Fuente: Estrategia, Santiago

Chile - Cuotas de Pesca en Nueva Zelandia

miércoles 15 de junio de 2011

14/06/2011

Cuotas de Pesca en Nueva Zelandia

Andrés Couve Rioseco, ex subsecretario de Pesca

Nueva Zelandia es uno de los pioneros en el manejo de las pesquerías. Allí, el “Sistema de Administración de Cuotas” (SAC) comenzó en 1986 y está consagrado en la “Ley de Pesca de 1996”, a la que hasta hoy se le agregan enmiendas. El sistema abarca 97 especies (casi todas las comerciales) y se sustenta en tres principios: individualidad, transferibilidad y proporcionalidad.
Individualidad, porque la cuota se asigna a “individuos” a perpetuidad, sean personas naturales de Nueva Zelandia o empresas neozelandesas. Transferibilidad, porque la cuota individual asignada se puede comprar y vender, como cualquier otro bien. Y proporcionalidad, porque el Total de Captura Permisible (TCP) o cuota global, se expresa en acciones.
El 80% de la cuota global se asigna entre quienes tienen permiso de pesca, de acuerdo a su participación histórica en la pesquería; mientras el 20% restante se entrega a la población maorí, de acuerdo con las obligaciones del Gobierno establecidas en el Tratado Waitangi.
Por lo general, cuando la pesquería ingresa al SAC y el promedio histórico de las capturas del total de los pescadores es mayor que la cuota global, no hay excedente de acciones de cuotas que el Estado pueda vender. Si el promedio histórico de las capturas es menor que la cuota global, el Estado puede vender el excedente de acciones, a través de una oferta pública abierta, a cualquier persona natural o entidad comercial domiciliada en Nueva Zelandia.
Es claro, entonces, que el sistema básico de Nueva Zelandia es la asignación de cuotas por derechos históricos, y sólo cuando las pesquerías presentan excedentes, éstos se pueden ofrecer a través de subastas.
Esto es similar a lo que los legisladores chilenos tuvieron en cuenta en 1991 al incorporar el artículo 27 de la Ley General de Pesca y Acuicultura, cuyo espíritu fue establecer la posibilidad de subastar los excedentes de pesca en las especies en plena explotación. Excedentes que no se han producido, razón por la cual la Subsecretaría de Pesca no ha tomado la iniciativa de subastar.