Fuente: Diario Sur, Malaga

España - Aznar hace suyas todas las decisiones del 'Prestige'

martes 17 de diciembre de 2002


Zapatero exige al presidente un pacto de Estado para conseguir más ayudas de la Unión Europea. El jefe del Ejecutivo garantiza que ningún perjudicado por la catástrofe quedará sin indemnización

IGNACIO TYLKO/COLPISA.MADRID

SOLIDARIDAD. Aznar agradeció la «respuesta solidaria» de los Quince por el desastre. / EFE

Aznar insiste en asumir toda la responsabilidad sobre el 'Prestige' de forma personal hasta el punto de hacer suya, «con todas las consecuencias», la polémica decisión de alejar el averiado buque 'Prestige' de las costas de Galicia. Una decisión que tomó el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, pero que ayer Aznar defendió como la «menos mala» de cuantas decisiones se podían tomar. Estas declaraciones las hizo ayer el presidente en un pleno del Congreso para debatir los resultados de la cumbre de Copenhague, que derivó en un crudo enfrentamiento entre Gobierno y oposición sobre el drama ecológico.

En su intervención, José María Aznar garantizó que ningún perjudicado por la catástrofe del 'Prestige' quedará sin indemnizar por la cuantía y tiempo necesarios ya que, según dijo, todos los instrumentos financieros existentes en la Unión Europea están movilizados.

El rechazo del PP a celebrar un pleno monográfico sobre el 'Prestige' y la introducción del análisis de la mayor catástrofe medioambiental en la historia de España entre las conclusiones de un Consejo Europeo provocaron las críticas casi unánimes de los grupos parlamentarios, convencidos de que Aznar trató de «esconderse o parapetarse» bajo este formato. Un método que obligó incluso a la presidenta de la Cámara Baja, Luisa Fernanda Rudí, a conceder turnos de dúplica, algo sin precedentes en debates sobre las cumbres, según confesó el propio Aznar.

Aznar defendió la eficacia de las medidas del Ejecutivo, pese a reconocer posibles errores, y acusó al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, de no «hacer nada» para paliar este crisis. Lo hizo después de que el secretario general del PSOE le ofreciera, sin éxito, un «acción concertada» o pacto de Estado entre Gobierno y PSOE, como ocurre en el caso de la lucha contra ETA, para reclamar y garantizar la ayuda europea a Galicia. También pidió Rodríguez Zapatero a Aznar que, en su próximo viaje a Estados Unidos, solicite a George W. Bush cooperación científica y técnica, y que el Gobierno dé luz verde al fondo de solidaridad autonómico que los presidentes regionales del PSOE ya propusieron al vicepresidente primero, Mariano Rajoy, el viernes pasado.

«Europa solidaria»

Aznar agradeció que el Consejo de Copenhague escenificase una «respuesta solidaria» de los Quince hacia Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco al hacer suyas, según dijo, «todas las propuestas que el Gobierno puso sobre la mesa tras la catástrofe» en relación con las ayudas a los afectados, la seguridad marítima y la responsabilidad sobre los daños al medio ambiente.
«Ya no será posible en aguas europeas que barcos chatarra comercien con mercancías peligrosas y con nuestra seguridad», aventuró.

Para justificar las garantías en el cobro de las ayudas, Aznar relató que tanto el Fondo de Cohesión como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el IFOP para la pesca y el Fondo de Solidaridad se aplicarán para paliar los efectos del desastre. Avanzó que estas ayudas sumarán unos 265 millones de euros. Y recordó, además, que en Copenhague se decidió proponer a la Organización Marítima Internacional (OMI) la creación, antes de que finalice 2003, de un fondo para daños provocados por vertidos de petróleo con una dotación de 1.000 millones de euros.

Según Aznar, la UE se comprometió a dotar este fondo si no ve la luz en el seno de la OMI, así como a la adopción de medidas presupuestarias adicionales y específicas que tengan en cuenta la evolución futura de los daños. «De momento -subrayó Aznar- se van a recibir 265 millones de euros, mientras que Francia sólo consiguió 10 tras el siniestro del Erika».

«Insidias»

Aznar aprovechó el pleno extraordinario sobre la cumbre para insistir en la asunción de responsabilidades y hacer suya, «con todas las consecuencias», la polémica decisión de alejar el averiado buque 'Prestige' de las costas de Galicia. Una medida que fue adoptada por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos. Y una determinación que, según reconoció implícitamente el jefe del Ejecutivo, no se sustentó en informes técnicos por escrito y fue «la menos mala», sobre todo si se considera que en catástrofes de esta magnitud «no hay decisiones buenas».

Rodríguez Zapatero, quien consideró imprescindible la creación de una sociedad europea de salvamento marítimo y lucha contra la polución en el mar, reclamó más medidas de la UE para garantizar la profesionalidad de las tripulaciones de los barcos, evitar «lugares de refugio» y aumentar las inspecciones de los buques. Tildó de «fracaso espectacular» el último plan de salvamento marítimo del Gobierno y le instó a presentar uno nuevo que, a diferencia de lo que sucedió entre 1998 y 2001, no reduzca el presupuesto en 7.500 millones de euros. «Si el PP no lo hace lo presentará el PSOE para su debate en la Cámara», anticipó Rodríguez Zapatero.

El líder socialista reclamó a Aznar que, si tiene «sentido de Estado», asuma la responsabilidad de unir y dialogar con los partidos y, si tiene un «mínimo talante democrático, comparezca en un pleno extraordinario que exige toda España, Galicia y la democracia». Acusó, en fin, al presidente de intentar «exculpar su responsabilidad» mediante «insidias» a los grupos de la oposición.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, solicitó a Aznar que acepte la apertura de una comisión de investigación y se someta a una cuestión de confianza, o bien disuelva la Cámara para adelantar elecciones generales.
Propuesta que, según el presidente, «roza el disparate» y que no aceptó con el irónico argumento de que así prefiere «dar tiempo» a IU para «recuperarse de los errores» que comete.