Fuente: CNN en Español, Atlanta
EE.UU. - El presidente boliviano convoca a referendum sobre proyecto de gas
Manifestantes gritan consignas contra el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en
jueves 16 de octubre de 2003
15 de octubre, 2003
Actualizado: 10:26 PM hora de Nueva York (0226 GMT)
LA PAZ -- El presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, anunció el miércoles por la noche un referéndum consultivo sobre la exportación de gas del país, mientras tropas del ejército se enfrentaban en la capital del país a columnas de manifestantes que exigen la renuncia del mandatario.
En un discurso a la nación y junto a los líderes de los partidos de la coalición oficial, Sánchez de Lozada prometió una consulta por departamento sobre un controvertido proyecto de venta de gas, así como reformas en la constitución y las leyes energéticas.
Las protestas se extendieron el miércoles por gran parte de Bolivia, mientras el ejército contuvo una marcha de mineros con un saldo de dos muertos, lo que elevó a 55 la cifra de víctimas mortales en un mes de violencia.
La céntrica plaza de San Francisco de La Paz, sede gubernamental que se debate entre una huelga generalizada y bloqueos de carreteras que provocan una grave escasez de alimentos y combustibles, fue escenario de una multitudinaria concentración
Millares de manifestantes llegaban a la plaza desde distintos sectores urbanos, rigurosamente custodiados por tropas militares y policiales, gritando consignas contra el mandatario.
El objetivo de las movilizaciones es la renuncia del presidente, quien ha dicho que no acortará en un solo día su mandato de cinco años, que debe durar hasta el 2007.
Las protestas comenzaron el 15 de septiembre con bloqueos de rutas del altiplano andino, encabezadas por el diputado indígena Felipe Quispe, contra un proyecto de exportación de gas, la principal riqueza natural de Bolivia, a través de un puerto de Chile.
Bolivia perdió a manos de Chile todas sus costas marítimas a raíz de una guerra en 1879.
Pero el movimiento creció en demanda de la salida de Sánchez de Lozada, un rico empresario minero de 73 años educado en Estados Unidos que ya gobernó el país entre 1993 y 1997, por no ayudar a aliviar la pobreza e indigencia en que viven al menos 6 de cada 10 bolivianos.
Firmeza del gobierno
El canciller Carlos Saavedra, jefe de su gabinete, declaró el miércoles tras reunirse con Sánchez de Lozada que el gobierno está dispuesto a negociar todo, menos esa exigencia (de renuncia del mandatario), que es la ruptura a la institucionalidad democrática del país".
El miércoles, las marchas se extendieron por zonas urbanas y rurales de seis de los nueve departamentos del país, en adhesión a las protestas, que estallaron hace un mes en La Paz y la vecina El Alto, una empobrecida ciudad de 800.000 habitantes, en su gran mayoría campesinos migrantes del agro.
Los únicos departamentos en que no ocurrieron movilizaciones o bloqueos de carreteras o ciudades eran los de Tarija, fronterizo con Argentina, y Pando y Beni, ambos del noreste amazónico limítrofe con Brasil.
Otros dos muertos
"Bala o metralla, el pueblo no se calla", coreaban los manifestantes en La Paz tras propagarse la noticia sobre un operativo de represión militar contra mineros que se desplazaban por el altiplano andino rumbo a La Paz.
El ejército interceptó una caravana de centenares de mineros para impedir su llegada a la ciudad sede del gobierno, produciéndose choques en los que murieron dos obreros.
La acción militar en el poblado de Patacamaya, a 110 kilómetros al sur de La Paz, desembocó en un violento enfrentamiento en el que los mineros provocaron explosiones lanzando tacos de dinamita.
"Acabo de verificar en el hospital la muerte de dos mineros y heridas en otros seis, todos de bala", dijo a la emisora de radio Panamericana el sacerdote Porfirio Ticona, párroco de Patacamaya.
El clérigo dijo que centenares de mineros llegaron al poblado en camiones y volquetas, procedentes de Huanuni, la mina de estaño más importante de Bolivia, en el vecino departamento de Oruro, para sumarse a diversas marchas hacia La Paz.
El ministro de Salud, Javier Torres, declaró luego a la prensa que el gobierno no permitirá el desplazamiento de marchas que se acercan a La Paz con ánimos violentos.
"Lo que hay que hacer es tratar de impedir que vengan a La Paz (...) los mineros de Huanuni venían con enorme cantidad de dinamita, según informes de inteligencia", afirmó.
"Estamos muy preocupados por esta situación insurreccional (...). hacemos un clamoroso llamamiento a la paz", añadió.
Entierros en medio de protestas
Marchas de campesinos, mineros, cocaleros del vecino valle subtropical de los Yungas, obreros y habitantes de El Alto confluían en la tarde del miércoles en La Paz para la nueva masiva jornada de protestas contra Sánchez de Lozada.
En El alto, escenario de violentos disturbios y dura represión en que cayeron al menos 40 de las 55 víctimas fatales, se realizaron el miércoles los entierros de muchos de los caídos, a quienes se les rindió tributo como "mártires del gas".
El líder cocalero y principal adversario político del presidente, Evo Morales, otro legislador indígena, se sumó a las protestas con otras demandas, como la derogación de una ley que abrió al capital privado la exploración y explotación de los hidrocarburos del país.
Morales encabezó el miércoles en el central departamento de Cochabamba otras concurridas protestas y marchas en su capital, además de múltiples bloqueos que cocaleros de la región del Chapare - su bastión político - levantaron sobre la militarizada y vital carretera que une al oriente y occidente del país.
Tanto en La Paz, Cochabamba y otras ciudades, incidentes de distinta gravedad enfrentaron a grupos civiles con fuerzas policiales, pero no se registraron nuevas víctimas fatales, salvo heridos con balines de goma y asfixias por gases lacrimógenos.
(Con información de Reuters)




