
Fuente: Diario de Madryn, Puerto Madryn
Argentina - Entrevista exclusiva al subsecretario de pesca de la nacion.
Gerardo Nieto y su compromiso con la Nación
lunes 22 de diciembre de 2003
En diálogo exclusivo con Diario de Madryn, el titular del área de pesca de Nación, habló sobre, la Ley Federal de Pesca, la cuotificación, el control de las especies, la protección del recurso, sustentabilidad y rentabilidad, y el proceso de transformación de la industria de la pesca. Esta es la primera entrega de una entrevista extensa y esclarecedora sobre el pensamiento de un funcionario clave para un desarrollo adecuado de la pesca en Argentina.
A sólo nueve cuadras del despacho del presidente Kirchner, el actual subsecretario de Pesca de la Nación, Gerardo Nieto, inicia la charla asegurando que su actividad pública comienza cuando junto a Graciela, su esposa, deciden involucrarse como ciudadanos en el compromiso de construir una Nación. Era fines de la década del '80 y la disyuntiva era emigrar definitivamente del país o intentar pagar la deuda que sentían que tenían con su generación.
Es a partir de ese compromiso que asume el desafío de integrarse como técnico al proyecto político del actual Presidente.
¿Cómo se traduce ese compromiso en su actual gestión?
Hay tres conceptos básicos que me inspiran para afrontar todo esto.
Uno es regenerar la autoconfianza, saber que cada uno de nosotros tenemos capacidades posibles de poner en funcionamiento, capacidades que permiten desatar procesos positivos en la Argentina.
A partir de allí generar la confianza entre nosotros de manera que podamos generar equipos de trabajo, coordinados, armonizados, interrelacionados, que permitan llevar adelante objetivos comunes y a partir de esta confianza interior generar la confianza hacia fuera, que permita posicionarnos reconocidamente ante otros países del mundo...
Lograr previsibilidad...
Eso va asegurando conceptos de previsibilidad, exactamente. Y en el marco de la pesca nos fijamos tres conceptos rectores: el primero se llama sustentabilidad, el segundo se llama rentabilidad y el tercero se llama productividad. Estos conceptos tienen ese orden, no otro orden. Sin sustentabilidad, es decir, sin recursos pesqueros disponibles, en forma adecuada en cantidad y en calidad razonable, no hay forma de rentabilidad.
Con un adecuado sistema de captura, elaboración y procesamiento, podemos lograr una renta razonable; a través de una productividad adecuada que vincula todo esto, podemos hacer una distribución de esta renta a través de la generación de empleo, la capacitación, la jerarquización de las estructuras de investigación en el desarrollo de técnicas de pesca hasta técnicas de elaboración y hacia técnicas de transformación de los recursos pesqueros en productos de la alimentación.
Y allí separo conceptos. En realidad hablamos de una industria pesquera y yo hablo de una actividad pesquera y de una industria de la alimentación a partir de los recursos pesqueros. Y allí, en el proceso de elaboración, tenemos la posibilidad de procesar y transformar esos recursos pesqueros agregándoles valor, de manera que se transformen en productos de la alimentación, que ellos en definitiva son los productos de consumo que nos van a permitir adquirir renta o riqueza a través de la venta de esos productos.
Desde el sector político, fundamentalmente los provinciales, muchas veces se han promovido medidas tendientes a la incorporación de valor agregado a la actividad extractiva. Desde los sectores empresariales, en cambio, se sostiene que esto implica un costo agregado y no necesariamente un valor agregado.
Ese es un concepto mío que muchas veces he compartido. En muchas actividades productivas, a veces, creo que por falta de aplicación de conocimiento o de un análisis apropiado y otras veces porque se resiste a estudiar más detalladamente el proceso productivo. En los últimos años se está afianzando esta actividad. La actividad pesquera es una actividad relativamente novedosa para la Argentina y además de ser novedosa tiene la problemática de estar desarrollada en el medio acuático de la Argentina, en el territorio marítimo argentino. El territorio marítimo argentino es un espacio no suficientemente reconocido como propio, integrado a la Nación y por lo tanto no lo suficientemente o apropiadamente aprovechado.
Históricamente la Pampa húmeda ha sido la zona de mayor gravitación por su capacidad de generar riqueza. ¿Seguimos siendo un país de espaldas al mar?
Más allá de las disculpas. Llorar sobre la leche derramada es un error conceptual. Justificarnos permanentemente porque esto pasó porque bueno...
el gobierno tuvo la responsabilidad, la historia, los gobiernos militares, los curas, los caudillos, sí bárbaro, eso es comprenderlo. Comprender esa situación, ese punto de partida de las diferencias entre nosotros es bueno para aprender pero no para justificarnos, no es saludable. Si yo comprendo esa situación y digo tengo un mar importante, inmenso, posible, debo procurar estudiarlo, aprender, compartir todos los cimientos y obtener suficiente productividad como hablábamos antes.
Ardua tarea cambiar viejos conceptos y hacer valer el peso que la pesca ha adquirido en la economía general del país.
Yo creo que sí. Hay algo que debe prevalecer en todo esto. Uno no pude presumir la posibilidad de cambiar de buenas a primeras en una gestión todo, pero sí puede desatar procesos. Una vez que se pone en marcha el proceso es el mismo proceso el que se va retro-alimentando y va generándose y a partir de allí el mismo proceso demanda pequeñas correcciones que lo van ajustando al momento. De alguna forma se está dando en la actividad pesquera, en la industria de la alimentación vinculada a los recursos de la pesca, se está dando en la República Argentina. Paulatinamente se va consolidando, se está transformando dolorosa y profundamente pero lo está haciendo y sin ninguna duda como todo proceso de transformación, esto es como cuando se ve el proceso de transformación de una semilla, si pensamos que una semilla va ser árbol no lo podemos concebir. Sin embargo, cuando se siembra, se destruye la semilla y empieza a salir otra cosa que es un árbol.
Si yo me pongo del lado de la semilla debe ser terriblemente doloroso y hasta me resistiría a cambiar. Pero, una vez que se produce eso empiezan a salir raíces, el tallo, las hojas y parece mágico. Es todo un proceso, imaginemos el proceso de la semilla, si alguna vez vimos una germinación, la semilla se parte al medio y está saliendo otra cosa nueva y en ella no está esa conciencia y esto nos pasa en las actividades productivas, a veces nos resistimos porque tenemos miedo a la posibilidad de un cambio.
¿Estos miedos son también los que generan esta demora en la aplicación plena de la Ley Federal de Pesca?
Yo creo que de alguna manera sí. Estos miedos han generado una suerte de mecanismos de defensa sobre algo que no tenemos absolutamente claro y definido y sobre algo que muchos actores sienten preocupación, comparable a esa dolorosa situación de la semilla. Es un cambio importante, positivo, según lo vemos muchos, difícil según lo ven algunos. Pero fundamentalmente, ese cambio significa una reconceptualización del sistema de administración de las capturas de organismos vivos en el territorio marítimo argentino. Y yo estoy utilizando todos estos conceptos adrede, porque es una forma de tomar conciencia de la importancia del mar para los argentinos.
Pero, ¿Se va a avanzar en el sistema de cuotas?¿ Hay plazos?
Decididamente, avanzamos en la aplicación específica de la ley Federal de Pesca. Mas allá de que estamos convencidos de que es el sistema de administración de pesquerías más adecuado o de administración de los recursos pesqueros más adecuado. Sí, decididamente avanzamos hacia la cuotificación.
Escribe Adriana Rufo
Colaboradora de Diario de Madryn