Fuente: Fish Information Services, FIS

Ecuador - Altos costos y falta de asesoramiento frenan el cultivo de camaron en invernaderos

Analia Murias

viernes 1 de abril de 2005

ECUADOR
Friday, April 01, 2005, 20:50 (GMT + 9)

Nueve invernaderos experimentales ubicados en la vía Palmar-Manglaralto, que cultivan los camarones en piscinas cubiertas con láminas plásticas que elevan la temperatura del agua hasta los 33 ºC, están registrando una productividad sensiblemente superior a la de las granjas tradicionales.

Los científicos del Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marinas del Ecuador (Cenaim) estiman que en este tipo de invernaderos puede lograrse una cosecha de hasta 12.000 libras de camarón por hectárea, mientras que el cultivo convencional produce unas 1.500 libras, publicó el diario Expreso.

Pero mientras la alta productividad de este sistema de cultivo resulta muy atractiva, su alto costo hace que sean pocos los empresarios capaces de invertir en su desarrollo. Se calcula que por cada metro cuadrado se requieren alrededor de USD 20.000 extras.

"La alimentación, los muestreos quincenales y la constante medición de oxígeno, temperatura y luminosidad tornan la actividad en algo tedioso, pero necesario", señaló Daniel Chalén, coordinador de los invernaderos en Palmar.

Y añadió que estas mayores exigencias son otro factor que debe considerarse antes de invertir, ya que "es un trabajo de 24 horas al día".

Los primeros invernaderos comenzaron a instalarse en 2001, en un intento de frenar el avance del virus de la mancha blanca. Esto después de comprobarse que las defensas del camarón son más bajas en aguas frías, y que esto propicia la propagación de la enfermedad.

Si bien en aquel entonces la propuesta fue bien recibida por los integrantes de la industria camaronera, cuando el sector comenzó a recuperarse el interés por acceder al sistema empezó a decaer.

Según César Monge, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), "los altos costos no son el único problema, sino que la falta de regularización del mecanismo genera recelo entre los empresarios".

Por su parte, Juli Nieto, jefa de la División Científica del Cenaim, dijo que algunos productores no tuvieron éxito al intentar aplicar el sistema porque no siguieron ciertas instrucciones. "Si tenemos apoyo, desde luego que podremos regular esta actividad, pero si hay hermetismo es muy difícil hacerlo."

Además de posibilitar un nivel de producción muy superior al obtenido en las granjas convencionales, en los invernaderos se registra una tasa de supervivencia del 70%, y no es necesario trasladar los crustáceos después del ciclo larval.

La evolución de este sistema de producción será analizada en octubre en un congreso que se realizará en Guayaquil, al que asistirán empresarios ecuatorianos y extranjeros.

Por Analia Murias
www.fis.com