Fuente: La Voz de Galicia, Vigo

España - Argentina busca apoyo en Galicia para empezar a producir mejillon

lunes 11 de julio de 2005

El cultivo de este bivalvo se iniciaría en Tierra de Fuego, usando un sistema similar a la bateas Los promotores de la iniciativa destacan las potencialidades de la zona escogida para iniciar el cultivo Chile es el referente más próximo para los países del otro lado del Atlántico Croacia también se lanza al mundo de la mitilicultura

(Rosa Estévez | vilagarcía)
Argentina también quiere producir mejillón. Viendo el éxito que han tenido sus vecinos chilenos en su aventura mitilicultora, iniciada hace apenas unos años, un grupo de empresarios del país austral parece dispuesto a dar un salto y colarse en un campo de la acuicultura que hasta el momento no ha sido explorado por sus compatriotas. Para no perderse en ese recorrido, esos empresarios han buscado ayuda allí donde saben que sobran los conocimentos sobre el mejillón: Galicia. De los gallegos demandan tanto conocimientos como implicación económica en una iniciativa que tendría como escenario los mares que bañan la Tierra de Fuego, al sur de Argentina.

Aquella zona reúne toda una serie de ventajas para la producción de mejillón, dicen los promotores de esta iniciativa en el dossier que han hecho llegar a algunos representantes del sector en Galicia. Las aguas están «impolutas y sin riesgos de contaminación por factores externos». Se dispone de sitio de sobra «para el requerimiento inicial y una futura expansión», y la zona no sólo está dotada de infraestructuras portuarias acordes con las necesidades, sino de redes de comunicación que facilitarían la salida del producto hacia el mercado.

Los promotores de esta iniciativa indican en su dossier que ya conocen el sistema de producción y comercialización gallego, «mediante la relación con la Xunta». Precisamente, el modelo de las bateas gallegas les ha servido de inspiración a la hora de pensar en aquellos artilugios con los que pretenden producir el mejillón de Tierra de Fuego: «Los sistemas de long-lines no serían aplicables en la zona, pero sí el de bateas, dado que muchas de ellas se encuentran en zonas exteriores de las rías, con condiciones de mar similares a la zona de estudio».

Mientras buscan inversores y apoyos para poner en marcha la iniciativa, los promotores comienzan a echar cuentas: calculan una producción inicial de 420.000 kilos, que se repartirían entre el mercado argentino (20%) y la exportación.