Fuente: Cedepesca, Mar del Plata

Argentina - Nueva hazaña de la flota congeladora española: Ahora agotaron los stocks de fletan negro en el Atlantico Noroccidental

viernes 17 de octubre de 2003

Las autoridades de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroccidental
(NAFO) han aprobado recientemente un plan de recuperación de los agotados stocks de fletán negro (un pez plano de gran valor comercial) en aguas internacionales frente a las costas de Terranova.

En ese caladero operan desde 1991 más de 30 buques congeladores españoles que anteriormente habían participado en el agotamiento de los stocks de merluza sudafricana en aguas de Namibia. Otros 70 buques que operaban en Namibia fueron redirigidos a Argentina, con resultados catastróficos ya conocidos.

De acuerdo a la evaluación de los científicos, las capturas anuales deben reducirse este año de 42.000 toneladas a 20.000. Lo original del plan de recuperación es que se prevé reducir aún más las capturas en los próximos años, llegándose a 17.000 toneladas en 2007 y previendo un incremento a partir de ese año con un horizonte de llegar en 15 años a 25-35 mil toneladas.

La repetición de esta situación (Namibia, Argentina, NAFO) sigue sin escarmentar a los persistentes armadores españoles de buques congeladores.
Como de costumbre, aducen que los recortes son excesivos, que los stocks "no estaban tan mal", exigen subsidios para "aceptar" los recortes, apelan a los empleos que se verán afectados (unos dosmil directos). En fin, historia conocida en Argentina.

Y por supuesto, plantean que "el desarrollo de campañas experimentales para buscar nuevos caladeros podría ayudar a solucionar el problema de la flota afectada", según ha expresado recientemente el señor José Antonio Suárez-Llanos, gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo.

Y es que una inversión de 12 millones de euros (lo que aproximadamente vale uno de esos buques) necesita recuperarse a costa de lo que sea. La ineficacia social de estas inversiones se evidencia en la creación de apenas 60 empleos por buque. Pero si le sumamos el costo transferido a las comunidades de todo el mundo por el agotamiento de los caladeros provocado por estas desproporcionadas máquinas de pescar, mas los subsidios que permanentemente pretenden y muchas veces logran, es evidente la irracionalidad social de este negocio.

Sin embargo, todo esto está muy lejos de terminarse.

Luego de la exhibición mundial de la pesca realizada el mes pasado en Vigo, los astilleros gallegos se vanaglorian de haber vendido más de 50 embarcaciones de pesca industrial a países africanos, especialmente Angola y Mozambique, que pretenden desarrollar una flota propia.

Y eso está muy bien, pero ahora operan allí buques españoles que tendrán que buscar "nuevos caladeros". Y a menos que se descubran en Marte o en la Luna, es muy difícil de imaginar que eso se logre.

Pese a las buenas intenciones de las nuevas normas europeas aprobadas en diciembre de 2002 sobre acuerdos de pesca, mucho tememos que estas temibles máquinas de pesca sigan buscando como competir y arruinar a las flotas locales por los caladeros ya en explotación, que son los más interesantes comercialmente.

Parece haber llegado la hora de una acción global más enérgica para detener esta rueda insostenible en forma definitiva.

CeDePesca 4/10/2003