Fuente: La Voz de Galicia, Vigo

España - La flota atunera pide ayuda contra los piratas en aguas de Somalia

lunes 5 de diciembre de 2005

Cruceros y mercantes también han sido blanco en los 32 ataques de los últimos meses

Los bucaneros cometen los asaltos desde pequeños barcos, pero armados hasta con granadas

Los armadores no se plantean abandonar el caladero

(Lugar: la voz | redacción)
Tener que comprar dos licencias de pesca, una al Gobierno y otra, por así decirlo, a la oposición, a los conocidos como señores de la guerra, ya no es un salvoconducto para faenar frente a las costas de Somalia, un país en el que el fenómeno de la piratería moderna ha resurgido con fuerza. Nadie parece tener patente de corso con los nuevos bucaneros , que, en menos de un mes, han mostrado su osadía acosando a todo artefacto flotante que atraviese sus aguas, sin tener en cuenta ni la modalidad ni la distancia a la que navega el navío. En los últimos meses se han atrevido con mercantes, cruceros e, incluso, con un buque atunero vasco que navegaba a 170 millas de la costa.

Es precisamente ese incremento de la audacia de los piratas lo que más intimida a los armadores de embarcaciones que capturan túnidos en aguas somalíes. Aseguran que los ataques a buques no son de ahora y sostienen que siempre ha habido asaltos en esa zona, pero se trataba de embarcaciones endebles que operaban cerca de la costa. «Nunca habían arriesgado tanto como para llegar al borde de las aguas jurisdiccionales en barcos tan endebles como los que usan», señala un empresario gallego del sector pesquero.

Asaltos con armas

Al tiempo que en audacia, los piratas han medrado en medios y, si bien sus embarcaciones son frágiles, aunque rápidas, se han dotado de armamento con el que atemorizan a los navíos.

En el caso del atunero vasco, éste logro escapar, aunque el susto fue tremendo. Similar al que se llevaron los 302 pasajeros de un crucero de lujo que, a principios de noviembre, pasó frente a las costas somalíes y que aún recuerdan un despertar entre el silbido de las balas disparadas por armas automáticas y el estallido de granadas que, por fortuna, no alcanzaron al Seabourn Spirit .

No corrieron la misma suerte los tripulantes de un mercante con bandera tailandesa que llevaba azúcar de Brasil a Yemen. Los piratas lograron alcanzar la cubierta del buque y secuestraron a punta de pistola a los 26 miembros de la tripulación, por los que pidieron un rescate.

Ese incremento de los ataques ha provocado que el Consejo de Seguridad de la ONU reprendiese al Gobierno de Somalia e instase a las facciones rivales a trabajar en conjunto para hacer frente al caos y la piratería, que aumenta la anarquía en la nación del noreste africano.

Los empresarios pesqueros gallegos y vascos también han lanzado un SOS, en este caso al Gobierno español, al pedir amparo al ministro de Defensa, José Bono, que ha «cursado acuse de recibo» y desviado el asunto al departamento de Moratinos, según explicó Senén Touza, presidente de Onape.