
Fuente: La Voz de Galicia, Vigo
España - La falta de marineros profesionales causa perdidas millonarias a la flota
lunes 8 de marzo de 2004
Recurrir a trabajadores extranjeros se convierte en ocasiones en un grave trastorno para los empresarios Varios barcos han tenido que acortar sus mareas por la negativa a trabajar de los tripulantes.
La esperanza que llega de Indonesia
Punto de vista: Patronal | Sindicatos
(E. Abuín / R. Castro | redacción)
?ompletar la tripulación mínima de una embarcación se ha convertido en los últimos años en un auténtico calvario para los armadores gallegos. Encontrar marineros -ya no de los curtidos y expertos, sino de los que simplemente respondan y cumplan con su trabajo- es cada vez más difícil y se convierte en tarea imposible si lo que se necesita para cerrar el cuadro es un titulado en máquinas o un patrón de pesca.
Según mantienen los empresarios, tal y como está el panorama laboral, el mal menor que puede ocasionar esa falta de tripulantes es que la embarcación tenga que quedar amarrada a puerto y renunciar a una marea. Hasta ahí, el único perjuicio es dejar de ingresar unos beneficios. Pero los problemas comienzan cuando esa escasez provoca pérdidas para el propietario del buque que alcanzan cuantías millonarias.
En los últimos años, una docena de buques de A Coruña vieron truncadas sus mareas a mitad de camino a causa de la falta de profesionalidad de los marineros contratados. El último episodio lo vivió el arrastrero Slebech , un buque con bandera británica pero con base en el puerto coruñés. La negativa de sus enrolados a trabajar cuando ya se encontraba en el caladero reportó pérdidas que su armador valora en 30.000 euros. Y no ha ocurrido sólo en A Coruña. También se han dado casos en Marín
Los empresarios explican que la falta de mano de obra les lleva a contratar «o primeiro que atopemos» y casi siempre recurren a extranjeros que, o bien dejan el trabajo una vez que el armador les ha conseguido el visado para venir a España, o bien se cruzan de brazos una vez que el buque está en altamar. «Un dos mariñeiros convence ós outros para non facer nada e consiguen envenenar a toda a tripulación», comenta un armador coruñés que padeció uno de esos plantones. Y es que cuando las tripulaciones ya van muy ajustadas, si dos deciden tirarse en el catre, el equipo no funciona.
Cambio de tripulación
Fuentes del sector aseguran que no es la primera vez que han tenido que acercarse a puertos irlandeses o británicos para dejar a marineros que se negaron a trabajar y sustituirlos por otros de la calidad que la urgencia les permita encontrar. Eso obliga «a perder dous ou tres días de faena a cambiar tódolos plans de pesca que tiñas establecidos e, por riba, teslle que pagar o billete de volta ós que te deixaron colgado, claro», apunta otro armador.