Argentina - Antártida: científicos argentinos hallan restos de especies marinas de 65 millones de años

jueves 7 de junio de 2018

Argentina - Antártida: científicos argentinos hallan restos de especies marinas de 65 millones de años
07/06/2018

Científicos argentinos pertenecientes al CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas) y del Instituto Antártico Argentino, realizaron un importante hallazgo. Pudieron identificar algunas de las especies que habitaron la Antártida hace 65 millones de años. Se trata principalmente, de restos de peces que vivieron entre el período Cretácico y el Paleógeno.

De izquierda a derecha, Alberto Cione, Guillermo López, Javier Gelfo, Soledad Gouiric Cavalli y Carolina Acosta Hospitaleche.
Especies
Dichos ejemplares habitaron el continente blanco antes y después de una gran extinción. La clásica teoría la atribuye al impacto de un meteorito en la península de Yucatán, en México.

Esto habría afectado a los organismos vivos, terrestres y marinos característicos del Cretácico. Además habría ocasionado la desaparición de los dinosaurios sin plumas y de los grandes reptiles voladores.

Antártida
Las investigaciones pudieron determinar que lo que hoy se conoce como continente blanco, presentaba una fisonomía muy diferente a la actual. El clima era templado, predominaban los ambientes marinos poco profundos y existía una gran diversidad de peces.

Expertos del #CONICET y el Instituto Antártico Argentino identificaron algunas de las especies de peces que habitaron la #Antártida hace 65 millones de años antes y después de una gran extinción https://goo.gl/a5N4hH #BuenMiercoles

Luego del impacto del meteorito las biotas se vieron afectadas, es decir el conjunto de los organismos vivos. En este sentido, en el marco de un proyecto del Instituto Antártico Argentino, un grupo de investigadores del CONICET, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el IAA-DNA, estudiaron las implicancias que tuvo este fenómeno global en los mares circundantes al actual continente antártico.

Se enfocaron particularmente en la ictiofauna, es decir en los peces que los habitan y logró identificar las distintas especies presentes en la región antes y después de la extinción.

Resultados
Cabe señalar, que los resultados de este trabajo conjunto se publicaron en la revista científica Cretaceous Research. Alberto Cione, que es uno de los principales investigadores en este proyecto, destacó que la Península Antártica “a nivel mundial es uno de los lugares donde existe una mejor representación del límite entre esos dos grandes momentos geológicos. Además de carecer de vegetación, se encuentra sin cobertura de hielo durante el verano, lo que facilita enormemente los trabajos de campo”.

De acuerdo a los estudios realizados, se pudo determinar que “hasta el límite entre el Cretácico y el Paleógeno había una fauna de peces óseos y cartilaginosos muy diversificada y perfectamente adaptada a sus ambientes. Sin embargo, luego del evento la mayoría desapareció y la variedad de la ictiofauna que podemos encontrar sobre ese horizonte es realmente pobre”.

Peces
Hallaron grupos de peces que habitaron exclusivamente el Cretácico, como el tiburón sierra y el gris, así como otros cuyos parientes todavía están presentes en nuestras costas.

“En las capas de sedimentos ubicadas por debajo del límite, encontramos representantes de dos grupos que en la actualidad son frecuentes en distintas partes del mundo: tiburones de leznas del género Carcharias y cazones espinosos”, relata Cione.

“Durante el Cretácico, en el mundo había un predominio de grandes tiburones del orden de los lamniformes –un pariente viviente de ellos muy conocido es el tiburón blanco–. Sin embargo, y para nuestra sorpresa, los grandes lamniformes eran escasos en la Antártida y el rol de gran depredador allí lo cumplía el tiburón gris”, especifica.

Restos
En cuanto a los restos encontrados, Soledad Cavalli otra de las investigadoras relató “los peces óseos están representados por dientes de dos grupos y el fragmento de una aleta de otro que vivió únicamente en el Jurásico y el Cretácico y que, en algunos casos, podía alcanzar hasta 16 metros de largo”.

En las capas de sedimentos más modernas, dieron con grupos de peces que pudieron sobrevivir a la extinción y otras formas novedosas que surgieron después de ella.