Moción de Vacancia...para SANIPES

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

domingo 18 de marzo de 2018

Mientras la moción de vacancia al Presidente de la Republica, programada para el próximo jueves 22 de marzo pone al país una vez más en la incertidumbre, algunas cosas en el sector pesquero y acuicultor no caminan como debiera.

La huelga de poteros termino al fin, esperemos que los pescadores de pota comprendan finalmente que ellos son el eslabón más importante de la cadena de este negocio y que de su autocontrol y autorregulación depende que la industria potera genere una transformación real a la economía del país.

Como ya sabemos el último crucero de la pota fue posible gracias a los derechos de pesca que paga la industria de anchoveta. Ese solo hecho develo que los industriales tenían razón cuando decía que el Derecho de Pesca solo era el 26% de los aportes totales que la industria hacia al estado Peruano.

Como concepto “Derechos de Pesca (26%) ” es solo uno de los aportes que la industria anchovetera hace, de hecho hay “Aportes Extraordinarios a Fondo de Jubilación (20%)”, “Fondo de Compensación para el Ordenamiento Pesquero (4%)” y “Fiscalización Pesquera (50%)”. Las empresas de la SNP en el 2016 aportaron en total US$41.27 Millones.

¿Es poco dinero? Tal vez, pero cuando hay un funcionario serio en la administración de pronto el dinero le alcanza al estado para más cosas. Eso se llama gestión. Mis felicitaciones sinceras al Vice Ministerio de Pesca y Acuicultura por las recomendaciones de manejo económico que seguramente han hecho a su ministro, respecto a la partida “Derechos de Pesca”. Por qué me imagino que usar esos fondos adecuadamente requiere de todo un proceso burocrático lleno de huecos y trampas. Ya sabemos que el Ministro es quien tiene el “pliego” y él toma la decisión final. En todo caso creemos que esta fue una buena decisión de Pedro Olaechea.

Obviamente si el crucero de la Pota se realizó, los poteros deben decir gracias, porque la pesquería de la pota no ha puesto un sol de impuestos desde que existe, salvo cuando estaban las flotas extrajeras operando aquí y pagaban sus “Derechos de Pesca” algo que resulta irónico en este contexto.

Un gremio de armadores artesanales están impulsando la creación de la Sociedad Nacional de Armadores Artesanales, lo cual es un paso interesante, para ordenar y encaminar esfuerzos de los intereses de estos pescadores de pota…y perico, por que el mayor porcentaje de esta flota se dedica a esos dos recursos en las estaciones correspondientes.

Pagar impuestos es una obligación, pero también una inversión. La industria anchovetera no debería ser la única que pague derechos de pesca. Quien no paga aunque sea un céntimo, no tiene derecho moral para reprochar a otro lo que paga, pero quien paga puede exigir que los demás también paguen. La valoración del impuesto a pagar es otro tema, pero la pauta esta puesta. La industria anchovetera paso en 2006 de pagar US$1.4 a US$2,6 x TM y desde entonces hace este aporte.

Una industria potera que captura más de 400 Mil TM y exporta al año más de US$400 Millones, debería tener para aportar al fisco algunos centavos por TM y permitir con ello que el próximo crucero de la Pota, sea mucho mejor y más completo.

Cambiando un poco esta editorial para ponerme en el tema del titulo. No puedo dejar de comentar que el SANIPES no está en la simpatía del sector.

Y debería estarlo, porque una entidad sanitaria pesquera nacional, deberia acompañar al productor para que haga mejor sus procesos y la tramitología de certificaciones camine a la velocidad que lo requiere la industria. El sector necesita un SANIPES que acompañe su crecimiento, no que le ponga mil y una traba.

SANIPES enfrenta serios problemas en diversos frentes. No solo el Anisakis, ha sido un dolor de cabeza. Es común escuchar que cuando están próximos a una auditoria de la envergadura de la DG-SANTE, prefieren cerrar centros acuícolas, plantas primarias, plantas de congelado, DMB y DPA, para que no puedan ser motivo de observaciones durante la auditoria, ya que no se audita al operador, sino al país. Hay quejas permanentes de que muchas capacitaciones son improvisadas, entre otras perlas, etc.

Podríamos explicar que la institución estuvo acéfala durante un tiempo, pero ahora su Director ha vuelto a asumir funciones y tiene un Consejo Directivo recientemente formado.

Lo cierto es que el Anisakis sp. Habita en múltiples especies marinas y puede transmitirse al humano solo por la ingesta de pescado crudo. Pero el tratamiento térmico que reciben las conservas, o la congelación de la materia prima a -20 grados elimina al parasito. Haciendo inocua la ingesta de estos productos.

El Colegio de Ingenieros del Perú ha sido categórico en su pronunciamiento al respecto. “no existe evidencia científica de que el Anisakis muerto, presente en los filetes de cualquier pez sea alergénico, por tanto no existe riesgo para la salud humana”. El reconocido Dr. Eduardo Gotuzzo, asegura que el Anisakis no representa un peligro para la salud y agrega que en los últimos 10 años no se ha presentado ni una sola persona infectada por el parasito.

Sin embargo SANIPES ha señalado que Certificaciones del Peru S.A. (CERPER) un laboratorio que conforma el “Sistema de Entidades de Apoyo al SANIPES” como responsable de todo el escándalo.

Pero las decisiones de SANIPES en este caso en particular, son muy polemicas. Es el caso que propalo una “Alerta sanitaria” que creo una verdadera complicación, porque se solicito a cualquier importador de conservas producidas por las compañías chinas Tropical Foods Manufacturing y Shnadong Hongda Group, la inmovilización de toda la mercadería en cualquier parte del país, una cantidad desconocida, que lleva meses de ingresada al país y seguramente muchas fueron consumidas ya, pero ninguna de estas conservas están referidas al lote aparentemente comprometido. Ocasionándose un grave daño a las marcas comerciales, a la industria conservera en general y al consumo de estos productos por parte del público.

CERPER, la empresa que forma parte del “Sistema de Entidades de Apoyo al SANIPES”, alega que el análisis sensorial no se orienta a la detección de parásitos. Este tipo de examen organoléptico está orientado exclusivamente a verificar que el producto está en buenas condiciones para consumo.

SANIPES alega que los parásitos son parte de “materias extrañas”, pero el Codex Alimentarius ha aclarado que los parásitos no pueden incluirse como “materias extrañas” y finalmente el INACAL le ha dado la razón a CERPER al reconocer que CERPER no ha incurrido en una mala práctica.

Por si fuese poco, el Manual de Indicadores Sanitarios del 2016, que estaba vigente para todas las entidades de apoyo al SANIPES, al momento del incidente, no establecía el requisito de realizar un ensayo físico sensorial a las conservas de pescado y tampoco está considerado el requisito de la determinación de parásitos, es recién después del incidente mediático, que SANIPES a través de la VUCE (27 Nov. 2017) registra el requerimiento de ensayo físico sensorial e indicar presencia o ausencia de materias extrañas como trámite necesario para la obtención del certificado sanitario.

La “falta grave” en la que supuestamente CERPER ha incurrido para el SANIPES comienza a desmoronarse ante la luz de la verdad. Si ha habido una falta grave, mas parece estar en la esfera de responsabilidades del SANIPES. Y entonces es ahí donde la pregunta retumba en el ambiente ¿El puesto de director del SANIPES debería quedar vacante?