Fuente: Diario de Madryn, Puerto Madryn

Argentina - Cruceros, un segmento turistico que crece

Antonio Torrejón

viernes 31 de octubre de 2003

Por Antonio Torrejón

Según el Foro de Cruceros realizado en Panamá, el número de buques cruceros que transitan el Atlántico Sur ha experimentado un súbito ascenso durante esta década, aumentando casi un 20% al año. Un total de 98 buques están operando en cruceros de tránsito por el Canal de Panamá, incluyendo varios de los nuevos y lujosos mega-cruceros.

Sun Princess y Dawn Princess, de los Cruceros Princess; Rhapsody of the Seas, de Royal Caribbean; y Galaxy, de Celebrity. Algunas otras líneas están obteniendo gran éxito con los cruceros de tránsito cuyos itinerarios suelen incluir acceder al canal de Panamá, por el lado del Caribe, en Cristóbal; y volver por el estrecho de Magallanes, vía Océano Atlántico.

El Canal de Panamá es en sí una atracción turística que ofrece a los pasajeros de cruceros no sólo la posibilidad de observar de cerca la geografía, estructuras y operaciones del Canal, sino también el fantástico paisaje de la selva tropical de ese país. Las líneas de buques cruceros, durante el cambio de temporadas turísticas, también dependen del tránsito a través del canal, para la reposición de los buques de la región del Caribe hacia los mercados de Alaska y la creciente alternativa antártica y patagónica.

Alimentada con la entrega de medio centenar de nuevos buques cruceros y la fuerte demanda de los consumidores, la industria norteamericana de buques cruceros, indudablemente continuará creciendo hasta ya bien entrado el próximo siglo. Esto representa una buena noticia para los prestadores de Ushuaia y Puerto Madryn, que recibirán en sus muelles, gran parte de este incrementado número de buques y de pasajeros de esta actividd con escala industrial.

El desarrollo portuario en el sur argentino con la la ampliación del muelle de cargas generales de Ushuaia, y la inauguración el 31-10-03 del primer puerto de cruceros turísticos del país en la extensión del histórico Muelle Piedrabuena, en el Golfo Nuevo, provincia del Chubut, a lo que se le agrega la creación de excursiones costeras para turismo especializado, tal como eco-tours (turismo ecológico) y recorridos por áreas de interés de la Península Valdés, que resulta el equivalente a Galápagos en Atlántico Sur.

El número de turistas de cruceros asíduos, que repiten la misma travesía más de una vez, es también cada vez mayor. En 1980, el 20% de los pasajeros de cruceros habían ya viajado en un crucero con anterioridad; actualmente, esta cifra puede superar el 50%. Al mismo tiempo que asciende, ocurre lo mismo con la demanda de los turistas asíduos de cruceros, que exigen nuevos y más sofisticados lugares para viajar. La Patagonia tiene mucho para ofrecer a estos turistas.

Hace quince años no llegaban a un par de elementales visitas las que recalaban a título experimental al Puerto de Madryn, y una veintena las que se apoyaban en el vínculo argentino con la Antártida: la ciudad de Ushuaia.
En la última temporada turística (de octubre a abril), Ushuaia llegó a registrar cerca de los noventa atraques de cruceros turísticos, y Madryn una cifra próxima a los cuarenta, tendencia que por la demanda conocida continuará creciendo no menos del 20% por año.

La expansión del turismo de cruceros proporcionará importantes beneficios fiscales y sociales en términos de compras directas, gastos y empleos. La potencial contribución económica generada por un buque crucero con capacidad para 2 mil pasajeros y una tripulación de 600 personas que haga escala en un puerto es significativa. Aplicando el nivel promedio de los gastos incurridos por pasajeros ($124) y tripulante ($66) observados en el Caribe en 1995, según encuestas realizadas por Price Waterhouse, LLP, un buque de estas dimensiones podría contribuir con aproximadamente $287.600 en gastos directos. Si este buque tocara puerto tan sólo 25 veces al año, los gastos directos totales podrían exceder $7,2 millones. Otros gastos como impuestos y suministros para la embarcación, podrían aumentar significativamente ese total. Los impactos de los gastos crean trabajos en las economías de los puertos de escala, y también tienen un efecto multiplicador sobre estas economías que, para algunos destinos del Caribe, podrían llegar a ser hasta
2,5 veces los gastos directos. Si utilizamos nuestro ejemplo, los impactos de los gastos directos de los pasajeros y la tripulación por un total de $287.600 podrían llevar a un efecto multiplicador, a través del gasto y la reutilización de este dinero por los comerciantes (para pagar sueldos, etc.), de más de $700 mil por cada visita a puerto de un buque.

Al reconocer los potenciales beneficios económicos que podrían resultar de las visitas de buques cruceros, Panamá y sus puertos ya han dado importantes pasos para lograr el aumento de las paradas de los buques cruceros.

El papel futuro que desempeñará la industria de buques cruceros será cada vez más fuerte. El tráfico continuará en ascenso, pero los verdaderos beneficios económicos de esta floreciente industria tendrán su mayor impacto cuando las embarcaciones comiencen a visitar los puertos e integrarse por la vía de muelles cercanos a las ciudades-puertos y a sus centros urbanos de servicio.