Fuente: El Diario de Madryn, Puerto Madryn

Argentina - El Puerto...una puerta: El planeamiento y el control de gestion en el puerto

José Mazondo

lunes 20 de octubre de 2003

Por José Mazondo

Las decisiones pueden clasificarse como de Planeamiento Estratégico, Control Gerencial y Control Operacional.

Desde el punto de vista económico, invertir significa asignar recursos al aparato de producción de bienes y servicios, con el fin de lograr ingresos futuros que han de permitir el recupero del capital invertido, más un adecuado margen de benefi­cio o ganancia por el esfuerzo que ello signifi­ca.

Toda inversión de importancia, exige decisiones empresarias de alto riesgo y responsabilidad. Estas decisiones pueden ser el resultado de la intui­ción del ejecutivo o empresario, quién guiado por su instinto o por el conocimiento empírico del merca­do, actúa y arriesga. Pero en la mayoría de los casos, estas decisiones son el resultado racional de un estudio y análisis científico, logrado sobre la base de una metodología de planea­miento.

Cuando el planeamiento persigue obtener una visión integral del desar­rollo económico de un área o sector (o un puerto) a fin de establecer un sistema de metas de desarrollo coherente y un marco de refe­rencia que permita continuar con más detalles estudios individua­les, se lo denomina PLAN o PROGRAMA. Así frecuentemente conocemos los "Programa de Desarro­llo Portuario" ó "Plan de Desarrollo Pesquero" etc.

Los Planes o Programas comprenden en primer lugar, un análisis de las tendencias históricas, en segundo lugar un diagnóstico de la situación actual, señalando los cambios que han tenido lugar en la economía del área o sector, los factores que lo han causado y una apreciación de la proba­ble evolución y por último los objetivos a lograr en el corto, mediano y largo plazo para alcanzar su desarrollo.

En cambio, el Planeamiento que estudia las posibilidades reales de inver­sión, se denomina PROYECTO. Como regla general podemos decir que de los Planes o Programas de Desarrollo surgen los Proyectos de Inversión. Así por ejemplo, de un Progra­ma de Desarrollo Portuario, pueden surgir Proyectos concretos de inversión para la construcción de un nuevo muelle o la compra de una grúa. No obstante ello, esto no significa que un Proyecto de Inversión surja necesariamente de un Plan o Programa de Desarrollo, puesto que puede surgir también como consecuencia de una decisión empresarial, en respuesta a sus propias necesida­des de inversión y desarrollo.

El Proyecto comprende un análisis de las condiciones actua­les y futuras del mercado, adopta determinados supuestos relacio­nados a los ingresos y egresos futuros y por último, evalúa sus posibilidades de rentabilidad, constituyéndose en una eficiente y necesaria herramienta que facilita la toma de decisiones, dismi­nuyendo los riesgos de la inversión.

En términos generales, todo proyecto de inversión debe contener: los objetivos que persigue; un análisis de la situa­ción; un estudio de merca­do; la Ingeniería del Proyecto; la determinación del tamaño y localiza­ción; el cálculo de las Inver­siones requeri­das para su concreción; el financiamien­to y la evalua­ción económica.
Para un administrador de puerto, tomar decisiones es una actividad rutinaria que tiene que enfrentar casi a diario. La toma de decisiones, o sea la selec­ción de cursos de acciones entre distintas alternativas es el meollo del Planeami­ento. Las deci­siones tomadas en niveles gerenciales normalmen­te caen dentro del denominado planeamiento estratégico. Este es un planea­miento a largo plazo, por lo tanto las decisiones tomadas para reemplazar equipamientos, incrementar los sitios de atraque, brindar nuevos servicios en áreas aún no explotadas, diversificar en otras áreas del negocio, constituyen decisiones que caen dentro del dominio del planea­miento estratégico.

El planeamiento estratégico no es una actividad cotidiana, sino más bien, está determinada por la necesidad, de acuerdo a las oportunidades, eventos y circunstancias prevalecientes. Aún cuando se evalúan las capaci­dades internas, su impulso básico se dirige hacia el ámbito externo, es decir, cambios en las tenden­cias económicas, cambios inflacionarios, situaciones políticas, actividades de la competencia, desarrollo tecnoló­gico etc.

Si el planeamiento es necesario para guiar una organiza­ción, es igual­mente imperativa la supervisión de que los eventos se ajusten a los planes, esta es una función de control. Planea­miento y control son activi­dades comunes y algunas veces se hace referencia a ellas como los hermanos siameses de la administra­ción.

Aún realizando la función de control, los administradores portuarios toman decisiones todos los días. Más específicamente, estas decisiones caen dentro del denomina­do control gerencial, que es el proceso mediante el cual los admi­nistradores se aseguran que los recursos serán obtenidos y utilizados efectiva y eficien­temente para el logro de los fines de la empresa.

En un nivel menor, se puede tener control operativo que es el proceso de asegurar que las tareas específicas sean llevadas efectiva y eficientemen­te. El centro del control operativo recae en tareas y transac­ciones individuales, tales como controlar el resultado operativo de un equipo, en contraste con controlar el rendimiento de un sitio de atraque que es más bien una tarea de control gerencial.