Fuente: El Comercio, Quito
Ecuador - Muchos camaroneros cambiaron de actividades en Esmeraldas
martes 8 de octubre de 2002
Redacción Esmeraldas.
El sector camaronero de Esmeraldas, lejos de reactivarse tras la mancha blanca, acentúa su crisis. Al virus que apareció a mediados de 1999 en la zona norte, sector de la Tola y siguió por toda la costa esmeraldeña, se sumó la crisis económica del país.
La falta de créditos blandos y los atentados a las Torres Gemelas también redujeron la compra del bien en EE.UU.
Con esos antecedentes nada volverá a ser como antes señala Marco Tello, presidente del Directorio de la Cámara de Acuacultura de Esmeraldas.
En los 80, con el 'boom', Esmeraldas tenía 17 hectáreas de camaroneras. Hoy solo queda el 20 por ciento productivo. El resto fue abandonado.
Según la Cámara, entre 1998 y mayo de 1999, Esmeraldas exportó 24 millones de libras al mes. A diciembre del 99, la venta cayó a 8 millones, cifra que se mantiene. Los precios también bajaron de 2,50 a 1,30 dólares la libra, hasta la fecha.
El cierre de camaroneras dejó en la desocupación a empresarios y decenas de familias que vivían de la recolección de larvas, del trabajo en piscinas, empacadoras o en los almacenes de venta de balanceados.
Camaroneras como Purocongo que tenía sus piscinas en la zona norte desaparecieron. La más grande procesadora, El Rosario, fue trasladada a la provincia del Guayas.
A decir de Tello, los pocos camaroneros que aún están activos lo hacen porque el abandono de las piscinas les generaría mayores pérdidas por la destrucción de los equipos y de las mismas camaroneras.
Además, porque no tienen otra actividad a que dedicarse. Ante los atentados en EE.UU. que los avocaron a otro lío: la baja compra del producto por parte de ese país, que es el principal demandante, otros productores tomaron otra vía.
Quienes no lo perdieron todo le apuestan a la ganadería, a la pesca y a la agricultura. Para Tello y varios camaroneros, la solución al problema pasa por la aplicación de políticas claras desde el Ministerio de Industria y Comercio Exterior que regulen los precios y la comercialización del producto a otros países.
También, unificar esfuerzos para trabajar en equipo entre empresarios y banca para tener líneas de crédito a bajos intereses. Eso permitirá reactivar la producción, generar fuentes de trabajos y divisas.