Fuente: El Mercurio de Antofagasta, Antofagasta

Chile - Antofagasta: Cientifico descubre secretos de especies marinas

El académico Ricardo Guíñez observa los modelos tridimensionales instalados en e

viernes 7 de mayo de 2004

No hay que caminar mucho entre los roqueríos para descubrir un insospechado tesoro. No se trata de metales preciosos ni mucho menos. Diminutos choritos, picorocos y piures encierran una riqueza para el conocimiento científico que hasta ahora no se ha descubierto.

Los primeros pasos en esa dirección está dando el doctor de la Pontificia Universidad Católica, Ricardo Guíñez, quien se encuentra abocado a diseñar una inédita teoría basada en la gran cantidad de estos ejemplares invertebrados que habitan nuestra costa.

Nadie hasta ahora a nivel mundial había estudiado el fenómeno de la "agregación", o sea, el modo en que las especies ocupan el espacio primario (roca).

El proyecto plantea un nuevo concepto dentro de la ecología y cuenta con un financiamiento de 77 millones de pesos aportados por el Fondecyt para el período 2002-2005.

En el desarrollo de la iniciativa también participa la profesora Marcela Clarke, de la Facultad de Recursos del Mar de la Universidad de Antofagasta.

LAS CRUCES

Experiencias similares se están realizando en la Quinta Región en la zona de Las Cruces, Punta de Tralca y Montemar (cercano a Reñaca) y allí, al igual que en Antofagasta, se han levantado modelos tridimensionales de cómo las especies se distribuyen entre las rocas.

En términos simples, el proyecto experimental que está siendo desarrollado en los roqueríos del Autoclub y de la Minera Escondida en Coloso, pretende poner a prueba nuevas hipótesis y modelos ecológicos originales.

"Estamos poniendo a prueba la supervivencia y el crecimiento, porque esta bahía es como un paraíso para estas especies", acotó el profesor Guíñez, quien cada quince días se entrega a la minuciosa tarea de inspeccionar uno a uno los más de 320 tubos plásticos instalados en plena roca, donde cada una de las tres especies se desarrolla a sus anchas.

ESTRUCTURAS

Y es que los choritos (Peromytilus Purpuratus) son capaces de formar complejas estructuras tridimensionales que ponen a prueba la competencia por sobrevivir con sus compañeros de hábitat.

En una superficie de un metro cuadrado pueden habitar nada menos que 30 mil de ellos, quizá uno de los ejemplos de sobrepoblación más exagerados del planeta para seres vivos no microscópicos. ¿Por qué ocurre ésto? Es una pregunta para la que la ciencia aún busca respuesta.

Capítulo aparte merece el piure antofagastino (Pyura praeputialis) que es único en su tipo en el país. Se estima que esta especie -gregaria por
naturaleza- llegó hace unos 200 años a bordo de un barco australiano y de ahí en adelante todo es un misterio.

Según el doctor Guiñez cada año se extraen cerca de cinco mil toneladas de piures de gran tamaño, lo que sin duda es un fenómeno digno de investigar, acotó.