Fuente: El Comercio, Quito

Ecuador - La pesca blanca se afinca en las redes artesanales

Los equipos no son renovados

jueves 23 de octubre de 2003

Manta.
Los 22 183 pescadores artesanales procedentes de 35 poblados costaneros de Manabí se movilizan en 304 botes de remo y vela, 204 motores estacionarios y
3 049 lanchas de fibra de vidrio. Ellos proveen a las ocho empresas dedicadas al sector de la pesca blanca.

Su producto es del día a día y para él se busca cupo en aviones cargueros y hasta los vuelos comerciales, que se dirigen todos los días hacia EE.UU.
(Miami y Boston).

Para Betty Fioravanti, presidenta de la Fundación pesquera de Jaramijó, la situación en este sector es la más crítica. Al tiempo que la flota industrial y las plantas procesadoras han experimentado un auge, para los artesanales el tiempo parece haberse detenido.

Para una faena de ocho días, en la que viajan remolcados en grupos de hasta cinco lanchas, por una balandra (barco a motor y vela), vale 1 000 dólares.

Ello dificulta la actividad, muchas veces con la venta del producto obtienen entre 500 y 800 dólares. Así, los recursos para renovar las lanchas de fibra de vidrio no alcanzan. Fioravanti admite que estas naves han cumplido su vida útil.

Un equipo completo de esta pesca bordea los 20 000 dólares, pero los artesanales no son sujeto de crédito, porque se los considera informales.

Otro problema es el alto índice de piratería. Cuando alguien compra un nuevo motor, los delincuentes lo interceptan y le roban sus herramientas, incluida la flamante máquina.