Fuente: 5Dias.com, Madrid

España - El proyecto de una granja de atunes provoca el rechazo de tres pueblos

domingo 3 de marzo de 2002

Joaquim Clemente / VALENCIA (03-03-2002)

El proyecto del Grupo Ricardo Fuentes de instalar un criadero de atún rojo
en la costa alicantina ha provocado el rechazo de los tres municipios
afectados, Benissa, Teulada y Calpe. Esta instalación, que supondría una
inversión de 1,8 millones de euros, se sumaría a las cinco que la firma
murciana ya tiene funcionando en España, Croacia e Italia.

El Grupo Ricardo Fuentes e Hijos, a través de la filial Explotaciones
Atuneras del Mediterráneo, ha presentado ante la Consejería de Agricultura
de la Generalitat Valenciana el proyecto de una granja marina de atunes que
se ubicará en la costa de Alicante, entre las localidades de Benissa y
Teulada.

Se tratará de la sexta instalación de este tipo de la compañía murciana, que
ya cuenta con otras tres piscifactorías de atunes en España y otras dos en
Italia y Croacia.

El plazo para la puesta en marcha de este proyecto dependerá de la
autorización administrativa, que se puede retrasar, ya que los ayuntamientos
afectados, Benissa y Teulada, así como el colindante Calpe, han anunciado
que presentarán alegaciones al mismo. Los motivos por los que se oponen los
consistorios van desde temas ecológicos hasta los efectos que podría tener
este tipo de instalación sobre el turismo.

Con todo, un portavoz de la compañía se ha mostrado confiado en que se
podrán solventar estos inconvenien-tes, y que "una vez obtenida la concesión
administrativa, el proyecto se hará realidad en cuatro o cinco meses".

La instalación, dedicada al engorde y engrase de atún rojo, con destino al
mercado japonés, tendrá una capacidad máxima de 1.000 toneladas de
producción por temporada, aunque esta cifra puede variar en función de las
capturas, según la compañía, que invertirá 1,8 millones de euros en la
instalación. La puesta en marcha de esta granja de atún rojo supondrá la
creación de 30 puestos de trabajo en la zona.

Destino Japón

El mercado de esta especie típica del Mediterráneo con destino al Japón se
ha convertido en un importante negocio para el Grupo Ricardo Fuentes, que
inició su actividad en el sector de los salazones y se centró en este
producto a partir de la década de los ochenta.

La elevada demanda de este alimento en el país oriental ha lanzado el
negocio, especialmente en España e Italia. De hecho, Ricardo Fuentes no sólo
tiene acuerdos comerciales con aquel país, sino que también ha creado varias
empresas mixtas con firmas japonesas.

Es el caso de Tuna Graso, una de las filiales del grupo, que se dedica a la
preparación de pescado fresco calidad sashimi, para preparar el conocido
sushi y que cuenta entre sus socios con dos firmas japonesas -Mitsui y
Kanetomo-, que tienen el 49% del capital.

La empresa murciana completa su nómina de instalaciones con las ya
mencionadas cinco piscifactorías, una planta frigorífica con capacidad para
35.000 toneladas, una fábrica de salazón de pescado y cinco almacenes.

La compañía, que hoy dirigen los tres hijos del fundador, Ricardo Fuentes,
ha notado en su cuenta de resultados la alta demanda de este tipo de
pescado. En el último ejercicio, la facturación ascendió a 90,15 millones de
euros, lo que supuso un incremento del 30% respecto a 2000.

El mercado japonés absorbe prácticamente toda la producción del grupo, que
tiene la intención de introducirse también en Europa ante el auge de la
cocina oriental.

La polémica pesca con helicópteros

El importante negocio del atún rojo ha llevado a los pescadores a usar
técnicas de pesca especiales para lograr las mayores capturas. Es el caso
del uso del helicóptero -actividad limitada en determinadas épocas del año y
criticada por los ecologistas-, que consiste en localizar desde el aire el
banco de peces y se les cierra el camino hasta las redes. Las flotas
italianas han sido objeto de polémica por el abuso de esta técnica en aguas
de las islas Baleares. Esta sobreexplotación ha provocado un descenso de la
presencia de este pez en el Mediterráneo, con lo que las granjas marinas de
engorde pueden ser una vía para mantener la presencia de esta preciada
especie. De hecho, la piscicultura está creciendo notablemente en toda la
costa española, con la instalación de numerosas granjas marinas,
especialmente de dorada y lubina, las especies más fáciles de criar y que
tienen un gran mercado.