Fuente: La Nacion, Buenos Aires

Argentina - Presion sobre Malvinas por la pesca

Franco Varise

miércoles 22 de diciembre de 2004

La captura del calamar

El Gobierno quiere que los buques argentinos compitan con los de origen asiático en la milla 201

Hay más de 60 buques extranjeros en el límite exclusivo argentino Esos barcos cuentan con licencias de pesca emitidas por las islas Puja por un recurso millonario

El Gobierno decidió adelantar la temporada de pesca del calamar en aguas internacionales para que los buques argentinos salgan a competir con los más de 60 barcos de bandera oriental que ya operan en el límite exclusivo del país y que cuentan con licencias emitidas por las autoridades británicas en las islas Malvinas.

Esos buques extranjeros, que forman una verdadera ciudad flotante en el medio del mar, explotan los recursos de la plataforma continental, que en esa zona se extiende más allá de las 200 millas que pertenecen a la Argentina.

Una vez que terminan de pescar allí, a partir de febrero, las embarcaciones comienzan a internarse en aguas malvinenses para empezar a ejecutar las licencias de calamar vendidas por los isleños, que hasta ahora sumarían unas treinta y cuatro.

El subsecretario de Pesca, Gerardo Nieto, autorizó a los poteros (buques que pescan calamar), en coordinación con la Cancillería, a que crucen el umbral de esas 200 millas marítimas para capturar los primeros cardúmenes del calamar Illex, la segunda especie comercial más importante. La idea es que los buques argentinos rivalicen directamente con los coreanos, taiwaneses y chinos, que el año pasado capturaron unas 11.000 toneladas de calamar en aguas lindantes con el límite argentino y apenas unas 7000 en las Malvinas, según datos de la Argentina.

La política pesquera impulsada por Nieto se caracteriza por una mayor agresividad comercial en relación con las decisiones británicas en las Malvinas. El funcionario fomenta la presencia de la flota comercial local en ese punto del mar, como un contrapeso de los negocios británicos en la actividad pesquera.

Desde 1986, los isleños venden permisos para operar en la zona de exclusión, aunque algunos de esos recursos ictícolas, como el calamar Illex, migran desde aguas argentinas hacia las Malvinas. Los ingresos por la venta de esas licencias, el 75% destinadas a esta especie, resultaron un negocio millonario que posibilitó a los pobladores de la islas alcanzar un PBI per cápita de 32.000 dólares anuales -el más alto del continente americano- y dejar de depender económicamente de Londres. Las licencias suman unos 40 millones de dólares por año, según cifras oficiales de las islas.

Cierre anticipado

Sin embargo, en los últimos tres años, las autoridades argentinas determinaron, a pocos meses de comenzar la temporada, en febrero, la escasez biológica del calamar y la suspensión de la temporada. Los malvinenses tomaron la misma decisión sobre la base de criterios de conservación y, en ocasiones, tuvieron que devolver el dinero de los permisos que habían vendido con anticipación.

"Queremos que la flota argentina pueda tener el mismo acceso a los recursos que los barcos con licencias de las Malvinas que pescan en aguas internacionales", dijo una fuente de la Subsecretaría de Pesca. El Gobierno estima que progresivamente unos 20 barcos zarparán hacia la milla 201.

Los poteros necesitan una autorización del Gobierno, porque si bien sólo operan en aguas internacionales luego desembarcan en puertos nacionales.

El año pasado las capturas ascendieron a unas 150.000 toneladas de calamar, lo que significa un volumen aceptable, aunque desde el ámbito oficial se destacó "el mal año del calamar" y la necesidad de preservarlo, porque las existencias habían mermado. La flota potera argentina consta de unas 83 embarcaciones.

"Los ingleses están más complicados, porque a veces el recurso no llega a entrar en su zona de exclusión; un buen año para la Argentina no implica que para las Malvinas sea igual", explicó el vicepresidente de la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA), Guillermo de los Santos.

La hipótesis del Gobierno es que si los buques orientales hacen pretemporada en la milla 201, entre los paralelos 46° y 47° (entre Comodoro Rivadavia y Puerto Deseado), es porque hay algo que pescar. Desde el lado privado, no obstante, son más cautelosos.

"Por ahora las capturas son pobres, pero si nos llega la información de que las capturas mejoran puede que vayan entre 10 y 15 barcos", dijo el empresario Guillermo Jacobs, que posee varios buques.

Los contornos de la política pesquera argentina comenzaron a generar cierta inquietud en las Malvinas. Los casi 3000 pobladores de las islas oyen con mayor frecuencia acerca del problema de la falta de calamar por parte de las autoridades británicas.

"El paso de la Argentina a la competencia directa con las Falklands [Malvinas] en la venta de licencias condujo a una reducción radical de los ejercicios financieros. La amenaza a la economía y la conservación del stock por este desarrollo sigue siendo fuente de seria preocupación", señala, por ejemplo, el sitio de Internet de los británicos en las Malvinas.

Por Franco Varise
De la Redacción de LA NACION