
Fuente: La Voz de Galicia, Vigo
España - Armadores gallegos autolimitan sus capturas para subir los precios
lunes 13 de septiembre de 2004
La búsqueda de la rentabilidad ha conducido al sector por la senda de la pesca responsable Distintas flotas han adoptado medidas restrictivas para la captura de gallo, jurel, lirio y merluza.
Los paros escalonados, una fórmula para mitigar la escasez
(Espe Abuín | redacción)
Los vientos de cambio están azotando fuerte al sector pesquero gallego. De un tiempo a esta parte, el concepto de pesca responsable parece haberse instalado con fuerza entre los armadores, que ahora aceptan casi sin rechistar unas autolimitaciones que se pactan en el marco de reuniones de agrupaciones sectoriales cuando no hace mucho tiempo ponían el grito en el cielo si esas mismas restricciones llevaban un timbre oficial, ya fuese autonómico, estatal o comunitario. Pero esa conversión al medioambientalismo, más que por convicción, ha llegado forzada por las adversidades que se derivan de disponer de unas cuotas demasiado exiguas, que acortan una tercera parte del año pesquero, o de unos precios tan irrisorios que hacen más que tentadora la idea del amarre y desguace de barcos.
Los últimos en imponerse a sí mismos un tope de capturas han sido los miembros de la Organización de Productores de Pesca Fresca de Vigo, que desde mediados de julio a finales de agosto sólo estuvieron desembarcando en los puertos de Vigo y Marín los 3.000 kilos de gallo de entre 20 y 25 centímetros por marea y buque que acordó la citada asociación, que agrupa a los barcos que operan en Gran Sol.
Esta medida obedeció más que a la necesidad de dosificar cuota, al intento de mejorar la cotización de la especie en primera venta, dado que la abundancia en el mercado provocó una fuerte caída de la cotización del gallo.
Los resultados de la experiencia han sido alentadores, a decir de los responsables de la organización viguesa. Tanto, que ya han anunciado que el próximo año repetirán la iniciativa, sólo que intentarán que la medida se extienda a todas las embarcaciones gallegas que capturan gallo en Gran Sol.
Arrastre de litoral
También hacen un balance positivo de la medida los arrastreros de litoral, que a principios de julio pactaron un tope de casi 4.000 kilos por barco y día en un intento desesperado de elevar el precio del jurel, que apenas alcanzaba para paliar los gastos de zarpar del puerto. Es en el caso de esta flota donde el cambio de actitud es más llamativo, pues no quedan demasiado atrás lejos en el tiempo los episodios en los que caídas de precios de la especie se lamentaban esparciendo las capturas por el muelle y regalándoselas a las gaviotas. Ahora bien, tampoco hay que olvidar que hace cinco años fueron los arrastreros que pescan lirio los primeros que se sumaron al carro de las autolimitaciones para aumentar la rentabilidad de la pesquería.