Fuente: Fish Information Services, FIS
Chile - El potenciamiento de pesqueros extranjeros, una actividad en franco crecimiento
Pedro Barrera Garcia
viernes 19 de septiembre de 2003
CHILE
Friday, September 19, 2003, 02:40 (GMT + 9)
Gran cantidad de naves de pesca en proceso de ampliación y modernización mayor se encuentran en estos días en los Astilleros y Maestranzas de la Armada nacional (ASMAR), en Talcahuano.
La empresa, a través de su área de pesqueros, inició hace algunos años el esfuerzo por penetrar en el mercado de los armadores extranjeros y hoy en día la apuesta rinde sus frutos.
La reconstrucción de un barco puede bordear los USD 6 millones. Los trabajos efectuados permiten a las embarcaciones optimizar su desempeño y aumentar significativamente la capacidad de sus bodegas y almacenamiento de combustible, convirtiéndolas en unidades más competitivas.
Este tipo de proyectos, realizados principalmente en pesqueros de cerco, arrastre y atuneros, puede incluir, además, labores de repotenciamiento de sistemas y reparaciones varias.
Es así como en la actualidad se encuentran en dique sometidos a mejoramiento el Cape Aterras y el Cape Breton, del grupo Tri-Marine de Estados Unidos. En ampliación y reparación mayor están el Calypso, del grupo Cariruban de Venezuela, y el atunero Casiquaire.
Este año otros cinco barcos atuneros con trabajos de reconstrucción o reparaciones mayores han zarpado desde el astillero. Ellos son el Milena, del armador César Ron; el Rocio, de los armadores Angel y José Díaz; el Cape Elizabeth, de la compañía Tri-Marine; el Ventuari y, hace un par de días, el completamente repotenciado Canaima, de 70 metros de eslora y 1.520 metros cúbicos de bodega, ambos de la compañía venezolana Pezatun.
Pronto recalará el Orinoco II, el primero en ser atendido en estas instalaciones y que después de seis años regresará para efectuar una completa modernización, que se materializará a contar de noviembre próximo.
Un aspecto que ha resultado muy interesante para los armadores venezolanos es que el astillero les ofrece la posibilidad de hacer para sus naves un completo almacenaje de combustible en un estanque especial que funciona en la Isla Quiriquina. Esto resulta altamente conveniente debido a los significativos menores precios, con respecto a Chile, del crudo en su país de origen.
Un atunero puede cargar cerca de un millón de litros de petróleo y por lo general opera en alta mar a unos 15 ó 20 días del puerto base, de ahí la importancia de dotarlo de los mejores elementos y condiciones posibles para su operación.
Por Pedro Barrera Garcia
FIS Latino




