
Fuente: Fish Information Services, FIS
EE.UU. - California y Oregon deciden etiquetar el pescado transgenico
Brad Warren
jueves 8 de agosto de 2002
Un comité clave del Senado de California votó el lunes pasado una disposición que determina que los alimentos marinos genéticamente modificados que se venden en el estado deben llevar una etiqueta que exhiba esta información al consumidor. Una medida similar deberá votarse en el estado de Oregon en el mes de noviembre.
Bajo el auspicio de un miembro de la Asamblea, Virginia Stom-Marin (D-Duncan Mills), la norma AB 791 de California convertiría a este estado en el primero en ordenar que se etiquete los alimentos marinos "transgénicos". La medida tomada goza del apoyo de algunos grupos de pesca comercial, entre otros. La norma AB 791 fue aprobada por el Comité de Salud del Senado en junio, y ahora pasará al recinto del Senado.
"En estos momentos existe un pedido ante la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) que permite la producción del primer animal genéticamente modificado, el salmón del Atlántico, para consumo humano", señaló en un comunicado de prensa conjunto, la Federación Costera del Pacífico de la Asociación de Pescadores y su afiliado, el Instituto de Recursos Pesqueros.
Sus opositores temen que este pescado, en caso de que se comercialice y críe en granjas de salmones, signifique un riesgo potencial para el medio ambiente y la salud pública.
"Denominar a estos pescados como "genéticamente mejores" es engañoso para los consumidores, ya que no hay pruebas de que sean mejores, y las investigaciones ya han demostrado que existe un gran riesgo para el medio ambiente y la salud pública", señaló Natasha Benjamín, del Instituto de Recursos Pesqueros.
Ambos grupos sostienen que entre los riesgos potenciales a la salud del ser humano, se incluyen las reacciones alérgicas, el aumento de los niveles de toxicidad y el crecimiento de las hormonas. El impacto de pescado transgénico sobre el medio ambiente incluye la posibilidad de escape de los criaderos, lo cual podría desencadenar el cruce, la competencia por el alimento y el hábitat, y también el consumo de pescado silvestre.
Los opositores aseveran que la historia de la FDA y sus disposiciones estatutarias no preparan a la agencia para que revise en profundidad el impacto ambiental del pescado genéticamente modificado. Por ley, no se requiere que la agencia consulte con agencias de gestión pesquera federales o estatales, y tiene muy poca experiencia interna con respecto al análisis del impacto ecológico de las especies marinas genéticamente modificadas, según declaraciones de algunos detractores.
"Más de 33 países se han comprometido a introducir parte del etiquetado obligatorio. Los consumidores californianos deberían poder tomar decisiones fundamentadas sobre la ingeniería genética aplicada a los pescados. Dada la falta de un análisis científico profundo a largo plazo, el pescado transgénico podría presentar riesgos desconocidos a la salud del hombre", dijo Strom-Martin, que lidera el Comité Conjunto de la Legislatura de California sobre Pesca y Acuicultura.
Una coalición de grupos activistas han solicitado a legisladores californianos que exijan, mínimamente, que se etiquete para el consumidor aquellos alimentos marinos que han sido genéticamente modificados. Estos grupos están conformados por el Centro de Seguridad Alimenticia, Futuro del Océano, Acción por Aguas Limpias, Conservación del Océano, Grupo de Investigación de Intereses Públicos en California (CalPIRG), Consejo de Defensa de Recursos Naturales, Federación Costera del Pacífico de la Asociación de Pescadores, Sierra Club, la Trucha Californiana y el Instituto de Recursos Pesqueros, entre otros más.
Mientras tanto, los votantes del estado de Oregon decidirán en noviembre sobre una medida que impondría el etiquetado de todo alimento genéticamente modificado.
Maryland ha aprobado leyes que establecen una moratoria para la introducción de pescado y crustáceos genéticamente modificados en el estado.
La Comisión de Pesca y Caza de California acordó incluir un punto del orden del día para la reunión a celebrarse entre el 29 y 30 de agosto, a fin de debatir la moratoria sobre la introducción de pescado transgénico en aguas estatales.
Según PCFF y IFR, el público estadounidense apoyó fuertemente el etiquetado de alimentos genéticamente modificados. "En una encuesta Harris de 2000, el 86% de los americanos pensaba que el Gobierno debería exigir el etiquetado de alimentos que contengan ingredientes genéticamente modificados. En junio de 2001, ABCNews.com demostró que el 93% apoyaba el etiquetado de alimentos genéticamente modificados y destacó que 'tal unanimidad en la opinión pública no era usual' ".
Por Brad Warren
FIS Norteamérica