buceador y pescador submarino que comenzó tarde la practica del deporte (alrededor de los 50 años) pero logro ser campeón nacional de pesca submarina muchos años seguidos, y después Presidente de la Federación Peruana de Caza Submarina y Actividades Subacuáticas (FEDEPASA). Y aunque no es miembro de nuestro foro, por que no le gusta la Internet, ha sido patrocinador del proyecto de Oannes, desde hace 20 años. Y siempre esta pendiente de lo que hacemos aquí, como gran amante del mar que es.

Siempre me sorprendió su habilidad para no marearse en el mar, entre bromas y bromas, suele decir que un buen pisco compensa el mareo. Pero como ya dije, no habla nunca en serio, y esa es una receta que por supuesto no recomiendo a nadie. Una borrachera en el mar, es la vivencia mas espantosa que existe.

Un día cuando el era Presidente de la FEDEPASA, me llamo muy temprano para pedirme apoyo, teníamos que llevar dos botes a la Isla Palomino, con el equipo de buzos que estaba entrenando para un mundial. El llevaría uno, pero el otro bote no tenia tripulante. En realidad no tenia que rogar mucho, me gusta hacerlo y al termino de la distancia ya estaba en La Punta, listo para apoyar. Pero el mar estaba enorme.

La navegación desde el Callao a la Isla Palomino por el lado sur, con un bote neumático de pequeño porte es una tortura con el mar normal ¡imagínense con el mar enorme! Pero había que llevar a entrenar a los buzos pre-seleccionados y en un mundial muchas veces las condiciones del mar no son las ideales. Así que después de la difícil navegación llegamos a anclar al lado sur de la Isla Palomino y permanecimos ahí por 4 horas, mientras los muchachos entrenaban y las olas nos mecian.

No puedo contarles la tortura que eso significo para mi, no solo el hecho de estar sobre el bote y no bucear. Sino el horrible mareo que me ataco, Lucho por su lado anclado a solo unos metros de mi, se reía, se burlaba, comía mandarinas, plátanos, panes y hasta una tortilla de papa española que le habían preparado como lonchera, que por supuesto me invito y rehusé por que era imposible para mi siquiera contener el agua.

Ese recuerdo es el mismo que tengo de toda esta campaña electoral, cuya primera parte terminara hoy. Entre tanta ola y movimiento resulta imposible fijar la vista en el horizonte, si te dan una pistola para suicidarte en esas condiciones, lo mas probable es que la tomes y aprietes el gatillo para acabar con el sufrimiento. Algo muy parecido a lo que los peruanos podemos hacer si no logramos fijar la vista en el horizonte. Una mala elección es lo mismo que el suicidio.

El recuerdo de Luis Carlini, arrecostado cómodamente sobre uno de los pontones de su bote, que subía, bajaba y bailaba con las olas, con su sombrero de paja, riéndose y burlándose de mi mareo, es algo que jamás olvidare.

Al regresar a puerto, me acerque a el para mostrarle mi envidia por la extraordinaria cualidad de no marearse en semejantes condiciones, el solo me puso en la mano una bolsita, y me dijo: “A veces, no solo hay que mirar al horizonte para no marearse”. Al abrir la bolsa, comprendí completamente la frase aquella de que “El diablo sabe mas por viejo que por diablo”; había una cajita de Dramamine.