Fuente: Diario de Madryn, Puerto Madryn
Argentina - La pesca en 'calma chicha'
lunes 6 de octubre de 2003
Por Leo Muller
Los antiguos pescadores llevaban en sus bodegas ánforas con aceite para arrojarlo al agua y así calmar el oleaje, si pensaban que éste haría peligrar sus vidas; esto generaba una calma, que al igual que la proveniente de la falta de vientos propicios, se llamaba "calma chicha", así como "bochorno" al viento caliente que luego de tensas horas de calma, por fin, daba impulso a la embarcación. El "bochorno", como todo viento caliente, provocaba mas de un "sofocón".
Luego de temporales y sofocones nuestra Legislatura entró, como el resto del aparato del Estado, en una suerte de calma chicha, que sería necesario normalizar, lo que es posible dado que las cuestiones humanas son manejables a diferencia de los fenómenos climáticos.
Hay temas que, por su incidencia en la vida de todos los chubutenses, necesitan de la preocupación institucional, uno de ellos, es la pesca, que generó discusiones dentro y fuera del recinto; dio a luz alguna ley que, vetada parcialmente, estableció toda una antinomia jurídica, al dar injustas prerrogativas geográficas; y generó proyectos que se discutieron y no se supo mas de ellos.
El diccionario nos dice que "Las leyes deben ser justas para que su cumplimiento no sea forzado".
No practiquemos esa suerte de autocracia que desconoce los reclamos de la comunidad. Es necesario armonizar la distinta percepción que sobre la materia tienen; muchas veces, legisladores de un mismo bloque, y distintos sectores de la comunidad que no han sabido encontrar el camino y, empantanados hemos quedado.
Reiteramos, alguna opinión anterior, en el sentido de que la posibilidad de dar nuevos permisos, hoy, no está en discusión; es importante mostrar seriedad en los futuros pasos donde se otorguen, a los efectos de actuar con equilibrio; No es lo mismo comer para vivir que vivir para comer, las leyes son medios y no fines; existen empresas con derechos naturales (por cantidad de personas en relación de dependencia, inversiones, trayectoria, alto impacto distributivo, etc.) que hacen in-necesario un sainete que ponga bajo sospecha a administradores y administrados.
Se aprende a vivir viviendo y a legislar legislando, sobre todo si aderezamos esta suerte de banquete con algo de solidez técnica y reflexión.
Si con el agua y sus productos se ha podido cooperar con la felicidad humana, como lo ha hecho Claude Debussy con obras como "El Mar" y sus partes integrantes "Del Alba al Mediodía en el Mar" , "Oleaje" y "Diálogo del Viento y el Mar". O Schubert , exponente del período clásico como pocos, en su quinteto para cuerdas en La Mayor, uno de los mas ejecutados de la historia, al que llamó "La Trucha" (Die Forelle); como así también la "barcarola" de los célebres "Cuentos de Hoffman" de Jacques Offenbach, sin olvidar el archiconocido y aporreado vals de Juventino Rosas "Sobre las olas", ni la sublime "Música Acuática" del barroco contemporáneo a Juan Sebastian Bach, Georg Friedrich Haendel, pregunto: ¿ Por que, Hoy, no podemos hacer algo digno de mérito?.
Ya nos han señalado la diferencia del pasado, que ya esta escrito, con el futuro, el que se está escribiendo y re-escribiendo permanentemente; vale la pena tomarlo con responsabilidad.




