Fuente: La Voz de Galicia, Vigo

España - La marea roja genera ya perdidas de negocio por valor de 40 millones

lunes 19 de diciembre de 2005

El sector mejillonero estima que la caída de la facturación oscilará entre el 30 y el 40%

Los polígonos están cerrados desde octubre, en un trimestre de grandes ventas

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(Lugar: r. e. | vilagarcía)

El sector mejillonero gallego facturó el pasado año alrededor de 120 millones de euros. Las principales centrales celebraron esos resultados. A pesar de todos los problemas arrastrados por el sector y de los nuevos y potentes competidores, habían conseguido mantener sus ingresos en las cantidades habituales. Este año, cuando hagan las cuentas, no será la alegría la que impere. La toxina que en octubre obligó a cerrar todos los polígonos de bateas se ha encargado de convertir los avances de las cuentas en un trago amargo para los productores. La campaña de Navidad y la de Italia se han ido al traste y, con ellas, los envíos masivos de mejillón tanto a los mercados nacionales como extranjeros.

Los cálculos que se realizan en el sector hablan de unas pérdidas que oscilarán entre el 30 y el 40% de las ventas anuales. Eso supondrá que de los 120 millones del año pasado, la facturación del sector mejillonero gallego se quedará en unos 80 millones de euros. Una cantidad nada despreciable pero, obviamente, muy alejada del horizonte con el que los productores gallegos habían empezado este año 2005. El peor año de su historia, dicen. «Batimos todos os récords, pero en negativo», aseguran los responsables del sector.

Caída de precios

Esas pérdidas, en cualquier caso, pueden ser la antesala de algo aún mucho peor. Si el episodio tóxico remite de golpe, el mercado se vería saturado de producto. Y en esas circunstancias, la experiencia permite vaticinar un desplome generalizado de los precios.

Esas caídas de las cotizaciones se producen con cierta periodicidad en el sector. El año pasado, en plenas navidades, las tres centrales salieron a los muelles para frenar la venta de productores que no estaban adscritos a ninguna organización y que estaban «tirando» los precios del mejillón destinado a la exportación. Muchos se temen que, ante la crisis que ahora se atraviesa, esas escenas de guerras en los muelles vuelvan a reeditarse. Y esta vez, podría ser con una virulencia mayor. Como la que tiene la marea roja.