Fuente: La Nueva Espana, Oviedo

España - La flota de palangre teme una reconversion por el reparto de cuotas que propone Madrid

miércoles 18 de mayo de 2005

Pesca pretende limitar las capturas a cada barco, lo que perjudicaría a las embarcaciones asturianas, al ser de menor tamaño, en favor de las gallegas

La flota avilesina de palangre teme verse afectada por una reconversión del sector si prospera la propuesta de reparto de cuotas que propone el Ministerio de Agricultura y Pesca. Esta medida supone limitar el tonelaje de las capturas a cada barco, lo que perjudicaría a las embarcaciones asturianas, al ser de menor tamaño, frente a las gallegas. La flota de palangre local está integrada por 22 embarcaciones y unos 350 trabajadores.
Supone el 40 por ciento de los desembarcos pesqueros realizados en la rula avilesina y el 27,5 por ciento de todas las capturas comercializadas en Asturias.


Francisco L. JIMÉNEZ

No hay dos sin tres. La flota avilesina de palangre, hasta la fecha la única que se veía libre de problemas notables como los que afectan a las de cerco y arrastre, teme verse inmersa de lleno en un proceso de reconversión que, según se advierte desde la Cofradía de Pescadores de Avilés, tendría efectos «devastadores» en la economía pesquera local. La preocupación del sector palangrero guarda relación con la propuesta ministerial para implantar un nuevo modelo de gestión de las cuotas comunitarias de pesca -popularmente conocidas por el acrónimo TAC- a partir del 1 de enero de 2006.
Supuestamente, este modelo perjudica a los barcos de menos de 100 toneladas de registro bruto, que son los que integran la totalidad de la flota local de palangre de altura.

La Asociación de Armadores de Palangre (Arpacan), que representa a los pescadores asturianos de esta arte, ha alegado contra la propuesta ministerial y pedido su retirada. El colectivo cuenta con el apoyo de la Cofradía de Pescadores «Virgen de las Mareas» y de la Dirección General de Pesca, entidades que también han presentado alegaciones contra la propuesta ministerial. Está previsto que la administración pesquera dé audiencia a las partes y resuelva las alegaciones en los meses de junio o julio.

La flota asturiana de palangre con base en Avilés está formada por 22 barcos, lo cual la convierte en la mayor de las tres grandes artes:
arrastre, cerco y volanta. Los empleos directos que dependen de la actividad de esos barcos superan los 350, a los que cabe añadir otros muchos puestos de trabajo indirectos en tierra. En términos económicos, los palangreros aportan el 40 por ciento de los desembarcos totales en la rula de Avilés y el 27,5 por ciento de todas las capturas comercializadas en Asturias.

En suma, se trata de un colectivo capital para la estabilidad del sector pesquero asturiano y así lo razona el director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, en un documento de apoyo a los armadores de palangre que se envió a la Secretaría General de Pesca el pasado día 5.

Alegaciones

Las alegaciones de los palangreros se oponen radicalmente al texto del proyecto de orden ministerial elaborado por el Gobierno central para cambiar el modelo de distribución de las cuotas comunitarias para especies demersales (merluza, rape y gallo). En principio, Arpacan enjuicia «de modo totalmente negativo» la propuesta ministerial por considerar que «no garantiza ni la actividad de las embarcaciones ni la racionalidad de la explotación de los recursos».

La intención que persigue el Ministerio de Pesca con el pretendido cambio normativo es asignar las cuotas a que tiene derecho España en los caladeros comunitarios por embarcaciones. Esto rompe con la costumbre de los últimos
25 años de que fuese el Gobierno quien tutelase el respeto de la cuota, pero sin limitar expresamente a cada barco el tonelaje que podía capturar.

En medios pesqueros locales se cuestiona el cambio de la norma «porque favorecería a los barcos más grandes». Yendo más allá, se apunta directamente a las asociaciones de armadores gallegas -cuyos barcos de palangre tienen mayoritariamente registros superiores a las cien toneladas- como instigadoras de esta revisión del procedimiento de tutela de las cuotas comunitarias.

Arpacan expone en su pliego de alegaciones que «no se alcanzan a comprender las razones por las cuales España acomete un cambio de gestión de este tenor sin que el mismo venga impuesto por la Unión Europea, sin considerar la gravísimas consecuencias que tendría para la pervivencia de un sector muy importante de la flota y sin adoptar, simultáneamente, medidas paliativas».

La asociación asturiana de palangreros defiende el actual modelo de gestión de la cuota de pesca en aguas comunitarias «porque, pese a dificultades puntuales, ha significado una salvaguarda del reparto nacional y equitativo de las posibilidades de pesca. Debe considerarse que experiencias habidas con anterioridad sobre este nuevo modelo de gestión distaron mucho de poder ser consideradas satisfactorias».

Arpacan sugiere al Gobierno abrir un debate «sobre si falta cuota o sobran barcos» antes de emprender un cambio como el pretendido y advierte de que, de persistir en su intención, «la reestructuración del sector (cese de actividad de barcos y despidos de trabajadores) puede darse por segura».
También se reflexiona sobre el hecho de que los barcos palangreros de menos de 100 toneladas de registro bruto «carecen de posibilidades de procurarse opciones de actividad fuera de las aguas comunitarias».