Fuente: Fish Information Services, FIS

Argentina - Incierta situacion enfrenta la industria pesquera

martes 22 de enero de 2002

Con una crisis económica-financiera sin precedentes, una recesión que ya
lleva cuatro años, un nuevo gobierno que accedió al poder hace sólo dos
semanas, y un dólar paralelo que no deja de subir, el sector pesquero
argentino se mueve en un escenario que algunos empresarios señalan como "un
salto al vacío, sin saber si al final de la caída habrá una pileta vacía o
con agua".

Por el momento, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentación se encuentra acéfala desde hace casi un mes; lo mismo sucede
con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura. Actualmente se discute si la
Secretaría quedará dentro de la estructura del novel Ministerio de la
Producción o si continuará dependiendo de Economía. Hay fuertes "lobbies"
del sector agrario para que esto no cambie.

Además, varias cámaras y políticos han enviado notas a diferentes estamentos
del Estado para solicitar la creación de una Secretaría de Pesca, rango que
fue vetado en el momento de promulgarse la actual Ley Federal de Pesca (N°
24.922) en el año 1998. Este reclamo resurge cada vez que hay un cambio de
gobierno o modificaciones de la organización del Estado, pero la realidad
indicaría que el pedido no tendrá eco positivo, como ha sucedido hasta el
momento.

Por otro lado, las presiones para que haya una reducción del Estado, pueden
salpicar a la pesca, porque hay versiones que indicarían la intención de
unir la Pesca con el sector de Alimentación y reducir las subsecretarías
correspondientes. Muchos ya han expresado su voz contraria.

A este contexto de desconcierto general se suman las presiones de los
sindicatos para que se cumpla la equivalencia en dólares de los salarios de
los tripulantes, la falta de precios en los insumos (algunos proveedores
entregan la mercadería con remito abierto, es decir, sin fijar precios, que
serán puestos una vez que el mercado establezca las pautas de reposición de
los stocks) y la exigencia de los proveedores de combustible del pago
contado. Ni hablar del mercado interno: cadena de pagos rota, falta de
financiación y el problema del famoso "corralito" económico -una serie de
duras medidas económicas que restringen el uso de los depósitos bancarios.

En cuanto a las exportaciones, si bien hasta ahora se ha confirmado que no
habrá retenciones a las exportaciones agrícolas y pesqueras, la grave
situación general del país indicaría que en un futuro no muy lejano podría
llegar a implementarse este gravamen.

Por FIS Latino