Fuente: El Comercio Digital, Gijon
España - El estudio de Oceanografia avala las tesis asturianas contra el tren de bolos
lunes 1 de agosto de 2005
Califica el arte como «no recomendable» y alerta sobre el uso también dañino de «sus diferentes alternativas» Se constata que «produce una alteración del ecosistema»
NACHO PRIETO/GIJÓN
EL ESTUDIO
Medios: fue utilizado el buque oceanográfico 'Vizconde de Eza', con un equipo humano a bordo dirigido por el biólogo Francisco Sánchez.
Periodo: el estudio se desarrolló durante los últimos días de abril y los primeros del mayo pasado.
Zona: se analizaron dos zonas: La Manuela, entre 120 y 130 metros de profundidad, y El Cachucho, sobre roca, a unos 500 metros de profundidad.
El informe que el Instituto Español de Oceanografía realizó para la Secretaría General de Pesca Marítima avala plenamente las tesis asturianas en el sentido de que «produce una alteración del ecosistema» y actúa en zonas donde viven y crían «especies extremadamente vulnerables». Corresponde ahora a los responsables políticos determinar si, como reclaman la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores y el Gobierno regional de Asturias, procede promover la erradicación del polémico arte no sólo en el caladero nacional, sino también en todas las aguas controladas por la Unión Europea.
«Teniendo en cuenta el delicado estado de las poblaciones de las principales especies de fondo (merluza, cigalas, rapes, etcétera) y el progresivo deterioro de sus hábitats, no es recomendable el uso del tren de bolos (ni sus diferentes alternativas) en el caladero, ya que aumenta el área de actuación de una pesquería poco selectiva y produce una alteración del ecosistema», dice textualmente una de las conclusiones del informe de Oceanografía sobre el uso de tren de bolos, al que tuvo acceso este periódico.
El estudio es también crítico con «el sistema de gestión actual de los recursos, basado exclusivamente en el tamaño de las poblaciones, que no ha tenido en cuenta la destrucción de hábitats vulnerables, en donde se refugian tanto juveniles como adultos de especies comerciales, ha podido tener consecuencias sobre la sostenibilidad de algunos 'stocks' demersales».
El mismo informe alerta también sobre la sustitución del llamado tren de bolos por aparejos que tratan de cumplir la misma función de dar entrada a caladeros antes inaccesibles para la flota de arrastre. En ese sentido, se afirma que «debido a la polémica creada por el tren de bolos, la flota de arrastre está utilizando otras alternativas, como burlones de discos pequeños de goma o dotados de triple forro, que permiten acceder a los mismos fondos, pero tienen un mayor poder abrasivo».
La Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Asturias amplió recientemente la reivindicación de erradicar el tren de bolos con la propuesta de sacar el arte de arrastre del caladero nacional.
El informe de Oceanografía indica que «la flota de arrastre se adapta continuamente a las condiciones de producción del caladero e intenta explotar fondos que antes no le resultaban rentables, como los muy profundos o muy duros. Es necesario controlar las actividades de la flota de arrastre en fondos que sobrepasen los 400-500 metros. En estos fondos existe poca biomasa de especies comerciales y, por el contrario, multitud de especies extremadamente vulnerables.
Los pescadores asturianos protagonizaron a comienzos de 2001 una huelga para exigir la erradicación del tren de bolos. La Administración asturiana se solidarizó con los objetivos, pero censuró el acuerdo que puso fin a la huelga, que llevó a prohibir el arrastre con tren de bolos dentro del caladero nacional, pero no así por fuera de las 12 millas, en ese caso mediante autorización específica.
El consejero asturiano de Medio Rural y Pesca era entonces Santiago Menéndez de Luarca, actual subsecretario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.




