
Fuente: La Nacion, Buenos Aires,
Argentina - Simulador de navegacion para los mares argentinos
Daniel Arias
lunes 7 de octubre de 2002
Lo desarrollaron cuatro jóvenes estudiantes de ingeniería
Compite ventajosamente con los disponibles en el mercado internacional
Pero aproximadamente a un décimo de su precio
Se lo encargó la Armada Argentina a Invap
¿Funciona escaparse para adelante, refugiarse en el futuro? Lo acaban de probar la Escuela Nacional de Náutica, dependiente de la Dirección de Educación Naval de la Armada Argentina (DIED), y la firma nuclear y espacial Invap SE, de Río Negro. La escuela, creada por el presidente Sarmiento para formar oficiales de mar allá cuando la Argentina era rica, hoy no tiene fondos ni para reemplazar su viejo simulador japonés de pilotaje por radar.
En la crisis, la Armada Naval Argentina le pasó la posta a Invap, que, a su vez, puso al frente del proyecto, llamado de ahí en más Melipal (Cruz del Sur en mapuche), a cuatro estudiantes de ingeniería de la Universidad Fasta, ninguno de los cuales es todavía ingeniero o supera los 26 años.
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¿Resultado? Hoy, gracias a Mauro Strione (26), Mariana Solaro (24), Ignacio Otheguy (25) y Tomás Christie (25), que trabajaron supervisados por el doctor Marcelo Vénere y el ingeniero Gustavo Boroni, de la Universidad Nacional del Centro (Unicen), de Tandil, la Armada entrena navegantes en un equipo de calidad internacional... pero precio criollo. Antes de salir a dirigir sus barcos en océanos reales, los oficiales argentinos habrán sorteado centenares de pruebas en un "mar virtual".
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El sistema Melipal-R (por Radar) simula fielmente el Mar Argentino, con toda su topografía costera y sus puertos, desde el estuario del Plata hasta el Canal de Beagle. Sin embargo, se le podría "cargar" en la biblioteca de escenarios toda la hidrografía marina mundial, previa reducción de ésta a sus parámetros numéricos. Este es justamente uno de sus ángulos exportables.
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Tiene otros: hoy el sistema supera largamente las prestaciones exigidas por la Organización Marítima Internacional (OMI).
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Melipal-R puede entrenar hasta 15 alumnos simultáneamente, mientras el instructor les complica la vida desde su propia estación armándoles simulacros de todas las condiciones meteorológicas y de navegación que encontrarán en la realidad. El equipo obliga al estudiante a navegar a puro radar, es decir, a ciegas, usando en forma simultánea toda la tecnología anexa existente para saber dónde está el buque propio y qué está haciendo y
cómo: cartas detalladas, comandos de maniobra modernos, simulador de GPS (posicionador satelital), radiosonda, simulador de radio VHF, etcétera.
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Los hijos de Melipal-R
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El Melipal-R actual ya está generando desarrollos especiales a medida : el Melipal-SM, por ejemplo, simulará los comandos de una sala de máquinas, y el Melipal-P adiestrará a capitanes pesqueros. Además de un sonar de detección de peces, este modelo P tendrá una perspectiva simulada en tres dimensiones de la popa vista desde la timonera: el alumno podrá ver qué es lo que están haciendo sus redes, palangres y otras artes de pesca.
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Pero el modelo top por complejidad y prestaciones visuales será el Melipal-M (por maniobras), que permitirá ver, desde varias pantallas envolventes, el mar y la costa tal como aparecen ante los ojos del hombre al mando del buque.
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Nacido como proyecto puramente radarístico, Melipal va camino de ser un sistema educativo de realidad virtual integral que está despertando interés en otros países. Según Strione, de la decena de sistemas de entrenamiento concurrentes hoy en el mercado mundial ninguno tiene la calidad de imagen RADAR ARPA del argentino, aunque algunos estén más adelantados en simulación visual.
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Pero adonde Melipal gana es en el precio. De la decena de sistemas similares en el mercado mundial el precio anda entre los 150.000 y los 100.000 dólares. Melipal podría costar una décima parte.
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La prehistoria evolutiva de Melipal surge de la tecnología nuclear. Como el manejo de un reactor nuclear implica la atención integrada y en tiempo real de muchas variables, Invap, cuya primera especialidad a principios de los años 80 fueron los reactores chicos, hizo todo un camino propio en tecnología de control. Melipal es un primer fruto de querer utilizar todo este acervo técnico en áreas nuevas. Invap podría devenir en el único proveedor local capaz de jugar en el próspero mercado mundial de defensa y seguridad, donde hace tres décadas compiten exitosamente firmas brasileñas y chilenas.
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Por Daniel Arias
Para LA NACION
.<< Comienzo de la nota¿Funciona escaparse para adelante, refugiarse en el futuro? Lo acaban de probar la Escuela Nacional de Náutica, dependiente de la Dirección de Educación Naval de la Armada Argentina (DIED), y la firma nuclear y espacial Invap SE, de Río Negro. La escuela, creada por el presidente Sarmiento para formar oficiales de mar allá cuando la Argentina era rica, hoy no tiene fondos ni para reemplazar su viejo simulador japonés de pilotaje por radar. En la crisis, la Armada Naval Argentina le pasó la posta a Invap, que, a su vez, puso al frente del proyecto, llamado de ahí en más Melipal (Cruz del Sur en mapuche), a cuatro estudiantes de ingeniería de la Universidad Fasta, ninguno de los cuales es todavía ingeniero o supera los 26 años.
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¿Resultado? Hoy, gracias a Mauro Strione (26), Mariana Solaro (24), Ignacio Otheguy (25) y Tomás Christie (25), que trabajaron supervisados por el doctor Marcelo Vénere y el ingeniero Gustavo Boroni, de la Universidad Nacional del Centro (Unicen), de Tandil, la Armada entrena navegantes en un equipo de calidad internacional... pero precio criollo. Antes de salir a dirigir sus barcos en océanos reales, los oficiales argentinos habrán sorteado centenares de pruebas en un "mar virtual".
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El sistema Melipal-R (por Radar) simula fielmente el Mar Argentino, con toda su topografía costera y sus puertos, desde el estuario del Plata hasta el Canal de Beagle. Sin embargo, se le podría "cargar" en la biblioteca de escenarios toda la hidrografía marina mundial, previa reducción de ésta a sus parámetros numéricos. Este es justamente uno de sus ángulos exportables.
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Tiene otros: hoy el sistema supera largamente las prestaciones exigidas por la Organización Marítima Internacional (OMI).
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Melipal-R puede entrenar hasta 15 alumnos simultáneamente, mientras el instructor les complica la vida desde su propia estación armándoles simulacros de todas las condiciones meteorológicas y de navegación que encontrarán en la realidad. El equipo obliga al estudiante a navegar a puro radar, es decir, a ciegas, usando en forma simultánea toda la tecnología anexa existente para saber dónde está el buque propio y qué está haciendo y
cómo: cartas detalladas, comandos de maniobra modernos, simulador de GPS (posicionador satelital), radiosonda, simulador de radio VHF, etcétera.
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Los hijos de Melipal-R
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El Melipal-R actual ya está generando desarrollos especiales a medida : el Melipal-SM, por ejemplo, simulará los comandos de una sala de máquinas, y el Melipal-P adiestrará a capitanes pesqueros. Además de un sonar de detección de peces, este modelo P tendrá una perspectiva simulada en tres dimensiones de la popa vista desde la timonera: el alumno podrá ver qué es lo que están haciendo sus redes, palangres y otras artes de pesca.
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Pero el modelo top por complejidad y prestaciones visuales será el Melipal-M (por maniobras), que permitirá ver, desde varias pantallas envolventes, el mar y la costa tal como aparecen ante los ojos del hombre al mando del buque.
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Nacido como proyecto puramente radarístico, Melipal va camino de ser un sistema educativo de realidad virtual integral que está despertando interés en otros países. Según Strione, de la decena de sistemas de entrenamiento concurrentes hoy en el mercado mundial ninguno tiene la calidad de imagen RADAR ARPA del argentino, aunque algunos estén más adelantados en simulación visual.
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Pero adonde Melipal gana es en el precio. De la decena de sistemas similares en el mercado mundial el precio anda entre los 150.000 y los 100.000 dólares. Melipal podría costar una décima parte.
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La prehistoria evolutiva de Melipal surge de la tecnología nuclear. Como el manejo de un reactor nuclear implica la atención integrada y en tiempo real de muchas variables, Invap, cuya primera especialidad a principios de los años 80 fueron los reactores chicos, hizo todo un camino propio en tecnología de control. Melipal es un primer fruto de querer utilizar todo este acervo técnico en áreas nuevas. Invap podría devenir en el único proveedor local capaz de jugar en el próspero mercado mundial de defensa y seguridad, donde hace tres décadas compiten exitosamente firmas brasileñas y chilenas.
por Daniel Arias
para LA NACION