Fuente: Diario de Madryn, Puerto Madryn

Argentina - Puerto Madryn: El robo de pescado, afecta seriamente al sector portuario de Madryn

martes 28 de octubre de 2003

LA INSEGURIDAD SE TRASLADÓ AL MUELLE ALMIRANTE STORNI: EMPRESAS AFECTADAS CONTRATARÍAN SEGURIDAD PRIVADA

El robo de pescado en el principal puerto de la Patagonia es una de los flagelos que afecta seriamente a los operadores portuarios que eligen el muelle Storni para operar con sus buques pesqueros. La falta de controles adecuados en el ingreso y egreso de personas y mercaderías, sería la principal fuente de robos, a ello se agregaría el inicio de operaciones de un comprador de pescado robado, el cual habría adoptado el muelle local y ya estaría trasladando sus actividades a Comodoro Rivadavia.

Esta situación ha generado la decisión de las empresas pesqueras de recurrir a la contratación de un servicio privado de vigilancia y hasta de otras fuerzas, entre las que no se descartan, Gendarmería Nacional y la Policía provincial. El aumento del robo de pescado en el muelle Storni es una realidad recurrente que castiga a los armadores cuando efectúan las descargas de sus buques en el muelle local. Los hechos ilícitos en su mayoría se llevarían a cabo en el momento de realizarse la descarga de pescado de los buques que amarran en el puerto y en oportunidad de realizarse el "romaneo", es decir, la clasificación del pescado en el muelle para su posterior envío a las plantas pesqueras.

En el momento de realizarse la clasificación del pescado y al bajar el plato de la grúa, la que trae estibada unas 100 cajas de pescado, es donde se produciría la sustracción de al menos 4 cajas de pescados de 21 kilogramos cada una por cada movimiento. Para tener una idea de lo que significa esto, en el caso de los buques pesqueros más grandes descargan alrededor de 600 toneladas de pescado, lo cual presupone unos 600 movimientos. Es necesario aclarar que no en todos los movimientos se extraería pescado del plato de la grúa.
Una vez sustraído el pescado del plato de grúa, sería colocado generalmente en vehículos que ingresan al puerto; estos autos se retirarían del puerto con el pescado a bordo de los mismos. Una vez descargadas las cajas sustraída en depósitos ubicados en la ciudad a un acopiador, el vehículo reingresaría al muelle para continuar utilizando la misma metodología. De esta forma por cada buque que se descarga en el muelle local, se sustraerían en promedio unos 320 kilos de pescado los cuales serían comercializados en Puerto Madryn. Se habría registrado, de acuerdo al volumen de pescado que posea el acopiador, ventas a otras ciudades del país como Rosario y Capital Federal. Entre los principales compradores de pescado, se encontraría una persona, quien no sólo compraría el pescado robado en Puerto Madryn sino que, además, se trasladaría hasta el puerto de Comodoro Rivadavia, donde se dedicaría a adquirir pescado obtenido de la misma forma que en el muelle madrynense. El individuo en cuestión entregaría su tarjeta personal, la cual indica, su dirección, teléfono y una inscripción "COMPRA VENTA".

Inclusive, el personaje en cuestión contaría con muy buenos contactos entre el personal de guardia de Prefectura, el cual se desempeña en el mismo muelle Storni. Se habrían dado casos en que el propio personal de custodia en el muelle ha distribuido a los tripulantes estas tarjetas.

Otra forma de sustracción de pescado sería en la bodega del buque pesquero, donde una vez finalizada la descarga, los armadores observan una importante cantidad de cajas rotas. Esto se registra principalmente en los buques langostineros, donde los denominados "masters", una caja que a su vez contiene 6 cajas de 2 kilos cada una de langostino. En este caso la metodología consistiría en romper la caja y colocar las cajitas de langostino en bolsos, los cuales serían retirados del puerto sin mayores inconvenientes. En este caso las cantidades son menores pero al tratarse de mercadería de un alto precio como el langostino, cuyo precio aproximado por kilo es de $ 30,00, la posibilidad de poder sustraer entre 5 y 10 kilos por persona, nos da la magnitud del costo que significa sufrir este tipo de delito.

Una empresa pesquera local habría intimado por medio de una carta documento a las empresas de estibaje que hacen la descarga de los pesqueros, responsabilizándolos de cualquier faltante en el momento de la descarga. Por su parte las empresas de servicios de descarga señalan a modo de descargo, que no siempre coincide el "parte" de producción del buque, con el de descarga, lo cual se acentúa cuando se produce el robo de pescado en el muelle. Por ello, en el seno de las empresas pesqueras ubicadas en el Parque Industrial Pesquero, se habría decidido recurrir a la contratación de empresas de seguridad privada, las cuales ingresarían al puerto para controlar y evitar el robo de pescado. Inclusive trascendió que para investigar la ubicación de las cámaras frigoríficas donde se acopia el pescado robado en la ciudad, ya se habrían realizados contactos con personal de la Policía provincial y de Gendarmería Nacional.

La falta de sanción para quienes son sorprendidos retirando pescado sin autorización es otro de los inconvenientes que acentúan el problema. En más de una oportunidad se habría detenido en el control de acceso del muelle Storni, a personas con pescado en el momento de salir del puerto, a partir de los controles que se realizan por parte de personal de la Prefectura local. La mercadería es decomisada pero el responsable de la sustracción no sufre ningún tipo de sanción y lo que es más grave aún, el sujeto habría vuelto a ingresar al puerto a trabajar sin que pese sobre el infractor ningún tipo de sanción.

A la situación descripta anteriormente se le debe sumar el hecho de que hay poco movimiento de buques pesqueros. Ello acentúa aún más el problema acuciante de los robos de pescado por cuanto al tratarse de un solo buque cada 4 días, los faltantes por barco son significativos.

La situación descrita hace necesaria la inmediata implementación de medidas más estrictas en materia de seguridad portuaria. Si se tiene en cuenta que el Muelle Storni posee un solo lugar de ingreso y egreso a las instalaciones, se debería pensar en un adecuado control de personas ajenas a la actividad portuaria y al egreso de mercaderías sin autorización desde el muelle local. A los efectos de acompañar la adopción de más medidas de seguridad, las empresas pesqueras locales, habrían suspendido la entrega de pescado a los tripulantes, ante la presunción de que los mismos venderían a algunos restaurantes y pescaderías locales dicho pescado.