Fuente: Radio Mundo Real.fm

Chile - Industria chilena del salmón, el desarrollo con colorante

martes 16 de agosto de 2005

El incremento de las exportaciones de salmón chileno es presentado por el gobierno de Ricardo Lagos como un modelo de desarrollo productivo y generación de fuentes de trabajo. Sin embargo, grupos ambientalistas y sindicatos de pescadores han denunciado en los últimos años los impactos de la salmonicultura sobre los ecosistemas y el sustento de las comunidades locales.

Radio Mundo Real entrevistó a Juan Carlos Cárdenas, Director Ejecutivo del Centro Ecocéanos de Chile, quien señaló las principales consecuencias ambientales de la industria salmonera, la escasa capacidad de control del Estado y el rol que desempeñan las empresas transnacionales en este proceso.

- ¿Cuál es el resultado del desarrollo de la industria salmonera en Chile?
- Esa industria es la de mayor crecimiento económico en Chile, con un crecimiento de casi mil por ciento en los últimos 15 años. Probablemente nuestro país se convierta en 2006 en el primer productor y exportador mundial de salmón, superando incluso a Noruega.

Es una actividad que el año pasado exportó por 1.439 millones de dólares, fundamentalmente por la pesca en la austral provincia de Chiloé, de la X Región. Hay aproximadamente unos 36 mil trabajadores, en un 70 por ciento mujeres, que operan en plantas procesadoras de salmón.

Esta industria se ha convertido en un modelo de desarrollo y ha estado apadrinada por el gobierno de la Concertación. Sin embargo, en los últimos
15 años el impacto ambiental y social de la salmonicultura es devastador, principalmente para todo el sur de Chile. A pesar de su crecimiento exponencial, la región donde operan las compañías salmoneras más importantes sigue siendo uno de los lugares con los peores indicadores sociales del país.

Durante el incesante período de crecimiento productivo, sólo se ha logrado reducir los niveles de pobreza en un punto porcentual, y dos de cada ocho personas en Chiloé siguen siendo pobres. En resumen, el proceso de desarrollo no ha llegado a la mayoría de la población, porque es una actividad destinada a la concentración económica y al control de las compañías transnacionales, fundamentalmente de Noruega, Japón, Holanda, España y Canadá.

Por otra parte, un 98 por ciento de la producción de salmón chileno se exporta, es decir que no tiene ningún compromiso con la alimentación nacional.

- ¿Cuáles son sus principales impactos ambientales?
- Es una actividad que tiene grandes impactos en materia de contaminación costera y desde el punto de vista orgánico. Además se utilizan importantes cantidades de productos químicos: en Chile se usan 75 veces más antibióticos por kilo de salmón que en Noruega, lo cual te da la pauta de la problemática sanitaria de esta actividad industrial.

Además, ha desplazado casi totalmente a la pesca artesanal de las comunidades costeras, ya que las diferentes concesiones privadas van paulatinamente ocupando las mejores zonas de pesca. Actualmente hay un proyecto para expandir la industria del salmón en los próximos diez años, y llegar a exportar más de un millón de toneladas.

Esto está teniendo graves impactos sobre los recursos pesqueros pelágicos, como el jurel, la sardina y la anchoveta, que son la base de la alimentación del salmón de cultivo. Es interesante señalar que el salmón es una especie exótica, que no existe originariamente en aguas chilenas y que fue introducida.

Para poder producir un kilo de salmón de exportación, es necesario capturar entre tres y cinco kilos de especies silvestres para harina de pescado, que es el insumo principal para alimentar al salmón y representa el 50 por ciento de los costos fijos de la producción.

Esta industria se ha desarrollado como un enclave económico en Chile, pero utilizando esencialmente recursos locales, es decir el agua, especies silvestres para harina de pescado y mano de obra barata.

Por otra parte, un 98 por ciento de esta producción está dirigida a Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, y tiene un impacto muy fuerte sobre la salud de los consumidores de esos países, por el uso de antibióticos y otros productos químicos.

El salmón de cultivo no es del color que uno encuentra luego al comprarlo, sino que se utilizan colorantes durante la alimentación, incluso muchos de ellos están prohibidos en la Unión Europea pero se emplean aquí por razones de costo.

Se usa además antifouling, que es un tipo de pintura con la cual se impregnan las redes para que no se adhieran organismos marinos. Este producto contiene cobre y benceno, sustancias con graves consecuencias sobre la salud de los trabajadores y el ambiente.

Otro problema es el de los escapes de salmón. Cerca de un millón de ejemplares escapan cada año y provocan desastres sobre las especies locales, que son la base de la alimentación de las comunidades.

En conclusión, te diría que la industria del salmón no es sustentable en lo ambiental y tampoco es equitativa en lo social o laboral.

- ¿Cuál es la situación de los trabajadores que participan en esta actividad?
- Chile tiene los peores indicadores laborales de la industria mundial del salmón. Una trabajadora de una planta procesadora, que puede llegar a trabajar hasta 14 horas diarias, no gana más de 300 dólares mensuales, la cuarta parte de la remuneración de la misma tarea en Noruega.

Lo paradójico es que se trata generalmente de las mismas empresas, porque hay varias transnacionales noruegas operando en Chile. La única diferencia es que al trabajador chileno le pagan cuatro veces menos.

- ¿Qué capacidad de control tiene el Estado sobre la actividad de estas empresa?
- Mientras la industria atraviesa un proceso de expansión hasta aguas subantárticas patagónicas, el Estado ha ido retrocediendo, al punto de que hoy llega a controlar apenas un 12 por ciento de las compañías que operan en Chile.

Según nuestros cálculos, un 73 por ciento de las empresas presuntamente controladas por el Estado cometen infracciones y violaciones a normas laborales o ambientales.

Es decir que esta actividad de punta se desarrolla en una especie de “lejano oeste”, sólo que en el sur de Chile.