Fuente: La Tercera, Santiago de Chile

Chile - Industria pesquera gana cifra record y produce la mitad que hace una decada

domingo 12 de octubre de 2003

Con sólo 4 millones de toneladas recogidas, el sector recibirá US$ 2.500 millones, un máximo histórico

Fecha edición: 12-10-2004
Jorge English

La memoria reciente sitúa a la industria pesquera en una profunda crisis.
Sin embargo, hoy está más sana que nunca. Según la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), las exportaciones del sector sumarán este año unos US$ 2.500 millones, retornos históricos, casi 14% sobre los de un ya muy buen
2003 e ilustrativo de un momento excepcional, con números en azul tras largos años bajo la línea de flotación.

Un logro que se debe a una coyuntura de altos precios en el mercado internacional, que probablemente decaerá por el alza de la producción mundial de harina de pescado.

Pero mucho se debe también a la llamada "ley corta" del sector, que en diciembre de 2002 ordenó por 10 años las capturas, asignando una cuota anual a cada compañía y generando un estímulo para elevar el valor agregado de los productos del mar. Así, desde 1995 al 2003 los desembarques cayeron de ocho a cuatro millones de toneladas, pero los envíos pasaron de US$ 1.780 millones a US$ 2.245 millones.

Carrera olímpica

"Los resultados de todas las empresas han sido bastante buenos. Ha habido un renacimiento de la industria pesquera, y en ello, para mí, lo más importante fue el fin de la 'carrera olímpica'", dice la analista de la clasificadora de riesgo Feller-Rate, María Teresa Larroulet.

"Carrera olímpica" era la competencia de los armadores por atrapar la mayor cantidad de pescado en el menor tiempo. Antes, cada año existía una cuota global de pesca y las empresas buscaban llevarse la mayor tajada, centrando su inversión en elevar la flota. En Chile llegó a haber unos 700 barcos industriales; hoy quedan 220.

"Había que salir a pelear todos los días por el pescado, porque si no lo capturaba uno lo iba a hacer otro; lo que importaba era el volumen. Ahora no se sale a correr con el del lado, se corre contra la naturaleza", explica el gerente comercial de Pesquera El Golfo, Eduardo Goycoolea.

Los costos han sido altos: cierre de empresas, fusiones, absorciones y cientos de barcos convertidos en activos sobrantes. El presidente de Sonapesca, Roberto Izquierdo, dice que se llegó a un equilibrio entre la capacidad industrial "y la del mar".

Horizonte despejado

El plazo de 10 años establecido por la norma ha permitido invertir con un horizonte claro. Los límites máximos de captura dan a las compañías una certeza administrativa sobre su captura potencial. Hoy la incertidumbre radica en que el mar tenga los peces a capturar.

Desde entonces las actividades se han orientado a maximizar el valor del pescado, por ejemplo, invirtiendo en barcos con capacidad de refrigeración que permitan llegar a puerto con el recurso más fresco. Así, se elaboran más productos para consumo humano, pero también harina de pescado de alta calidad y mejor precio. En lo que va del año el valor promedio de la harina chilena alcanza unos US$ 670 por tonelada, mientras el de la peruana, la principal competencia, se aproxima a los US$ 500 la tonelada.

Las inversiones en infraestructura para congelados y conservas han sido cuantiosas. Luis Felipe Moncada, gerente general de la Asociación de Industriales Pesqueros de la Región del Bío Bío (Asipes), destaca que tras la dictación de la ley, en Talcahuano y Coronel se concretaron cinco iniciativas entre ampliaciones y nuevas plantas, por casi US$ 100 millones.

Fueron emprendidas por las pesqueras El Golfo (del grupo Yaconi-Santa Cruz), San José (perteneciente a Coloso, del grupo Angelini y los Lecaros Menéndez), Congelados Pacífico (de la familia Stengel), Landes (de las familias Fosk y Bohorodzaner) e Itata (de la familia Sarquis). En los próximos años se espera la construcción de, a lo menos, otras dos plantas de congelados en la zona.

Moncada acota que hasta 1995 sólo el 8% del pescado iba a conservas y congelados, lo que se ha elevado hasta un 30%. "Con menos materia prima hay que agregar valor, no hay otra alternativa", agrega.

En términos de empleo, la industria ha ido a contrapelo con la realidad nacional, con 69 mil ocupaciones directas (incluyendo la acuicultura) a la fecha, frente a 52 mil en 2000. "Las cifras de crecimiento del empleo en la pesca en los últimos tres años no las tiene otro sector", afirma Izquierdo.

Cutivo de salmon como impulso de la pesca Fuerte avance de la acuicultura

El gerente general de Sonapesca, Cristián Jara, dice que en Chile se pasó "del jurel tipo salmón, al salmón tipo jurel".

El fuerte avance de la acuicultura es un motor para la pesca. Este subsector explicará unos US$ 1.350 millones del total de envíos previsto por Sonapesca en 2004. Otros US$ 350 millones vendrán por la harina de pescado y el resto por conservas, pescados frescos refrigerados, mariscos, algas, aceite de pescado.

Su desarrollo influye sobre la pesca tradicional, porque al demandar harina de pescado de alta calidad para alimentar a los salmones, impulsa a las empresas a producir harinas prime.