Fuente: El Diario, Santiago de Chile
Chile - El auge salmonero cambia la cara a la zona sur de Chile
Cristián Rivas N
viernes 5 de septiembre de 2003
Fecha : 5/9/2003
Cristián Rivas N., enviado especial a Puerto Montt
A mediados de los '80 los habitantes de varias ciudades de Chiloé tenían que esperar una vez a la semana el camión de los víveres para abastecerse de provisiones. Localidades como Castro, Quellón y Dalcahue sólo tenían un par de calles en las que era impensable conseguir un teléfono público y menos un helado o un producto congelado fuera de estación. Puerto Montt no tenía centros comerciales ni cines, y muchos de sus habitantes, una vez concluidos sus estudios, emigraban de la ciudad... incluso fuera del país: Bariloche, Río Negro eran las plazas más cotizadas.
La zona vivía principalmente de la pesca artesanal y luchaba contra altos índices de pobreza.
Pero todo cambió en cosa de años. La calidad de las aguas, temperatura y condición geográfica permitió el florecimiento de una nueva industria: la salmonicultura. En sólo dos décadas el rostro de la X Región sur cambió, dando paso a un creciente desarrollo económico y transformando al salmón en el cuarto sector exportador del país y principal producto exportador a EE.UU. después del cobre.
Para enfrentar este crecimiento hubo que emigrar hacia la zona.
Veterinarios, biólogos marinos, ingenieros acuícolas, civiles se hicieron cargo de grandes empresas y con ello se insertó una nueva cultura que chocó con los puertomonttinos. En la zona los salmoneros no son 'queridos'. Se reconoce su importancia económica, pero a la vez la inserción con la comunidad ha sido muy tímida haciendo vulnerable a la industria ante cualquier ataque. Así, por lo menos, quedó en evidencia en el último mes tras los cuestionamientos ambientales y sanitarios por uso de sustancias restringidas en la producción del salmón.
Abrumador crecimiento
"Hoy existe en la región un círculo virtuoso en que prácticamente hay pleno empleo. Ha habido una fuerte migración de profesionales hacia la región, se han creado universidades e institutos con enfoque hacia la industria, hay nuevos colegios y un fuerte desarrollo urbanístico y habitacional. Eso ha permitido, en todos los niveles, un aumento de la calidad en la vida de las personas". Así resume la situación de hoy el gerente general de Multiexport, Arturo Clement.
Y no es para menos. Los indicadores oficiales sostienen que Puerto Montt, Puerto Varas y la isla grande de Chiloé tienen un sostenido crecimiento, sorprendiendo con los índices de más alta evolución poblacional del país.
Como para tener en cuenta, en términos porcentuales, ciudades como Quellón, Puerto Montt, Castro y Dalcahue lideraron el crecimiento demográfico, con variaciones que en el primer caso alcanzaron hasta el 45% de incremento. Por ejemplo, Puerto Montt pasó de 130 mil habitantes en 1992 a 176 mil en 2002.
De esta forma, la gente no está emigrando en busca de mejores oportunidades laborales. Por el contrario, se produjo migración hacia dichas zonas.
Es suficiente dar una vuelta por las principales calles de Puerto Montt para ver el desarrollo que ha experimentado la ciudad en los últimos años. Malls, muelles portuarios, centros habitacionales y varios hoteles marcan la diferencia con lo que era el enclave hace dos décadas.
Y eso es sólo el comienzo, porque una mirada en detalle permite constatar que en las calles prácticamente no existen vendedores ambulantes y el comercio permanece activo durante todo el día. No por nada, la zona se ha visto invadida por las principales cadenas de retail como Falabella, Ripley, La Polar y Almacenes Paris en un futuro cercano, que se suman a los supermercados Líder, Santa Isabel y Las Brisas. De hecho, Jumbo adquirió un terreno para un próximo desarrollo. Estas firmas han lidiado con los inversionistas locales: Supermercados Vyhmeister y Full Fresh, este último de propiedad de Jack Mosa, por cierto, también el cerebro de los malls.
Este crecimiento, según concuerdan autoridades, empresas y trabajadores, es por la mayor disponibilidad de recursos con que cuentan hoy los lugareños.
"Hace dos meses viajé a la Quinta Región y constaté una pobreza paupérrima.
Todas las tiendas vacías, poco consumo, y un mercado realmente deprimido.
Acá, en cambio, los malls están llenos, se ve mayor poder adquisitivo", asegura el director ejecutivo de la Asociación Regional de Armadores de Servicios Marítimos (Arasemar), Jorge Mantellero. Opinión que otros también defienden.
Lo mismo ha sucedido con el tema inmobiliario. En donde destaca la expansión que han tenido las ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas, en cuyas periferias se ha registrado un vigoroso crecimiento poblacional. Basta mencionar la "ciudadela" Alerce que pronto unirá ambas ciudades.
Más empleo
Las cifras oficiales indican que actualmente el sector salmonero ocupa en forma directa e indirecta a 45 mil personas. En los primeros años de vida eran las propias empresas las que producían, alimentaban, cosechaban, fileteaban "y prácticamente salían con un carrito a vender los salmones al exterior", según comentan. Esto cambió drásticamente con los años y las empresas comenzaron a entregar muchos de estos procesos a terceros. Así se generó una gama de servicios conexos, como transporte, alimentos y variadas materias primas. Hoy subsisten cerca de 200 empresas que prestan estos servicios.
De acuerdo al último Censo, el total de ocupados en la región alcanzó las
379 mil personas en 2002, lo que implicó un crecimiento de casi 60 mil puestos de trabajo respecto a 10 años atrás. El intendente de la X Región, Patricio Vallespin, afirma que este incremento se explica al menos en un 50% por el rubro salmonero.
De hecho, aunque no existen cifras sectoriales del Producto Interno Bruto
(PIB) regional, el gobierno local se atreve a afirmar que al menos la mitad del 3,7% promedio que ha crecido la Región de Los Lagos en los últimos cinco años se debe a este sector.
Un poco de historia
Cuando llegaron a Chile las primeras truchas en 1859 nadie pensó que marcarían el hito inicial para que posteriormente, en 1980 floreciera una incipiente industria salmonera, que en la actualidad se posicionó como el cuarto sector relevante entre las exportaciones del país.
En los albores, la idea del gobierno de Manuel Montt era cultivar estas truchas -parientes cercanos del salmón- en piscinas, para luego llevarlas a lagos y ríos y favorecer la pesca artesanal y deportiva.
Pese a que la iniciativa continuó desarrollándose por varias décadas, finalmente el ojo del sector privado se posó sobre esta actividad -que ya tenía un desarrollo fuerte en países como Noruega, Escocia y Canadá- y comenzaron en paralelo tres iniciativas que contemplaban la crianza de salmones en jaulas instaladas en los fiordos costeros del sur, territorio que presenta características naturales ventajosas por excelencia.
El consultor Sergio Martínez, que se desempeñó durante varios años en las gerencias de diversas empresas del rubro y actualmente participa en una sociedad de químicos, recuerda que estas tres iniciativas, que se iniciaron a principios de los ochenta, correspondían a la empresa Nichiro, de capitales japoneses; Mares Australes -que hoy día es de la holandesa Marine Harvest -perteneciente al grupo Nutreco-; y un proyecto de la Fundación Chile que posteriormente fue vendido a Salmones Antártica, de propiedad de la japonesa Nippon Suisan.
"Fue la empresa del rubro más cara de Chile en esa época, al venderse en US$
22 millones", comenta Sergio Martínez.
Grito y plata
A partir de 1986 una importante cantidad de ejecutivos de empresas de distintos rubros decidió probar suerte en esta nueva área de negocios. Fue el boom de la industria, pues en un par de años se sobrepasó las 80 empresas productoras, entre grandes, pequeñas y medianas. Como nunca antes, ni después. Paralelamente se desarrolló el sector de servicios de insumos y proveedores para esta emergente industria. Laboratorios, universidades, empresas de alimentos, de jaulas, de vitaminas se instalaron en las cercanías de Puerto Montt.
"Mi interés era igual que el de muchos otros profesionales en esa época, que veíamos este negocio con un tremendo potencial y encanto, y ejercíamos en él la mitad de nuestro tiempo. En el camino vimos que el espacio que tenía Chile de competitividad era realmente importante y en mi caso particular abandoné mi rol de ejecutivo de grandes conglomerados (Quiñenco, grupo Luksic), con todo lo que significa ser empresario chico", comenta el presidente de AquaChile, Víctor Hugo Puchi.
Aunque entre esa fecha y la actualidad la industria ha enfrentado problemas de distinta índole -dumping y cuestionamientos sanitarios- el sector mostró a fines de los noventa un crecimiento anual del orden del 20%, difícil de encontrar en otros rubros.
Hoy, el número de productoras sobrepasa levemente las 30, pero se logró alcanzar un nivel de exportaciones de US$ 975 millones, equivalente a unas 300 mil toneladas netas de salmón, en que destacan los productos de mayor valor agregado. Las proyecciones para este año apuntan a obtener US$ 1.200 millones en retornos y US$ 2.250 millones a 2010.
En su corta vida, los salmoneros han invertido en el país unos US$ 2.000 millones, según cifras del intendente Vallespín. Claro que los números corresponden solamente a desarrollo industrial. En paralelo han existido otros aportes a actividades como la creación del colegio privado Puerto Varas, que fue financiado entre otros por las más importantes empresas del rubro. En este exclusivo centro educacional privado se educan los hijos de la mayor parte de los ejecutivos de las empresa salmoneras.
También hay que mencionar que el desarrollo del sector ha incidido en que lleguen a la zona un número importante de centros de educación superior como la Universidad Austral, de Los Lagos, San Sebastián, Gabriela Mistral y Puerto Varas.
En busca de la eficiencia
En la actualidad el sector privado y el gobierno se encuentran remando para el mismo lado en busca de un mejor aprovechamiento de la industria, en lo que se conoce como cluster del salmón. La idea es estandarizar la cadena de producción y obtener mejores beneficios, describe Mantellero.
Puchi también hace hincapié en la necesidad de avanzar en una "identidad país" en la oferta de exportación. "Cuando nos toca salir a distintos países y nos damos cuenta que nuestros clientes no saben dónde está Chile, uno aterriza en lo que realmente somos. Falta que el gobierno en conjunto con el sector privado busque mensajes comunicacionales para que se produzca un mayor reconocimiento de lo que es Chile".
Lo que se viene en el futuro de la industria es no sólo producir más, sino que dar a ese crecimiento un valor hacia la comunidad nacional e internacional. Entre las empresas se reconoce el divorcio entre empresa y comunidad. Fomentar el cariño hacia la industria será fundamental para su futura defensa en los mercados internacionales más aún considerando que Chile por ser un actor relevante deberá acostumbrarse a ataques ambientalistas, acusaciones de dumping y otras. En este contexto, entonces, el apoyo de la comunidad y de sus trabajadores será fundamental para esta emergente industria con sello made in Chile. Por lo menos desde el gobierno ya existe ese apoyo. Nunca antes un Presidente de la República había visitado tantas veces la industria como lo ha hecho Ricardo Lagos.
El apoyo del gobierno
Para nadie es desconocido que el destacado auge de la salmonicultura -y su positiva incidencia en la economía regional- ha derivado en reiterados elogios desde el gobierno. De hecho, el presidente Ricardo Lagos ha visitado la zona en varias oportunidades, mucho más que el resto de los últimos gobernantes, con un claro discurso de apoyo al sector. La última vez fue en agosto de este año.
Pese a que el seremi de Economía de la Décima Región, Jerko Yurac, prefiere no calificar estos actos como un "espaldarazo", afirma que sí hay un interés de parte del gobierno por privilegiar a la industria como modelo para otras actividades. "Es un modelo de industria que el gobierno quiere desarrollar.
Se ha convertido en el cuarto sector económico más importante del país, luego del cobre, la fruticultura y la industria forestal. Naturalmente al gobierno le interesa que esta industria sea sustentable", explica.
Cronología de una industria en ascenso
1986-1988 Comienzan a formarse varias empresas, lo que transforma al sector en una industria. Antes sólo existían algunas iniciativas pequeñas, casi en forma experimental.
1988 La marea café -que es un alga no tóxica, pero que en grandes volúmenes asfixia a los peces- mató el 50% de la producción.
1990-1991 La bacteria SRC atacó transformándose en el mal que más afectó a la industria desde sus inicios.
1990-1995 Auge y desarrollo de una gran cantidad de empresas productoras.
Nunca antes ni después hubo tantas: más de 80.
1994-1996 Primera crisis de precios, lo que derivó en movimientos de propiedad entre las empresas. Se comenzaron a realizar fusiones y adquisiciones con el objeto de disminuir costos.
1997 La industria es acusada de competencia desleal en Estados Unidos, más comúnmente conocido como dumping. El proceso duró 6 años.
1998-2000 Se produce el ingreso de capitales extranjeros a la propiedad de las empresas. Hasta inicios de los noventa sólo el 14% de las firmas era de capitales foráneos lo que se acercó casi hasta el 50%.
2001 Crisis de precios en el exterior. Afectó a toda la cadena productiva del salmón y obligó a que la industria se ajustara, reduciéndose drásticamente el número de empresas.
2002 Acusación de dumping en la Unión Europea que no prosperó.
2003 Problemas en Europa por la detección de salmones contaminados con el fungicida verde de malaquita y en Japón por detección de antibiótico en niveles superiores a lo permitido.




