Fuente: La Capital, Mar del Plata

Argentina - Los poteros se concentran por la escasez de calamar illex

Una mala temporada para un recurso clave

viernes 13 de junio de 2003

La flota se vio obligada a operar en esta zona porque el recurso escasea en el sur. El puerto local recibió 40 embarcaciones en pocas semanas. Si bien el calamar no rinde frutos, el puerto se benefició con la llegada de una inusual cantidad de buques. Luego de que el Inidep desaconsejara la pesca del calamar al sur del país, la flota se concentró al norte del paralelo 44, pero en la zona el recurso también escasea.

Los magros resultados que viene arrojando la temporada de pesca del calamar generó que un inusual número de barcos poteros se concentrara desde hace algunas semanas en el puerto local.

La recomendación del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, que a principios de mayo advirtió que el recurso se estaba agotando al sur del paralelo 44, obligó a la totalidad de la flota a concentrarse al norte del país. En ese contexto, muchas embarcaciones eligieran al puerto Mar del Plata para operar.

Según le explicó ayer a LA CAPITAL el director del Inidep, Ramiro Sánchez, el organismo detectó hace más de un mes que la biomasa de calamar que existe debajo del paralelo 44 había descendido más de lo recomendable y por eso se resolvió suspender la captura.

Esto provocó que la mayor parte de la flota se concentrara en la zona norte, donde el calamar si bien no escasea tanto como en el sur, tampoco abunda.

Si bien los empresarios pesqueros se lamentan por el pésimo resultado de la zafra del calamar, el puerto local goza de algunos beneficios.

Según le explicó a LA CAPITAL el gerente general del consorcio portuario de Mar del Plata, Omar Alonso, la imperiosa necesidad de los barcos de volver a tierra de manera anticipada hizo que el puerto recibiera la inesperada visita de unas 40 embarcaciones que pagan más 100 pesos diarios por estadía.
La suma no es para nada despreciable, ya que los fresqueros con asiento permanente en la ciudad aportan una tarifa de unos 400 pesos por trimestre.

"El puerto es un negocio y no podemos perder esta oportunidad. Por cada barco que ingresa se activa el comercio, la estiba, el transporte y eso beneficia a la ciudad", comentó Alonso, tratando de encontrar el lado positivo del asunto.

Empresas resignadas

La decisión del Inidep de ponerle fin de manera anticipada a la captura del calamar al sur no sólo hizo que cielo del puerto marplatense se iluminara con las potentes luces de los poteros. Alonso comentó que el mismo panorama se observa en Capital Federal, Puerto Madryn o Comodoro Rivadavia.

El funcionario comentó que las embarcaciones amarradas en Mar del Plata están reaprovisionándose y en algunos casos, aprovechando el parate para hacer reparaciones.

Algunos también realizaron descarga de mercadería, aunque este año fue muy poca la cantidad de calamar que se trajo a tierra. Barcos con capacidad para almacenar 350 toneladas en sus bodegas debieron regresar con apenas 40 ó 50.

El titular del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (Cepa), Oscar Fortunato, comentó que la mayoría de las empresas ya asumieron que este año el calamar no rendirá muy buenos frutos.

Luego de levantar la pesca en el sur, algunas firmas están intentando capturar lo poco que se encuentra en el norte, pero muchos ya están resignados. "Hay empresas que están abortando sus salidas porque se está pescando muy poco y con las capturas que se hacen no se alcanzan a cubrir los costos de cada viaje", explicó.

Por su parte, Alonso consideró que la muy baja performance del calamar y las posteriores disposiciones del Inidep sirvieron al menos para poner a prueba al puerto marplatense, donde hoy se concentra una cantidad de buques atípica. "Es muy importante que los poteros recalen en Mar del Plata porque esto es lo que buscamos durante muchos años. Estamos logrando un puerto multipropósito y no un puerto pesquero solamente. Creo que estamos logrando la excelencia que siempre buscamos", aseguró.

Niegan dificultades con la operatoria

El gerente general del consorcio del puerto marplatense, Omar Alonso, aseguró que la inusual cantidad de barcos poteros que permanecen amarrados en la ciudad no genera ninguna clase de dificultad en la operatoria de la estación marítima local y sostuvo que se están tomando medidas preventivas para que eso no ocurra.

Esta semana la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros le planteó su preocupación al intendente Daniel Katz porque a raíz de la presencia de los poteros se estarían produciendo algunos inconvenientes para el ingreso y la descarga de sus embarcaciones fresqueras.

En este sentido, el representante de la entidad, Darío Socrate, había explicado que la "superpoblación" de embarcaciones dedicadas a la pesca del calamar mantiene ocupados "demasiados espacios".

Según dijo, esta situación está "complicando la operatoria de los buques fresqueros en el muelle".

Sin embargo Alonso le aseguró ayer a LA CAPITAL que "la preocupación de los empresarios fresqueros no tiene ningún asidero porque hasta ahora no ha habido ninguna clase de dificultad". Según indicó "no hubo barcos que no hayan podido descargar o que se haya retrasado en hacerlo".

Alonso comentó que para evitar que los poteros amarrados al puerto provoquen inconvenientes el consorcio fijó algunos límites para las solicitudes de ingreso y estableció que ninguna de estas embarcaciones pueda permanecer por más de 15 días detenidas en la estación marítima marplatense.

"Hemos dispuesto que haya varios sectores en los muelles para que los fresqueros hagan su descarga ya que las embarcaciones con asiento permanente en Mar del Plata siempre tendrán prioridad", afirmó.

Una especie impredecible

Pese a que hubo temporadas peores, este año la pesca del calamar no rindió muy buenos frutos. La escasez de esta especie en el mar Argentino obligó al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero a recomendar hace casi un mes la suspensión de las capturas al sur del paralelo 44, donde habitualmente se encuentra la mayor población de calamar. Esto obligó a los barcos poteros a concentrar todos su esfuerzo en el norte, donde se halla una segunda población de calamar, algo más pequeña.

Según le explicó a LA CAPITAL el director del Inidep, Ramiro Sánchez, el calamar es un recurso "muy fluctuante", sobre el que es muy difícil realizar predicciones. Por eso, el hecho de que este año haya habido escasez de recursos no significa que para el año que viene la especie no pueda recuperarse o superar la biomasa de 2003.

Entre sus principales características biológicas se destaca que ésta es una especie cuyos individuos mueren al año de haber nacido por lo que las posibilidades de captura son muy amplias.

De todos modos los científicos argentinos recomiendan que todos los años se reserven 40 mil toneladas para evitar la depredación. Se estima que con ese número se garantiza la reproducción de la especie para el año siguiente.
Según Sánchez, el alerta para el sur del paralelo 44 se debió a que este año ya se corría riesgo de que por la cantidad de pesca no se pudiera garantizar la supervivencia de la biomasa de calamar necesaria para la reproducción.

"El hecho de que este año no se haya encontrado tanto calamar en las aguas no significa que haya algún problema grave. Esta es una especie anual que suele verse afectada por factores climáticos u otras razones que el hombre no maneja", comentó Sánchez.