Fuente: La Voz de Galicia, Vigo
España - Galicia presionara para blindar el mercado mundial a la pesca pirata
lunes 15 de noviembre de 2004
Los armadores quieren que se generalice el uso del documento de capturas de pez espada Arranca en Nueva Orleáns la cumbre del atún atlántico, con las cuotas ya establecidas
(Espe Abuín | redacción)
«Lo de tranquila ya se verá». Ni teniendo las cuotas de atún y pez espada amarradas hasta el 2006 los armadores gallegos acuden confiados a la cumbre de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que hoy arranca en Nueva Orleáns. Según los empresarios, que los cupos ya estén repartidos no da pie a la relajación, aunque, eso sí, les permitirá centrar la atención en otros asuntos de interés para la flota gallega.
Y, entre esas cuestiones, la lucha contra la competencia desleal a causa de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca IUU) adquiere rango de prioridad. Los empresarios gallegos acuden a la cita norteamericana dispuestos a ejercer toda la presión posible para que las partes contratantes de la ICCAT cierren filas y blinden su mercado contra las importaciones de pescado ilegal, capturado por buques que no disponen de cuota. Para ello, los armadores gallegos quieren que se generalice el uso del documento estadístico de capturas de pez espada -conocido entre el sector por sus siglas, DEPE- y, lo más importante, que todos los firmantes de la ICCAT cierren sus puertos a aquellas embarcaciones que no presenten el certificado junto con la mercancía alijada en sus bodegas.
Control general
La exigencia del documento de capturas en los puertos españoles fue una de las medidas más celebradas por los pescadores gallegos de pez espada, pues puso fin a una crisis casi endémica que tumbó los precios a niveles que amenazaban seriamente a la flota con el amarre definitivo. Pero si con la reclamación del DEPE, el Gobierno blindó -no sin pocos problemas- los puertos españoles contra las importaciones de mercancía ilegal, los armadores exigen que esa imposición se haga extensiva a todos los puertos, puesto que de poco vale «que España endurezca los controles si Portugal no lo hace y, finalmente, la mercancía llegue al mercado español» por otras vías, argumenta José Ramón Fuertes, gerente de la Cooperativa de Vigo.
Otra de las reivindicaciones que llegará a la cumbre de la ICCAT de la mano de los armadores gallegos es la solicitud de adoptar medidas técnicas para regular las capturas de atún patudo. En este sentido, la Organización de Productores de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) apunta la conveniencia de abolir la talla mínima de 3,2 kilos impuesta en 1974 para la especie porque, según aduce, carece de respaldo científico, aparte de que es inviable su cumplimiento. A cambio, sugieren que se limite el número de barcos, se establezcan vedas e, incluso, se impongan paros temporales.
A pesar de que no habrá las disputas de antaño con Brasil y el grupo de los
16 por el reparto de cuota, la prudencia es la máxima con la que los armadores viajan a Nueva Orleáns. Y es que, según los empresarios, la sorpresa puede saltar en cualquier momento y en la ponencia aparentemente más inofensiva. Con la sopa de tiburón, sin ir más lejos, ya que la asociación ecologista Océana ha propuesto a la ICCAT que prohíba la captura de la especie con el único fin de seccionar la preciada extremidad, impidiendo así que se tire por la borda el cuerpo del animal casi entero, una práctica que, según los medioambientalistas, está mermando rápidamente las poblaciones de muchas especies de tiburones. No es esa la forma de actuar de la flota gallega, que aprovecha tiburones como la quenlla o el marraxo, pero cualquier medida de protección le afectará de lleno.
Algo similar ocurre con los anzuelos circulares que EE.?UU. quiere imponer para evitar la captura de tortugas marinas. De imponerse el parecer de los estadounidenses, la flota tendría que desechar los garfios antiguos para incorporar los nuevos. Eso sí, se trata de tecnología que una empresa gallega descubrió hace años.




