Fuente: El Diario, Santiago de Chile

Chile - Sempra ratifica opcion chilena como puerto de salida para gas boliviano

lunes 23 de septiembre de 2002

Paula Garcia C.

Si bien Héctor Madariaga nació en Chile y lleva dos años en el país como representante de la empresa estadounidense de energía Sempra -uno de los controladores de la distribuidora eléctrica Chilquinta- se siente más norteamericano. Tanto así, que renunció a la nacionalidad para adquirir la estadounidense cuando tenía 18 años. A ese hecho alude para acentuar que no tiene favoritismo más allá de razones técnicas sobre qué puerto es mejor para sacar el gas natural boliviano para ser exportado a Estados Unidos.
Este es un proyecto liderado por Sempra, firma que busca comercializar el energético en ese país y también para abastecer a empresas eléctricas del sur de México.
Explica que ya se terminó de construir el gasoducto en el país del norte y recién le han dado la autorización legal para construir el terminal que recibirá el gas natural. Por eso, dice enfáticamente, que el tiempo apremia y que mientras más se demore la resolución boliviana -que ya lleva varias
postergaciones- más se aleja la posibilidad de que este país sea el exportador de gas natural.
-Pacific LNG, el consorcio que sacará el gas de Bolivia, ya no tiene exclusividad en este negocio. Entonces, ¿Sempra está en condiciones de comprar gas natural a cualquiera que lo ofrezca?
-Se tiene que entender que Sempra está interesado en llevar a Estados Unidos gas lo más barato y rápido posible. Una muy buena opción es Bolivia, pero también hay otras, el problema es que uno no puede por razones políticas atrasar un proyecto. Entonces hay que buscar otras opciones.
-¿Esperar hasta fin de año para una decisión, tal como lo dice el gobierno boliviano, es mucho tiempo para ustedes?
-No lo sé. Nosotros recién acabamos de poner la licencia para hacer el terminal para recibir el gas, todo proyecto tiene su tiempo pero llega un momento en que hay que tomar la decisión. Tenemos la posibilidad de ver a otros proveedores, y como esto es un negocio, la política no puede influir.
La preferencia es Bolivia, ya que si bien el costo de hacer el gasoducto entre Tarijas (donde está el pozo) y el puerto es alto, el tiempo de transporte -sea un puerto peruano o chileno- es menor que en otros lugares.
Pero hay países que a lo mejor tienen gas para llegar y sacarlo, pero el trayecto en barco es más largo. Es un tema de tiempo.
-¿Y ustedes como Sempra, qué salida prefieren para el gas boliviano: Chile o Perú?
-Chile tiene más sentido. Aquí no entran aspectos políticos, si Perú da una mejor solución, también está bien. No tenemos una preferencia, lo que nos importa es que el gas sea lo más barato y rápido posible.
Pero el raciocinio dice que lo más rápido es por Chile. Entonces es lógico económica y técnicamente que la salida sea por un puerto chileno. Creo que es más corto y no tan difícil de trasladarlo.
-¿Entonces el llamado es a apurar la decisión de Bolivia o sino se les va el negocio de las manos?
-Sí, porque hay otras opciones y lo que busca Sempra es un gas a cierto precio, pero también a cierto tiempo, uno no puede esperar para siempre. Nos gustaría que fuera Bolivia, pero es un negocio y debemos determinar qué nos conviene y qué no.




Inversiones

En Chile Sempra comparte la propiedad de Chilquinta Energía con la también estadounidense PSEG. Por ahora es su única inversión local, pero la firma, con una amplia experiencia como distribuidora de electricidad y gas en el país del norte, también tiene posiciones importantes en otros países de la región. Está presente en Argentina, a través de la distribución de gas natural desde Buenos Aires a Tierra del Fuego; en Perú con la distribuidora eléctrica Luz del Sur, propiedad que comparte con PSEG; y en Uruguay, donde poseen parte de la distribución de gas natural desde Argentina a la zona.
-¿Chile resulta ser un negocio sólido, considerando la crisis que vive la región?
-Sí, si uno ve lo que pasa en la economía mundial y en la situación de otros países, Chile ha estado mucho más estable. Ahora, la única preocupación es el tipo de cambio, ya que nuestras ganancias deben ser contabilizadas afuera en dólares y si se dispara la diferencia cambiaria no es bueno para nosotros.
En general, en la parte operativa ha sido una buena inversión. Si la economía mundial se recupera, vamos mejor. Eso también se favorece con el Tratado de Libre Comercio de Chile con Estados Unidos.
Pero también hay problemas que enfrentar y que se deben solucionar, como por ejemplo, el proyecto de plataforma de inversionistas.
-¿Cómo evalúa esta iniciativa?
-Como ha quedado está bien, pero había elementos que nos preocupaban como por ejemplo, la doble tributación. Todavía el tema está abierto. También nos inquieta a nivel de país algunos aspectos económicos, algunas normativas, pero es parte de las reglas del juego.
-¿Cuáles son esas normativas que les preocupan?
-En ley eléctrica el artículo 99 bis, que ha desincentivado a los generadores para contratar suministro con las distribuidoras. Chilquinta no tiene problemas, pues tenemos contratos a largo plazo, pero una preocupación es qué pasa si no hay más inversión en generación. Chile debe estar preparado por si hay un incremento del 8% en la demanda de energía -cuando el país retome un crecimiento normal nuevamente-, hemos tenido suerte con la lluvia, pero el tema es qué pasará si no.
El otro tema importante es la dependencia del gas natural argentino. Hoy no se está invirtiendo en nuevos pozos para el gas al otro lado de la cordillera y qué pasaría si falta en un tiempo más, qué pasa con Chile y su abastecimiento. Por eso es necesario buscar otra fuente de gas, que puede ser, por ejemplo, Bolivia.
-¿Cuál es su evaluación general de Chile?
-Es un buen país para invertir, pero es un merado chico. Las compañías americanas ven Argentina y Brasil, dicen que las inversiones son sólidas pero hay limitaciones para crecer.
¿En Argentina la situación les permite solventar las empresas que poseen?
La situación está difícil, dado que nos cambiaron los contratos y en vez de pagarnos en dólares nos pagan en pesos. En todo caso, no tenemos pensado vender porque nadie querría adquirir estos activos.
¿Y en Perú, el panorama es mejor?, ¿se piensa en ampliar la cobertura?
Son 800.000 clientes en la distribuidora de la parte sur de Lima. Es una buena inversión y estamos contentos. Toda compañía en Estados Unidos tiene el mismo pensamiento, hay problemas en Estados Unidos y en Sudamérica entonces la tendencia es ver qué se puede hacer, quedarse stand by.