Fuente: El Diario, Santiago de Chile

Chile - Jaime Orpis: Fracaso del proyecto de gas boliviano es un triunfo para diplomacia peruana

miércoles 15 de octubre de 2003

Senador de la UDI por la Primera Región

Fecha : 15/10/2003

Exequiel Pino

"Bolivia enfrenta un panorama político muy difícil", sentencia el senador de la UDI por la I Región, Jaime Orpis, al tiempo que reconoce que el tema del gasoducto pasó a tener un rango secundario. Y es que justamente él fue uno de los promotores en la zona norte para que el gas boliviano saliera por el puerto chileno de Patillos.

La crisis política e institucional que vive Bolivia tiene su origen "en un fenómeno político muy radicalizado que tiene características étnicas y nacionalistas" que también están presentes en Perú, explica.

"Este fenómeno étnico y nacionalista tiene una característica muy especial, porque es muy anti-chileno y de no cambiar radicalmente nos acompañará por mucho tiempo", sentencia.

-Con el conflicto interno de Bolivia ¿definitivamente, el gas pasó a segundo plano?
- Sí. Ahora, este tema tiene otras aristas y la verdad es que felicito a Perú por lo que ha logrado. El fracaso del proyecto de gas boliviano es un triunfo para la diplomacia peruana, pues lo que menos le conviene a Perú es el desarrollo del proyecto de Bolivia.

-¿Por qué?
- Perú tiene una alternativa económica para el gas plenamente competitiva.
El proyecto se llama Camisea. Entonces, mientras más se tarde el proyecto del gas boliviano, ellos podrán continuar desarrollando el negocio y, por lo mismo, llegarán primero a los mercados internacionales. Camisea acaba de firmar un contrato con México y Bolivia, aunque nunca logró percibirlo. Es decir, más allá del tema técnico, en el sentido que es mucho más conveniente que el gas salga por Chile, lo más inconveniente es que el gas salga por Perú. Ahí nace el fuerte lobby para presentar a Perú como una alternativa ante Bolivia.

- ¿A pesar de las ventajas técnicas de Chile?
- Sí. La verdad es que esto es muy impactante para Bolivia que tiene un Producto Interno Bruto cercano a los US$ 8.000 millones y el proyecto del gas sólo representa US$ 6.000 millones. Es decir, cerca de 2 puntos del PIB en materia de impuestos. Pensemos que Bolivia tiene al 60% de la población viviendo en la extrema pobreza y existe un 26% de analfabetismo. Se trata de un proyecto estratégico, para beneficiar a quienes hoy se están manifestando en las calles.

- ¿A su juicio perdió Bolivia, también Chile y ganó Perú?
- Evidente ¿Cuál proyecto de gas se está desarrollando?... ¡Camisea! El presidente Alejandro Toledo lo acaba de inaugurar y tiene menos reservas que el proyecto boliviano de Tarija. Bolivia nunca percibió que Perú iba a privilegiar su proyecto. Además Tarija es más caro. Cuesta US$ 700 millones adicionales porque existen 500 kilómetros más de distancia con Patillo.

El mar

- A estas alturas, ¿no hay nada que hacer?
- Uno nunca puede descartarlo en términos absolutos, pero hoy es un tema secundario. Lo fundamental ahora es cómo Bolivia resuelve su crisis política y el grupo de Evo Morales no es partidario que el gas salga por Chile, pero tampoco por Perú, sino que se nacionalice para que se distribuya entre los bolivianos. Ahora, el sentimiento anti chileno es un pretexto que une a la clase política y a los movimientos radicalizados, pero hay muchos sectores que ven como indispensable establecer una relación económica más fluida con Chile.

- Evo Morales dijo que antes de continuar con el tema del gas, Chile tiene que devolver el mar.
- Y a partir de eso qué conversación podemos tener, ninguna. Me encontré con Evo Morales en el Chapare (zona ubicada entre Cochabamba y Santa Cruz) cuando fui a Bolivia y recorrí 3.000 kilómetros para abordar una serie de temas económicos. El es una persona tremendamente arrogante. Tenía mucho interés en saber qué estaba pasando en el Chapare por la situación de la coca, porque tenía antecedentes que un proceso de erradicación de la cocaína se había revertido y no hay que olvidar que el Chapare está exactamente a 500 kilómetros de nuestra frontera.

-¿Conversaron?
- Sí. A Morales le manifesté que el destino de la I Región está muy vinculado con Perú y Bolivia. Es muy importante tener buenas relaciones e incentivar la inversión entre los dos países. También le plantee que quería ayudar a mejorar las relaciones y él fue muy tajante y dijo que "la única manera de mejorar las relaciones es que nos devuelvan el mar". Entonces en esos términos es muy difícil entablar relaciones con Morales.

Un obstáculo

-¿Con ese clima, es seguro para los empresarios chilenos invertir en Bolivia?
- A pesar de todas las dificultades las relaciones van a mejorar con los flujos de comercio. En general la política ha sido un obstáculo para mejorar las relaciones, pero no lo creo así en materia comercial. Creo que es muy importante el TLC que se está discutiendo y en esto Chile debería ser generoso.

-¿Cómo?
- Con el tema del azúcar, con estas 40 mil toneladas que se dieron a partir del proyecto de bandas de precio. Eso debería mejorar para que se sientan más beneficiados. Chile debería ser generoso porque hay una balanza muy deficitaria entre Perú y Bolivia en materia comercial que es de 10 a uno.
Hay que entender que vamos a ser vecinos por siempre, entonces no solamente trabajo con lo que ocurre en la coyuntura, sino que también en el mediano o largo plazo. Además, aprovechando los acuerdos de libre comercio con Europa y Estados Unidos podemos traer de Bolivia materias primas, por ejemplo, madera y la fabrica de muebles se instala en Arica o Iquique se cumple con la norma de origen y automáticamente tienes ingreso a esos mercados. Por eso, son economías complementarias y en la medida que los flujos de comercio aumenten se van a ver los beneficios mutuos de tener una relación más estable y permanente.

Movimientos radicales

- ¿Cuáles son los problemas que puede enfrentar Chile?
- Se trata de un tema difícil por las posturas que tienen. En primer lugar postulan una reinvindicación histórica, porque tanto en el caso de Bolivia como de Perú plantean la recuperación de todos los territorios. A esto se suma el tema étnico cuya principal característica es estar muy en contra de todo lo que está ocurriendo en el mundo. Es decir, son movimientos muy nacionalistas, antiglobalización, anti relaciones comerciales y con manifestaciones muy radicales. Entonces, hoy Bolivia enfrenta movimientos radicales que no van a querer el diálogo porque evidentemente su actual presidente (Gonzalo Sánchez de Lozada) representa una postura totalmente diferente.

- ¿Cómo piensa que se resolverá la crisis política de Bolivia?
- No me voy a pronunciar sobre políticas internas, pero mi impresión es que el tema se debe despejar porque un país que tiene esos grados de pobreza lo único que necesita es estabilidad. Sólo ésta va a permitir desarrollar políticas de largo plazo y con ello, beneficiar a la gente más desposeída.